El 5% de los andaluces ha pasado el confinamiento por el coronavirus sin luz natural o ventanas al exterior
Un estudio sobre el impacto de la cuarentena por el coronavirus en la población andaluza desvela que el 30 por ciento de los andaluces ha estado encerrada en menos de 75 metros cuadrados
![Un vecino de Sevilla toma el sol desde su balcón](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2020/06/20/s/confinamiento-soleado-coronavirus-kf0D--1248x698@abc.jpg)
Durante tres meses, Andalucía, como el resto de España, ha vivido confinada por el coronavirus . En un intento de frenar la expansión del virus, el Gobierno decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo y mandó a la población quedarse en casa . Esto, que nunca es agradable, se complica aún más si donde toca quedarse encerrado no cumple ciertos requisitos básicos .
Ese es el caso de un 5 por ciento de los andaluces, que han pasado este tiempo confinados en una casa sin luz natural . Peor es el caso del 3 por ciento de andaluces que no tenían tampoco una ventana al exterior. Son datos que se desprenden del avance del estudio del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (Ieca) sobre «hábitos y condiciones de vida de la población durante el estado de alarma».
Así, según este estudio, menos de la mitad de los andaluces tenían balcón y solo el 39 por ciento han contado con una terraza. Menos son los que han disfrutado de un jardín -el 14 por ciento-. Sin embargo, casi la mitad -un 47 por ciento- sí han tenido un patio que les ha servido de desahogo durante el confinamiento.
Clave a la hora de entender cómo ha afectado la cuerentena forzosa es conocer cómo son las viviendas donde se han visto confinados los andaluces. No es lo mismo estar encerrado en una casa de 200 metros en el campo que en un piso de 30 en el centro de una gran cuidad. En este medidor, sale claramente perdiendo la población urbana. Es en las ciudades donde, señala el estudio, las viviendas son más pequeñas de media.
Según el estudio, el tres de cada diez andaluces han pasado la cuerentena en un piso de menos de 75 metros cuadrados, «lo que puede mostrar potenciales situaciones de hacinamiento y mala calidad habitacional, frente a los ámbitos rurales y de densidad intermedia donde este porcentaje desciende hasta el 14,1% y 17,8% respectivamente».
El confinamiento ha supuesto, indican desde el Ieca, un cambio radical de las costumbres de los andaluces. Tener que estar en casa de forma continuada día tras día ha provocado que las actividades cambien si se comparan con el día a día habitual. Así, «en el tiempo libre, por ejemplo, han aparecido actividades que en la situación previa al confinamiento eran marginales dentro de la cotidianeidad doméstica, y que durante este periodo se han convertido en elementos centrales a la hora de gestionar instrumental y emocionalmente el periodo de confinamiento».
Tal es el caso del ejercicio diario, que ha sido parte de la rutina diaria para el 37 por ciento de los andaluces. Ese porcentaje sube la mitad de la población más mayor. Uno de cada dos andaluces de más de 65 años ha hecho deporte en su casa estos meses .
También hay quien se ha dado a las series y las películas. De media, el 85 por ciento de los andaluces han dedicado tiempo a esta actividad. Y, a más años, más tiempo delante de la televisión . Así, según el estudio, los grupos de mayor edad (93,7 por ciento en más de 65 años) han dedicado más horas a ver contenido audiovisual que los jóvenes (75 por ciento en los menores de 30 años).
Justo la lógica contraria sigue el consumo de redes sociales. Cuanto más jóvenes, más horas en Twitter e Instagram. Así, un 91 por ciento de quienes tienen menos de 30 años han pasado el encierro con el móvil en la mano. Esa cantidad es del 26 por ciento en los mayores de 65 años. Por otro lado, señala el estudio, «casi la mitad de la población ha tenido contacto a diario con los seres queridos a través de medios digitales o telefónicos, sin que se produzcan grandes diferencias entre generaciones».
¿Quién va a la compra?
Uno de los pocos desahogos del día durante el confinamiento era ir al súper. Pero, según el estudio del Ieca, ha sido una actividad más masculina que femenina. Así, la mayor parte de la salidas para hacer la compra ha sido protagonizada por hombres. Igual ha ocurrido en el caso de ir a trabajar. Los hombres son quienes han ido más frecuentemente a su lugar de trabajo durante la cuarentena.
Sobre el desempeño laboral, señala el estudio, esta crisis sanitaria ha servido para que parte de la población conozca el teletrabajo «en muchos casos en situaciones complicadas por la compatibilización de tareas de cuidados, problemas de espacio, de acceso a la tecnología, etc», indican desde el Ieca.
Así, la media de andaluces que han practicado el teletrabajo es del 26,5 por ciento. Pero son las mujeres (el 34,9 por ciento) quienes más se han desempeñado de esta manera frente a un 21,6 por ciento de los hombres. «Por el contrario -señala la encuesta-, los hombres han trabajado más fuera del hogar: más de dos tercios de los asalariados ha trabajado fuera de casa durante el periodo de estado de alarma en el que se realizó la encuesta».
Entre quienes han trabajado de forma presencial y quienes lo han hecho a distancia están quienes no han desarrollado actividad laboral alguna porque han estado en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). En este caso, «los datos muestran un claro impacto de la crisis en la actividad y el mercado de trabajo » puesto que «las personas que se declaran en situación de ERTE alcanzan el 7,1% de la población, el 20,0% de los asalariados» de Andalucía.
Salud mental
El estudio, que tiene como misión principal ver el impacto psicológico en los andaluces de la crisis del coronavirus y el confinamiento , ha comprado dos momentos: el actual y el de hace un año. De esta forma, señalan desde el Ieca, quieren entender cómo ha afectado el encierro a la mente de los andaluces.
«Respecto a la salud general, la gran mayoría de la población opina que su estado de salud es igual que antes del confinamiento, aunque hay un porcentaje relevante de personas que percibe que ha empeorado », indica el estudio. Por ejemplo, «entre las personas de menos de 65 años se observa que el 8,3% afirma que tenía una salud buena antes del confinamiento y ha pasado a ser regular o mala. Esta cifra se sitúa en el 12,9% entre las personas de 65 y más años». No obstante, «el 22,2% de la población con estado de salud regular o malo previo al confinamiento afirma que su salud general ha mejorado durante el confinamiento», indica el documento.
Ahora bien, la salud mental tiene un sesgo de género. Según los datos del estudio, el encierro ha afectado más a las andaluzas que a los andaluces. De esta forma, «las mujeres afirman en mayor grado que su salud mental ha empeorado. Por ejemplo, hay un 21,4% de mujeres que afirman que en los últimos 12 meses su estado de salud mental era bueno y ahora es regular o malo. Entre los hombres este porcentaje es del 13,1%».
Cuidado de los niños
Además de la preocupación por cada uno, los padres han tenido en cuenta estos meses cómo sus hijos vivían el confinamiento. Así, los padres aseguran que los niños «eran una población especialmente vulnerable emocionalmente en una situación en la que los cambios de rutinas, espacios y tiempos se han visto drásticamente modificados de una manera imprevista», indica el estudio. De esta forma, «la mitad de las madres afirman que han tenido un nivel muy alto de preocupación por el estado emocional de los hijos » mientras que en el caso de los hombres, esa cifra baja al 40 por ciento, diez puntos menos.
Mirando al futuro
La crisis del coronavirus no ha acabado con la llegada de la nueva normalidad y el levantamiento de las condiciones de confinamiento. De hecho, señala el estudio, «la actual crisis, aunque se ha originado como una crisis sanitaria y de salud , tiene múltiples efectos en otros muchos ámbitos de la sociedad». Cambios que se irán viendo con el tiempo pero que los andaluces ya adivinan. De esta forma, el estudio ha querido saber qué preocupa a la población de cara al futuro tras pasar lo más grave de la pandemia.
La saturación de los servicios sanitarios por culpa del coronavirus es la principal preocupación de todos los tramos de edad en Andalucía. Es lo que temen el 46 por ciento de los andaluces. Ese miedo es más alto en el caso de los menores de 30 años (el 52 por ciento lo refiere en su respuesta) y más baja en los mayores de 65 (el 32 por ciento).
Por edades, el siguiente miedo cambia. Para los menores de 30 es la pérdida de ingresos; para los de hasta 44 años, contraer el virus; quienes tienen menos de 65 años temen las revueltas y la inseguridad, igual que los mayores de 65.