HISTORIA
Tres décadas desde la gran «independencia» andaluza
Torremolinos ha celebrado esta semana 30 años de la «rebelión» por la que logró segregarse de Málaga capital

Ha habido otras segregaciones de municipios en Andalucía. Pero ninguna del calibre y la significación política que tuvo la de Torremolinos . El 27 de septiembre de 1988 la localidad costera malagueña estalló de júbilo. «Era como si nos hubiera tocado a todos el Gordo», recuerda Paco Campoy , uno de los vecinos que se integró en la Junta Pro-Autonomía de Torremolinos y que celebró gozoso que ya eran un pueblo aquel día. «¡Ya somos catetos!» , fue el grito que miles de vecinos exaltaron en las calles cuando la Junta de Andalucía decidió que el barrio se convertía en pueblo. « Llevábamos 20 años queriendo ser de pueblo . Catetos y no de la capital», sentencia Campoy. La ahora ciudad salió del callejero de Málaga y aquellos «catetos» comenzaron a escribir su futuro.
Dos décadas antes de aquella señalada fecha, donde los confetis tomaron las calles, comenzó un proceso largo, que medio siglo después se recuerda como el inicio del mayor logro social de los vecinos de Torremolinos. Recordado en un monolito con una placa en la plaza de la Independencia . «Primero arrancaron las conversaciones y reuniones para mover a la gente», explica Campoy, que sitúa aquellos primeros encuentros sobre mediados de los años 60. Había malestar, porque Torremolinos era la principal zona turística . El Ayuntamiento de Málaga nos decían que se gastaba lo que se ingresaba, pero no era verdad. «Recibíamos una inversión de unos 600 millones de pesetas al año, mientras generábamos 2.000 millones. Había que luchar », apunta aquel testigo de la segregación.
El grupo de vecinos quejosos con la gestión de sus recursos económicos se puso en manos del abogado Antonio Tastet , al que una calle recuerda en la ciudad por su proeza. El sueño era recuperar la autonomía que el pueblo había perdido el 30 de junio de 1924. Su historia como municipio acababa ahí , tras haber sido declarado como tal el 1 de enero de 1801. Quería «ser libres».
Una década de lucha
De la mano de aquel abogado, 43 personas convencieron a miles de la necesidad de caminar solos por la historia. Fue una lucha de una década, que arrancó en 1979 y culminó 9 años después . La muchedumbre tomó la calle . Creció la conciencia de pueblo, que nunca se había perdido pese a la pertenencia a la capital. Los políticos de Málaga miraban con recelo, la calle aglutinaba a 5.000 personas tras una pancarta pidiendo ser independientes y en los toros a José Rodríguez de la Borbolla , entonces presidente de la Junta de Andalucía, se le arrancaba un compromiso para la segregación .
En 1982 el pleno de Málaga se mostraba contrario a la separación. La Junta Pro-Autonomía había presentado un escrito el 30 de abril para votar la segregación.
El PSOE, que gobernaba la capital, hacía a los suyos decidir entre el partido o sus raíces . Los ediles socialistas votaban en contra de la independencia de iniciar el expediente. En 1984 se puso un Contencioso-Administrativo contra esa decisión, que acabó con el visto bueno a la tramitación en 1986 y nuevo acuerdo del pleno de Málaga capital, que aceptó las lindes que habían separado Málaga de Torremolinos hasta 1924. «Había amigos socialistas que eran de Torremolinos, pero que se veían obligados a elegir entre el partido o su pueblo», señala Campoy.
La lucha llevó a 6.000 personas ante el Parlamento de Andalucía en Sevilla y aquel clamor popular se convirtió en historia con el Decreto 283/1988 del 27 de septiembre, en el que el presidente Rodríguez de la Borbolla firmaba la aprobación de « segregación del núcleo de Torremolinos , perteneciente al municipio de Málaga, para constituirse en un nuevo e independiente municipio, con la denominación de Torremolinos y capitalidad en dicho núcleo». El socialista José Aparicio dejó de ser el alcalde y pasó a regir su compañero de partido Miguel Escalona, como primer alcalde de la nueva ciudad independiente.