Andalucía 8M

Día Internacional de la Mujer: pioneras de la igualdad que ejercen el feminismo sin pancartas

La primera catedrática, la primera jugadora de rugby, una bailaora, una cocinera, una empresaria y una pescadora cuentan cómo lo han logrado

Mujeres pioneras ABC

Stella Benot

Tienen muchas cosas en contra. O, mejor dicho, han tenido muchas cosas en contra que no han podido con ellas que han roto los límites que la sociedad les había impuesto . Han ejercido un feminismo diferente al que ahora impera, sin pancartas, sin manifestaciones histriónicas, sin camisetas moradas con mensaje ni un activismo visible. Recuperando los valores de un movimiento cuyo principal objetivo es lograr la igualdad de toda la sociedad .

La mayoría de las féminas que ABC ha seleccionado para celebrar el Día Internacional de la Mujer saben lo que es cumplir la cincuentena, trabajar en profesiones muy masculinas y criar a sus hijos contando , además, con poca ayuda por parte de las administraciones. Son una representación de un importante grupo de mujeres que hacen lo mismo en sus vidas cotidianas, trabajar y destacar en ámbitos tradicionalmente reservados a los hombres donde tienen que demostrar el doble que ellos. Pero lo han hecho sin problemas. Eso sí, contando con el apoyo de sus familias para la logística diaria. Exactamente igual que ha sucedido siempre con los hombres que han triunfado profesionalmente.

Claro que se trata de mujeres excepcionales, mujeres que destacan y sobresalen por encima de la media de la sociedad. Y esa excelencia —además de su tesón y de la oportunidad, los dos secretos del éxito— es lo que les ha llevado a lograr sus objetivos . Tal vez la clave del camino que ellas han abierto y siguen labrando cada día está en que sus hijas y sus nietas no tengan que destacar en el futuro por ser mujeres de éxito sino, sencillamente, profesionales reconocidas .

María Castellano Arroyo acaba de recibir la Medalla de Andalucía de manos del presidente de la Junta y por eso hemos conocido que ha sido la primer mujer catedrática... de España . Es médico y, cuando nadie hablaba de los malos tratos, ella se dedicó a investigar sobre la violencia contra las mujeres.

El deporte femenino tampoco ha existido hasta ahora que se está empezando a ver en televisión y a darle sitio a sus competiciones. Pero Mariola Rus lleva toda su vida compitiendo nada menos que en rugby y ahora es la presidenta de «Las cocodrilas», el primer equipo femenino de rugby. Y si masculino es ese deporte, gestionar una empresa de camiones , como hace Raquel Parrilla , no ha sido una profesión con muchas mujeres. Hasta tal punto que en España sólo hay cuatro mujeres que dirijan empresas de transporte.

También hay mujeres que reciben aplausos como Eva Yerbabuena y, tal vez por eso, valora el esfuerzo y el sacrificio diario que hacen quienes nunca han recibido un elogio por su trabajo, o como Camila Ferraro, reconocida como «Cocinera revelación 2020».

Índice

Yerbabuena / Ferraro / Castellano / Rus / Parrilla /

Eva Yerbabuena: «Admiro a las mujeres anónimas que caminan sin descanso y sin aplausos»

Eva Yerbabuena Juan Flores

Por Marta Carrasco

Nació en Frankfurt en 1970 hija de padres emigrantes que pronto la llevaron Ogíjares (Granada) donde se crió con sus abuelos. A lo largo de su carrera ha obtenido los más preciados galardones del mundo del Flamenco, la Danza y la Cultura. Eva Yerbabuena es no sólo artista, sino también empresaria, con compañía propia desde hace más de veinticinco años, junto a su marido, Paco Jarana, guitarrista y compositor de la mayoría de las músicas de los espectáculos de Yerbabuena.

«En mi vida personal y profesional hay algo que valoro muchísimo de las mujeres, la capacidad de superación y sufrimiento que tenemos . No es que los hombres no la tengan, que la tienen, pero como nosotras no, eso nos hace únicas. Por muy mal que vengan las cosas personal o artísticamente, siempre estamos ahí dando la talla. Admiro a muchas mujeres, la mayoría anónimas que caminan sin descanso y sin recibir aplausos, sacan su vida y la de sus hijos adelante».

En lo profesional nunca se ha sentido minusvalorada, «si ha ocurrido, me ha durado un minuto, y he pasado de ello. Yo digo como mi abuela, no hace daño quien quiere sino quien puede. En mi carrera me siento una privilegiada, siempre he hecho lo que he querido, dentro de mis posibilidades. Mi padre tuvo una gran fe en mi, siempre me decía, ‘Eva se feliz y lucha por lo que te gusta y quieres hacer’. Eso es lo que he hecho siempre . Y además, tengo en mi vida a un compañero maravilloso, Paco Jarana, que también tiene fe en mi, y caminamos juntos. Yo siempre he ido hacia delante. Y si me equivoco, rectifico, no pasa nada».

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Camila Ferraro: «Prefiero que las personas destaquen por su talento y su trabajo»

Camila Ferraro Guillermo Navarro

Por Isabel Aguilar

En apenas un año y medio la joven chef sevillana Camila Ferraro se ha convertido en uno de los referentes de la nueva cocina sevillana, algo que avalan no solo las buenas críticas que recibe su trabajo, sino numerosos premios que reconocen su éxito. Así, la distinción «Bib Gourmand» que le otorgó la Guía Michelin 2020, el premio GURMÉ a «Mejor apertura 2018», el premio Talento Gastro a «Mejor cocinera de 2019» de ABC y Cruzcampo y finalmente el Premio Cocinero Revelación 2020, que ha conseguido por primera vez una mujer en sus 18 años de historia .

Aunque se mueve en un mundo de hombres, pues la hostelería y aún más los fogones tienen una jerarquía aún muy masculinizada, ella no es partidaria de distinguir entre géneros y prefiere que las personas destaquen por «su talento y su trabajo».

«La mujer siempre ha estado dentro de la cocina», manifiesta cuando se le pregunta si se siente en terreno masculino. Después de aprender las bases de la cocina en la escuela de hostelería La Cónsula, en Málaga, hizo prácticas en el restaurante El Lago y trabajó junto Carme Ruscalleda o Joan Roca, con quien tuvo la ocasión de conocer infinidad de productos y cómo tratarlos.

Su meta era la alta cocina y siempre ha tenido claro que el camino que quería iniciar era el de la excelencia , así que no dudó en arrimarse a los mejores para lograrlo, pero una vez que quiso emprender la aventura por su cuenta hizo las maletas junto a su compañero Robert Tetas y puso rumbo a casa. Abrió Sobretablas en la calle Colombia en otoño de 2018, creando un espacio sumamente acogedor en el que han logrado una atmósfera que eclipsa al comensal.

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María Castellano Arroyo: «No entiendo el feminismo que para dar valor a la mujer considera a los hombres malas personas»

Marái Castellano Raúl Doblado

Por Mercedes Benítez

Podrían decirse muchas cosas de María Castellano Arroyo (Jaén 1948), Medalla de Andalucía tras una vida de éxito. Que,pese a su origen humilde llegó a la universidad en 1966 cuando las chicas aún no eran mayoría, que fue la primera mujer catedrática de Medicina de España, que tiene numerosas condecoraciones o que investigó sobre la violencia contra la mujer hace años. Podría resumirse en que llegó antes.

Y en una frase que pronuncia cuando se le pregunta si pasó una época difícil: «Las medidas de la lucha por la igualdad han llegado tarde y la paridad nos perjudicó» , proclama. ¿Por qué? Porque llegó cuando las mujeres ya estaban accediendo a puestos en igualdad. «Llevaba tiempo formando parte de tribunales y un compañero me dijo: estás aquí por la paridad y tuve que decirle que no. Parecía que cuando estabas en un puesto era por la paridad, cuando llevábamos años en puestos de dirección», explica.

Su trayectoria empezó antes. Cuando le dijo a sus padres que quería estudiar Medicina. «Mi padre se alegró, pero cuando supo que me tenía que marchar a otra ciudad me dijo ¿cómo te vas a ir? Y fue mi madre la que buscó una residencia». Por eso destaca el mérito de sus antecesoras que supieron «convencer a los hombres que tenían reticencia».

En la universidad, fue mas fácil porque eligió una carrera en la que había mujeres. «He sido catedrática desde 1980» . Sin embargo, se lo pensaba antes de entrar en algún órgano de dirección. « Las mujeres no queríamos estar en una dirección que te obligara a viajar, a estar fuera de casa. Lo que nunca hemos hecho es perder el tiempo. Íbamos si merecía la pena . Siempre lo hemos compatibilizado con la familia», dice. Aun así, reconoce que era distinto porque no tenían ayuda del marido, algo que «quizás tengan ahora las más jóvenes» con mas colaboración en las tareas familiares.

¿Se topó con el machismo? Es cauta y defiende que tuvo buenos compañeros, aunque alguna vez pensó que «costaba más trabajo conseguir algo que si fueras un hombre» . Esta mujer, que rompió techos de cristal, lo tiene claro cuando se le pregunta si es feminista: «He sido feminista en el sentido de defender la dignidad de la mujer y la igualdad, pero no entiendo el feminismo que para dar valor a la mujer considera a los hombres malas personas». Y aclara: «He visto agresores sexuales, homicidas y muchos desalmados. Claro que he visto más hombres malos que mujeres, pero hay hombres que merecen la pena».

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Mariola Rus Rufino: «No nos creemos que somos capaces de asumir un rol directivo»

Mariola Rus J. C. OGAZÓN

Por Ana Mencos Íñiguez

A finales de los años ochenta el rugby femenino casi no existía en España. Fue un grupo de estudiantes de Educación Física de Madrid las que consiguieron que la disciplina fuese reconocida por la federación. Entre ellas estaba la sevillana Mariola Rus, «yo jugaba al baloncesto y una compañera me propuso un día jugar al rugby. Montamos el equipo y el novio de una de las chicas que era jugador nos entrenó». Ahí comenzó a gestarse el que sería el primer combinado nacional que participaría en el primer Mundial de Rugby femenino que se disputó en Cardiff (Gales) en 1991. «Rogamos a la Federación que nos apuntase. Fuimos la primera selección femenina de rugby y en ese campeonato quedamos quintas».

No contenta con eso, cuando volvió a Sevilla en el 92 «no había nada. Necesitaba un equipo potente para poder seguir en la selección. Lo que hice fue entrenar con un equipo masculino que me lo ofreció». Al mismo tiempo, hizo un equipo cadete en el colegio en el que daba clases, a la vez que otro profesor de educación física formó un equipo universitario en el CEU y Mariola se unió. «Me acoplé, y ese equipo empezó a crecer y a día de hoy son las Cocodrilas».

Su relación con el equipo se hizo cada vez más estrecha hasta el punto que pasó de jugadora a entrenadora y hace tres años a presidenta. «Fue algo natural. En el rugby, al ser un deporte amateur, está siempre como líder alguien que haya estado muy involucrada con el deporte , una persona que transmita confianza, que vas a trabajar por ellos, que vas a dedicar tu tiempo». Es la única máxima dirigente de un club de rugby a nivel nacional algo que achaca a que «nosotras mismas no nos creemos que somos capaces de hacerlo. Nos falta un poco de empoderamiento».

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Raquel Parrilla: «A pesar del tipo de negocio, siempre me he sentido como uno más»

Raquel Parrilla Juan Flores

Por Elena Martos

Lo de Raquel Parrilla (Sevilla, 1972) no fue vocacional. Llegó con 25 años a la empresa de transporte que regentaba su padre en la peor crisis que había sufrido. Al borde del cierre y con decenas de encargos pendientes, una jovencísima licenciada en Derecho afrontó aquella crisis que le sirvió de máster.

Si el fundador de Transporte Miguel Parrilla tuvo alguna vez dudas sobre a quién dejaría el negocio, se diluyeron en ese momento. Cuenta que la mayor motivación fue ayudar a su padre, «convertirme en su mano derecha y demostrarle que, aunque fuese un negocio tan masculinizado, podía desempeñar el trabajo». Raquel acompañó al fundador a cada reunión, estuvo en todas las entrevista e incluso pasó una semana de ruta junto a un conductor para conocer por sí misma la actividad.

Cuando llegó la hora de ceder el testigo , el empresario supo que la compañía estaba en buenas manos. Su hija se convirtió en la segunda directora general de una empresa de transportes en toda España, donde ahora hay cuatro. Explica que «entonces estaba muy segura de mí misma, pero la pérdida de mi padre fue un duro golpe y me replanteé si realmente estaba allí por complacerlo a él o por mí misma».

Pronto comprendió que «sentía la misma pasión que él» y que haría las cosas a su manera. A pesar del tipo de negocio, dice sentirse «como uno más». Jamás se ha visto intimidada por su condición , pero sabe que no es lo habitual. «Intento hacer una gestión más personal, ponerle más corazón, que en este mundo es complicado, pero creo que esa manera de proceder ya está calando».

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