ENTREVISTA CON ROJAS MARCOS
«El 28-F fue una farsa urdida por UCD y el PSOE»
Desde la independencia que da su posición personal, Alejandro Rojas Marcos se permite el lujo de analizar la situación de Andalucía sin argumentarios
¿Qué es Andalucía?
Cernuda decía que era un pedazo de tierra con voluntad de pueblo. Me parece una definición perfecta.
¿Qué es el pueblo andaluz?
Es en parte realidad, y en parte proyecto. Hoy, desgraciadamente, ni es proyecto ni es realidad. Sobran identidad, cultura e historia, pero faltan conciencia, voluntad y poder.
¿Dónde está el andalucismo ahora?
En letargo. Que despierte o no, depende de los andaluces.
¿Por qué desapareció el PA?
Dimitió ante el pueblo andaluz porque constató que no era querido lo suficiente.
Acabamos de celebrar el 28-F y sabemos lo que pasó ese día. ¿Pero qué ocurrió después, cuando se perdió el referéndum en Almería y hubo que maniobrar?
El Partido Andalucista fue el único que quiso desbloquear el 28-F, y lo hizo de la única manera que era posible: forzando a Suárez a aceptar el 28-F.
¿Qué hizo el PSOE tras aquel referéndum que le permitió mantenerse en el poder hasta hoy?
Lo lógico. Tirarse contra los andalucistas con armas blancas y negras. Por un lado nos lanzaron injurias: decían que éramos unos traidores. Por el otro, calumnias: afirmaban que habíamos renunciado a la autonomía plena. Aquello fue una guerra sucia.
¿Qué queda de aquella ilusión que se forjó entre el 4 de diciembre de 1977 y el 28 de febrero de 1980?
El origen era inmaculado, y fue el 4-D. El 28-F fue una gran farsa urdida por el pacto entre la UCD y el PSOE del 28 de diciembre de 1979, donde se establecía unas condiciones para el referéndum imposibles de superar.
¿Por qué cambió el PSOE en esos tres meses?
Para arrebatarle la Moncloa a Suárez.
¿Qué balance hace de estos 36 años de autonomía? ¿Cuál sería el saldo hasta este momento?
El saldo final es que no hay autonomía política, aunque la haya administrativa. Hay una administración autonómica potente, pero el hecho de que no haya poder andaluz nos mantiene a la cola de Europa.
¿Andalucía ha aprovechado las oportunidades que ha tenido en estos años gracias, por ejemplo, a los fondos europeos?
Este periodo es una entente brillante, pero negativa, entre un partido inteligente que es el PSOE y unos ciudadanos que se entregan a él a bajo precio.
¿Por qué no ha ganado la oposición en Andalucía? Hay quien interpreta este hecho como una anomalía democrática…
Hay dos razones. La primera es que el PSOE, en vez de echar las lógicas raíces, ha echado inamovibles anclajes. Eso no es algo natural, porque el anclaje no hay quien lo quite. Además, la oposición siempre ha jugado en el terreno del PSOE. Nosotros hemos estado en la oposición, pero la única alternativa posible es la del PP.
¿Cómo evalúa la participación del PA en el Gobierno andaluz?
Fue un acierto gobernar, pero no lo hicimos bien durante el segundo mandato.
¿Por qué no existe el independentismo en Andalucía?
Porque no vamos en contra de los vientos de la historia.
Hablando de vientos y de historia, ¿hemos salido del tópico andaluz que tantas molestias provoca en algunos sectores intelectuales?
En Andalucía el poder político, social, cultural y mediático anestesia al pueblo andaluz, jaleándole y halagándole, fomentando ese tópico.
¿Por qué la corrupción no ha provocado la derrota electoral y la pérdida del poder del PSOE en Andalucía?
Por la misma razón que la gente sigue votándole al Partido Popular a pesar de la corrupción. El ciudadano ha perdido sensibilidad. Desgraciadamente, con los partidos políticos ocurre lo mismo que sucede con los clubes de fútbol.
¿Puede explicar ese paralelismo?
Los fans de esos clubes son unos incondicionales, y no se dan de baja cuando se produce un fenómeno de corrupción. Muestran una adhesión incondicional a su equipo. A mí me cuesta trabajo comprender que el PSOE y el PP se corrompan y no lo paguen en votos.
¿Qué futuro le augura a Andalucía?
O sale de la inercia, o más letargo.
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