Ahogados de Mijas
La viuda sobre el padre ahogado junto a sus dos hijos en Mijas: «Aprendió en ríos, pero no lo he visto nadar nunca»
La familia relató ante la Guardia Civil que era la segunda vez que se iban de vacaciones y que los niños habían dado clases de natación
Murieron ahogados en una piscina de recreo de Mijas. La investigación de la Guardia Civil fue remitida al Juzgado de Instrucción 2 de Fuengirola como un fatal accidente por «falta de pericia» al nadar de los tres fallecidos. El vaso en forma de embudo , con 1,35 metros de profundidad en el borde y unos dos metros en la parte central, pudo ser una «trampa» mortal si no estaban duchos en el agua. Allí perdieron la vida Gabriel Diya de 52 años junto a sus hijos Comfort de nueve y Praise de 16 años. Su viuda y madre de los chicos entonces aseguró a la Guardia Civil que su marido sabía nadar y que «aprendió en ríos» .
Según fuentes de la investigación la familia reseño que aprendió a nadar en ríos de Nigeria, que era su país de origen. Sin embargo, la viuda también dijo que ella «nunca lo había visto nadar» , como confirma el propio abogado de la familia, Javier Toro. La propia mujer añadió ante la Guardia Civil que ella no sabía nadar, pero que sus tres hijos sí lo sabían hacer, porque habían recibido clases en el colegio donde estudiaban en Charlton en el sureste de Londres. La incógnita era si tenían los suficientes conocimientos como para salir de aquella piscina. La hija superviviente de la tragedia señaló que era la segunda vez que salían de vacaciones y que tampoco había visto a su padre nadar.
La misma viuda y madre de dos de los fallecidos explicó que eran las 13.30 horas del pasado día 24 de diciembre en el complejo del Club La Costa World de Mijas. Allí sus tres hijos se bañaban en la zona menos profunda de la piscina . Habían llegado dos días antes y los progenitores estaban tomando el sol. En un determinado momento, la hermana de 14 años, salió de la piscina, observando desde fuera como la pequeña entraba en la zona más profunda y no podía salir por sus propios medios.
El chico de 16 años y 1,95 metros acudió en su ayuda, teniendo problemas para salir, por lo que entró su padre al agua para sacarlos y los tres perecieron, según la Guardia Civil, por «falta de pericia» al nadar. Algo con la que la familia no está de acuerdo. La madre pidió ayuda y un trabajador de lanzó a la piscina sin éxito en el rescate.
Una testigo explica que los tres niños entraron en el agua de forma voluntaria y distendida
Otra testigo ocular de los hechos aseguró a la Guardia Civil que la familia estaba en la piscina y que los tres niños se habían introducido en agua «voluntariamente y de forma distendida» . El padre de 1,90 metros, según las fuentes, habría muerto al intentar sacarlos de la piscina cuando se estaban ahogando. Y la duda está en si el hombre tenía pericia suficiente para efectuar un rescate de dos niños. La Guardia Civil concluye que «no le fue posible debido a que no sabía nadar».
En un principio se creyó que la succión de fondo de la piscina para hacer las tareas de limpieza había sido la causante. Los había atrapado en una especie de remolino, pero lo cuerpos no tienen marcas ni moratones, que podría haber hecho la succión. Los datos de la autopsia explican que los cuerpos no presentaban ningún signo que indique muestras de golpes o arañazos producidos por alguno de los elementos que componen el sistema de funcionamiento de la piscina.
La familia culpa a la piscina y no descarta abrir una investigación paralela para buscar respuestas
La Junta de Andalucía ha constatado que las instalaciones cumplen con todas las normas y determinaron que no existe ninguna irregularidad desde el punto de vista sanitario. Además, por las dimensiones de la piscina no requiere de ninguna vigilancia especial ni socorrista, más allá de los controles habituales que son normales en este caso.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil también lo descartó después de hacer varias muestras con diferentes productos y comprobar que el funcionamiento de los motores era «normal» y que la succión era «mínima» . Por lo que se llegó a investigar hasta la temperatura del agua por si la frialdad de la misma impidiera nadar en condiciones y hasta se han encargado análisis toxicológicos para descartar cualquier agente externo. Pese a todo, la familia culpa al funcionamiento de la piscina y ya señaló que no descarta abrir una investigación paralela si no se le ofrecen respuestas sobre lo ocurrido.
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