HUELVA
Almonte, un pueblo dividido por un crimen sin culpable
La familia del acusado le recibe entre vítores tras su puesta en libertad, mientras la de las víctimas dice tener miedo
Almonte es un pueblo dividido y atónito. Francisco Javier M., el vecino encarcelado durante tres años como presunto autor de las muertes de Miguel Ángel Domínguez y de María, su hija de 8 años , acribillados a puñaladas en abril de 2013, volvía a casa. El jurado le declaró no culpable tras la vista oral de un juicio que ha tenido en vilo a la localidad onubense durante un mes . De todo esto se extrae una certeza: un asesino anda suelto.
Noticias relacionadas
- Doble crimen de Almonte: ¿un inocente en prisión?
- El jurado declara no culpable al acusado del crimen de Almonte
- «No soy el autor, que cojan al asesino de Miguel Ángel y María»
- El acusado del doble crimen de Almonte, «un genial soldado»
- El autor del crimen de Almonte volvió a la casa cuando la sangre estaba seca
- Doble crimen de Almonte: un solo asesino y una única arma
- El asesino de Almonte acabó con las vidas de las víctimas en 10 minutos
- La madre y abuela de las víctimas de Almonte: «Para mí es un psicópata»
Francisco Javier, entraba el pasado viernes al edificio de la Audiencia Provincial de Huelva escoltado y esposado y salía acompañado entre vítores de sus familiares y amigos para volver a la cárcel de Huelva recoger sus pertenencias y marcharse a casa. Allí le esperaban sus allegados que lo entraron a hombros entre gritos de «inocente» «inocente». Desde entonces no se le ha visto mucho. Pocos saben cómo será su vida a partir de ahora, si seguirá en el pueblo, donde parte de sus vecinos no le quitará nunca la condición de acusado. No se sabe si volverá a su trabajo como carnicero en un supermercado, hoy cerrado por reformas, y donde trabajaba con Marianela, su excompañera, mujer y madre de las víctimas, que sigue de baja tras el trauma sufrido. Allí Francisco Javier se encontraría también con otros compañeros de trabajo, algunos de sus jefes, que participaron como testigos en el juicio y rebatieron su coartada.
Primera batalla judicial
Francisco Javier, arropado por su familia almonteña sabe que solo ha ganado una primera batalla judicial. Le restan unos quince días para conocer la sentencia absolutoria y con ella las motivaciones que llevaron a ocho de los nueve miembros del jurado popular a declararle no culpable. De estas motivaciones se extraerán los argumentos con los que la acusación ya anuncia va a trabajar el recurso que elevarán al TSJA. Si supera todo ese frente judicial será más libre de lo que es ahora. Mientras, tendrá tiempo para calcular los daños y perjuicios que en su día podría reclamar por estos tres últimos años en la cárcel.
La Guardia Civil les confirmó antes del juicio que no había ninguna otra vía de investigación
Otra parte del pueblo, la más cercana a las familias de Marianela, Miguel Ángel y María, mantendrá su veredicto sobre Francisco Javier, mientras no le demuestren lo contrario. La Guardia Civil les confirmó antes del juicio que no había ninguna otra vía de investigación. Hoy la familia de las víctimas se declara «desolada». Aníbal Domínguez, hermano y tío de las víctimas del doble crimen, aseguraba ayer a Europa Press, que su entorno tiene «miedo» y la familia se está planteando dejar Almonte. No se les olvida que en el juicio los forenses indicaron que el agresor era «conocido» de las víctimas por el ensañamiento y el hecho de que tapara a la menor con una manta.
La familia Domínguez tacha de «despropósito» el veredicto e incluso cuestiona la propia existencia del jurado, que considera manipulable y lego para decidir sobre una cuestión de tal envergadura como un doble crimen. Confían en que el caso dé un nuevo giro en el TSJA, y si la vía judicial no lo resuelve, acudirán al Ministerio de Justicia y al de Interior, si es necesario, porque «estamos desamparados», reconoce Aníbal mientras su entorno plantea hacer algo, como por ejemplo convocar una marcha para pedir que los crímenes se resuelvan. al menos, con una explicación coherente.