VIOLENCIA DE GÉNERO
La trágica vida de Manoli, la última víctima de violencia de género en Andalucía
La mujer había sufrido el maltrato de dos parejas anteriores, sobre los que pesaba desde este años orden de alejamiento de la fallecida
Manoli era una muñeca rota. Drogas, alcohol, trabajos temporales precarios y relaciones tóxicas, que acabaron con su vida. Manuela C. de 44 años se convirtió ayer jueves en El Morche, una pedanía de Torrox (Málaga), en una nueva víctima de la violencia género en España. Apareció con casi una decena de puñaladas en el torso y los brazos . Se resistió ante su agresor, puesto que algunas de las lesiones son, según los investigadores, catalogadas de «defensivas».
El cadáver fue hallado por la Guardia Civil, que lleva la investigación sobre el suceso, pasadas las 3.00 horas de la madrugada en un apartamento de un bloque céntrico de esta zona turística. Avisaron los vecinos al oir un pelea. En el lugar del crimen se halló el cuchillo con el que se le había dado muerte. La mujer estaba boca abajo sobre un gran charco sangre. Se le identificó y saltaron dos alertas sobre violencia de género.
Eran dos órdenes de alejamiento sobre dos parejas . Ambas dictadas en 2018. La inspección del lugar y la base de datos de Policía Nacional y Guardia Civil estrecharon el círculo sobre uno de los dos hombres. Se le identificó como su pareja, cuyo último trabajo conocido era el de hamaquero en un chiringuito de la zona.
Vivían juntos
Así J. A. M. L. fue detenido por la Policía Nacional tiempo después, pasadas las 13.20 horas, en el núcleo costero de Torre del Mar en Vélez-Málaga, ciudad de donde eran naturales tanto el presunto homicida como su víctima. Sobre el detenido pesaba una de las órdenes de alejamiento , que saltó en numerosas ocasiones y fue detenido. Fue dictada el pasado mes de julio por amenazas y coacciones.
Sin embargo, ambos vivían juntos en una relación turbulenta en la calle Poniente, antigua Nacional 340 de El Morche. «Se peleaban, salían del juzgado y se iban a vivir juntos , hasta que había otra pelea», explican fuentes del municipio, donde algunos vecinos los recuerdan como personas «conflictivas».
Dos hijos menores
La mujer tenía problemas. Más allá de los que había con sus parejas, el consumo de alcohol y drogas la hacían tener altercados. Según las fuentes consultadas, le constan hasta tres detenciones por desórdenes públicos. En una de ellas, la Policía Local de Torrox vio a dos personas peleándose. Se acercaron a comprobar y descubrieron a Manoli pegando a un hombre. Los identificaron y vieron que el varón era una de sus parejas con orden de alejamiento. Ambos acabaron en el juzgado.
Es uno de los ejemplos de la espiral de autodestrucción que ha acabado con la vida de esta mujer a manos de su pareja. A la que Manoli echó de casa en una pelea que fue la comidilla de todo el vecindario en otra noche de gritos y golpes.
En el mundo quedan dos hijos de la fallecida . Uno solo tiene tres años y el otro ya es un adolescente de 16 años. Manoli cogía todo tipo de trabajos precarios y temporales para mantenerlos. No se le recuerda un empleo fijo, sino siempre pequeñas labores en bares de la zona o limpiando edificios. «Le duraban poco. No eran trabajos estables», explican fuentes del municipio, donde este pasado jueves se guardó un minuto silencio por su memoria y las banderas lucieron a media asta.
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