Sanidad
Trasladan a un niño desde Málaga a Barcelona con un corazón y un pulmón artificial
Durante el vuelo tuvieron que hacer ocho analíticas al paciente para supervisar cómo le afectaban los cambios de altura
La tarea requería que todo funcionara como un reloj suizo. La vida de un niño de tres años estaba en juego. El pequeño debía aguantar un viaje en helicóptero entre Málaga y Barcelona conectado a un corazón y un pulmón artificial . No era fácil, pero se logró gracias a los profesionales del Hospital Regional de Málaga encargados de la coordinación. El menor estaba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Materno Infantil y, una vez pudo ser derivado al Hospital Vall de Hebrón, se procedió a coordinar el operativo.
Ell traslado se hizo en helicóptero, en una maniobra pionera en España, y en el que han participado una veintena de profesionales del centro. Asimismo, ha sido clave la actuación de la Empresa Pública de Emergencias (EPES) que participó con un equipo móvil de ambulancia y con un helicóptero medicalizado acompañado de un intensivista pediátrico, una enfermera de la UCI de pediatría, un perfusionista y un cirujano cardiovascular, además del equipo habitual de la propia aeronave.
El paciente sufre una enfermedad pulmonar crónica, precisa de un complejo trasplante pulmonar que debe realizarse en el Hospital Vall de Hebrón . El jefe de sección de la UCI de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, José Camacho, explicó que era «la única opción para el traslado era un soporte de pulmón y corazón artificial» .
Esta técnica suplanta temporalmente la función del corazón y los pulmones, manteniendo la circulación de la sangre y la presencia de oxígeno en el cuerpo. «Es el último recurso en pacientes con patología cardíaca o respiratoria grave, la gestión de los tiempos es muy importante , no se podían correr riesgos innecesarios», abundó el intensivista Antonio Morales sobre este «reto» superado por todo el equipo.
La enfermera Cristina Arcos, que también voló con el menor, recuerda cada paso dado en la operación. Primero el paso de la cama de la UCI a la camilla, luego de la camilla a la ambulancia, para después de la ambulancia al helicóptero. Una vez en Barcelona, hubo que bajarlo del helicóptero a la camilla de la ambulancia y, de esta, a la del centro. «Que el paciente llegase en circunstancias óptimas, un orgullo» , recuerda la enfermera, sobre esta operación realizada el pasado viernes.
El vuelo partió del helipuerto del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y tuvo una duración inicial de una hora y cincuenta minutos. Pasado este tiempo, pararon a repostar en Alicante , donde reanudaron el vuelo a la media hora. La segunda parte del viaje, hasta Barcelona, tuvo la misma duración que el primer trayecto.
«De Málaga a Alicante alcanzamos los 5.000 pies, aunque más tarde nos mantuvimos a 1.500. Dependiendo de la altura puede aumentar o disminuir la oxigenación del paciente, por lo que hicimos ocho analíticas desde que salimos y hasta que llegamos para ver si era necesario variar los parámetros ventilatorios», explica el perfusionista Juan Carlos Santos.