Sentencia del caso ERE
¿Adónde llegó el dinero de los ERE?
Con la partida 31L se pagaron sobrecomisiones, nóminas, deudas y hasta muestras de artesanía
La partida del famoso «fondo de reptiles» que financió de forma ilegal el sistema arbitrario de concesión de ayudas sociolaborales de la Junta de Andalucía a presuntas «empresas en crisis» sin concurrencia pública no solo pagó sobrecomisiones a conseguidores, intermediarios y aseguradoras, o terminó en manos de empresas de amigos y familiares de altos cargos de la Administración , o a la compra de «coca», como aseguró durante la instrucción el chófer del director general de Trabajo. La sentencia advierte que un buen número de estas ayudas «carecían de un objeto concreto, respondiendo a fines muy diversos».
Las empresas que se «enriquecieron» con las ayudas pagaron nóminas, deudas, minutas por asesoramiento jurídicos, depositaron avales o financiaron planes de expansión.
A la vista de la versatilidad del sistema creado para evitar los controles de la Intervención, desde la Consejería de Empleo se utilizó esta vía para financiar a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y posteriormente la Agencia Idea,mediante la partida irregular 31L, fines distintos y ajenos a los recogidos en la ficha presupuestaria del mismo, señala la sentencia.
Destinos singulares
Entre estos destinos singulares, los magistrados apuntan las facturas emitidas por Tapsa y CICM derivadas de varias campañas de comunicación sobre Fomento de Empleo y divulgación del Servicio Andaluz de Empleo por un importe de casi 3,4 millones de euros, abonadas entre 2003 y 2004.
El consejero Viera tiró de la partida para financiar también la cesión al sistema de emergencias 112 Andalucía de las dependencias que ocupaba en un pabellón de la Expo. Igualmente pagó el programa de formación del voluntariado de los Juegos del Mediterráneo de Almería (108.304 euros). También financió una campaña de divulgación en materia de prevención de riegos laborales a la entidad Cenforpre de casi medio millón de euros, recogido en un convenio que firmó la Consejería con el Consejo Andaluz de Colegios de Graduados Sociales, mediante suscripción de póliza de rentas y de capital.
El «fondo de reptiles» pagó parte de las subidas salariales de las empresas concesionarias para acabar con la huelga de basuras de Granada en 2006 y los cursos de alta dirección impartidos durante cinco años a cien personas en la Fundación San Telmo.
Con el dinero destinado a los parados andaluces se costeó hasta dieciséis muestras de artesanía en municipios la mayoría de la provincia de Sevilla, de los que 14 eran para municipios del PSOE.
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