Reducidas a chatarra en un solo año 2.780 armas incautadas en Andalucía
Málaga y Cádiz, donde el tráfico de drogas y el crimen organizado golpean más fuerte, lideran las destrucciones
La Guardia Civil desmantela un taller clandestino de armas de fuego en Cabra

Las intervenciones de armas de fuego por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están siendo cada vez más frecuentes. Andalucía no es una excepción. Las organizaciones criminales se arman hasta los dientes para defenderse o para evitar que otros les ... roben la mercancía, como en el caso de los narcotraficantes, que se están dotando de un arsenal de armas de guerra para continuar con su sucio negocio y eludir la presión policial. A eso hay que añadir quienes se proveen de armas para cometer ilícitos penales o quienes las tienen sin licencia ni permiso para actividades como la caza pero sin cumplir los requisitos necesarios.
Una de las intervenciones recientes que más ha sorprendido a quienes combaten a diario a los ilícitos ha sido realizada este verano en la localidad gaditana de Chipiona tras la detención de un hombre que embistió a un vehículo policial cuando huía con un cargamento de hachís. La Policía Nacional encontró en su casa todo un arsenal con armas de guerra incluidas, lo que da una idea de la escalada de violencia entre estas organizaciones. Había pistolas, revólveres, escopetas de dos cañones, una pistola de bolsillo, un subfusil de asalto AK47 y abundante munición.
No ha sido la única intervención destacada en la zona cero del narcotráfico de Andalucía. El pasado mes de junio, la Policía Nacional descubrió en el remolque de un vehículo estacionado junto a un céntrico hotel de La Línea de la Concepción otro arsenal: armas largas listas para ser disparadas, una máquina para producir munición casera, pólvora, más de 3.000 cartuchos de diversos calibres, armas blancas de grandes dimensiones y gran potencial lesivo, además de material militar como un chaleco antibalas de gran protección balística y cascos de guerra.
Armas de guerra
El propietario de tan sorprendente cargamento era un exmilitar francés. Los agentes sospecharon que su objetivo era venderlo a alguna organización de narcotraficantes en Andalucía, ya que las armas intervenidas son de las que se utilizan en los lugares donde los narcos custodian la droga, las llamadas 'guarderías'.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les están arrebatando a los narcos un auténtico arsenal de armas gracias al Plan de Seguridad del Campo de Gibraltar, que se ha extendido ya a media Andalucía debido a que estas organizaciones amplían su radio de acción para intentar esquivar la presión policial en esta comarca gaditana.
Es muy raro el registro o la operación antidroga en la que no se intervengan armas, cada vez de mayor calibre y más dañinas. Sin embargo, el Ministerio del Interior, que difunde con frecuencia datos de la droga, los vehículos, el dinero y las joyas intervenidas, no tiene registro de las armas incautadas a estas organizaciones criminales.
ABC ha querido conocer qué se hace con estas armas intervenidas. Los datos facilitados por la Guardia Civil en Andalucía son escalofriantes y dan una idea de la dimensión del problema. Así, entre junio de 2021 y junio de 2022 han sido reducidas a chatarra por orden judicial en Andalucía un total de 2.781 armas, la práctica totalidad de fuego.

Málaga, donde los tiroteos, ajustes de cuentas y enfrentamientos por parte de organizaciones criminales están a la orden del día, lidera este sorprendente ranking. Según datos facilitados a ABC por la Guardia Civil, en la Comandancia de Málaga han sido 1.092 las armas a disposición judicial convertidas en chatarra en el último año.
Le sigue la provincia de Cádiz, con un total de 722 armas reducidas a chatarra, 600 de las cuales estaban custodiadas en la Comandancia de Algeciras.
En la provincia de Almería han sido destruidas 344; en Granada, 220; en Sevilla, 206; en Jaén, 132; en Huelva, 32; y en Córdoba otras 32.
Visitamos el departamento de Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. En este caso, las armas, que también proceden de intervenciones de la Policía Nacional y Policías Locales de la zona, son transportadas hasta una acería donde se fiscaliza todo el proceso de destrucción, algo que se hace una vez al año. Son fundidas.
Pero hay mucho más trabajo que hacer, como el relativo a la inspección en armerías, campos de tiro, pirotecnias o comercios como bazares, pero también se controla la seguridad privada (guardias rurales y licencias). «Mensualmente llevamos un control sobre las ventas, reparaciones, número de cartuchería que se ha vendido, a quién, cómo...», explica el sargento responsable del departamento en Algeciras.
En el área de Atención a Ciudadano, se lleva también un control en las actividades de caza y tiro deportivo. Cada tipo de arma de fuego requiere de una licencia y permiso. En algunos casos, como los cazadores, es necesario superar exámenes teórico-prácticos de legislación y de manejo. También se piden los antecedentes penales y se requiere un certificado médico donde el solicitante debe superar pruebas visual, auditiva, toma de tensión y psicotécnica. Los permisos, si todo eso se ha superado, los expide la Guardia Civil y deben ser renovados periódicamente.
Agentes retirados
«A día de hoy, la mayoría de las armas cortas que hay registradas son de personas que han trabajado toda su vida con un arma de fuego y llega el momento de jubilarse. Son agentes retirados y se le concede esa licencia. Aquí en el Campo de Gibraltar, por ejemplo, hay agentes que han trabajado toda su vida contra el crimen organizado...», explica este sargento.
Además, un programa informático alerta si una persona con tiene licencia de armas en vigor ha incurrido en algún delito de violencia de género o está en un procedimiento de delincuencia organizada o ilícito penal.
El número de armas intervenidas por narcotráfico en esta comarca en los últimos años se ha disparado y algunos agentes se han pasado «al lado oscuro». En esos casos se inicia un procedimiento de revocación. «En el Campo de Gibraltar todos los meses salta alguien que tiene licencia de armas en vigor porque era cazador, por ejemplo, por pertenencia a organización criminal. Lo mismo ocurre en las denuncias por violencia de género». En esta última casuística deben entregar las armas.
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