TURISMO
Torremolinos no quiere ser Magaluf
El Ayuntamiento quiere aprovechar el turismo gay y familiar para reconvertir la oferta de borrachera en una de calidad
Torremolinos no quiere ser Magaluf. La ciudad de la Costa del Sol conoce los peligros de llegar a ser un destino de borrachera y fiesta salvaje. De hecho, tiene zonas que están virando de forma progresiva hacia ese tipo de oferta. Los sótanos de algunos pubs de ambiente de la localidad se destapan como un oasis para Don Carnal. Una zona a la que se le ha llegado a denominar de forma vulgar como «el pasaje del terror». « Nos reiríamos del «mamading» si saliera a luz lo que pasa en algunos locales de Torremolinos », aseguran desde Ayuntamiento. Lugares donde dar rienda suelta a los instintos más básicos, que mezclados con el alcohol y, en muchas ocasiones, con las drogas se antojan un problema para una marca de ciudad que intenta atraer un turismo familiar y que se ha convertido en uno de los destinos gay por excelencia de Europa.
Ante el peligro de degradación en la oferta turística de la ciudad, el Ayuntamiento busca nuevos modelos para reconducir la situación y prevenir sobre la conversión del municipio en un lugar depreciado por este tipo de turistas, que llegan en muchas ocasiones a la costa a beber sin control y provocan problemas de seguridad debido a sus borracheras descontroladas. Para que todo esto no suceda, el Consistorio se ha fijado en las acciones que está llevando a cabo Magaluf, uno de los iconos mundiales del «salvajismo» festivo, que intenta reconducirse hacia un emplazamiento de calidad con una oferta de alto «standing».
Para este fin, el alcalde de Torremolinos, José Ortiz García, visitó Palma de Mallorca. La idead era conocer los avances en el proceso de transformación que ha experimentado Calviá y conocer de primera mano los nuevos cambios que se están produciendo en Magaluf . Una vez conocidas las líneas de actuación que se están llevando a cabo en estas ciudades toca implantarlas, de la mano las cadenas hoteleras implicadas en este proceso. Acompañados por la Federación Balear de Comercio y Servicios Turísticos y por la Asociación de comerciantes y empresas de servicios turísticos de Mallorca, la comitiva pudo visitar diferentes hoteles para constatar las nuevas fórmulas turísticas desarrolladas. «Se trata de generar una oferta de mayor calidad. Cambiar el modelo a hoteles con un mayor nivel y buscar otro tipo de cliente », remarca el Ayuntamiento.
La idea de Torremolinos es aprovechar dos patas importantes de su oferta para defenestrar el incipiente turismo de borrachera . Por un lado, se intentará aprovechar el turismo familiar , que tiene una gran incidencia en el municipio y que aporta tranquilidad a la ciudad y aprovechamiento de una oferta de ocio menos agresiva. Por otro lado, se quiere aprovechar el turismo gay para atraer turistas de un mayor poder adquisitivo hacia una oferta en la que destacan hoteles de mayor graduación y restaurantes de más entidad. «Un cliente que demande tranquilidad, hoteles con buenos servicios y restaurantes a la carta», señalan desde el gobierno municipal.
Para esto, la visita municipal a Mallorca estuvo acompañada por empresarios mallorquines con intereses en Torremolinos , como Miguel y Guillermo Miralles de Roc Hoteles, que son propietarios de los hoteles Flamingo, Sidi Lago Rojo y Costa Park. En la reunión se pudo hablar de elevar, por ejemplo, el hotel Flamingo a una categoría de cuatro estrellas para conseguir los fines que se buscan con este nuevo modelo turístico.