CONTRABANDO
Los «topos» ucranianos que generaban 3.500 cigarrillos a la hora enterrados en Málaga
La Guardia Civil ha cerrado la primera fábrica de tabaco ilegal «underground» de Europa, bajo un picadero de caballos
A cuatro metros bajo tierra en la sierra de Monda (Málaga) y cerca de la asfixia. La Guardia Civil buscaba una fábrica de tabaco ilegal, pero se encontró a a seis ucranianos en una situación límite . Tras casi 20 horas de mirar y remirar en la cuadra bajo la que sospechaban que estaba el pastel, los agentes lograron encontrar la rendija que conducía al escondrijo. Estaba bajo un enorme contenedor que hubo que mover con maquinaria industrial. Debajo estaban ellos. Casi asfixiados. Se habían quedado sin aire , porque el generador de gasoil que activaba el sistema de ventilación del zulo se apagó cuando los cabecillas que regentaban el negocio fueron detenidos.
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Eran el último escalón de una red de fabricación ilegal, que había construido la primera factoría bajo tierra que se ha hallado en Europa. Desarrollaban una producción en cadena que arrojaba más de 3.500 cigarrillos a la hora , encomendados a una estampa de una Virgen pegada sobre una de las maquinarias. Envueltos con la marca británica Cartel en una falsificación perfecta en condiciones infrahumanas , bajo un picadero de caballos gestionado por dos hijas de uno de los líderes de la mafia, que no fueron arrestadas.
Debajo de las cuadras, un centro de producción intensivo con turnos las 24 horas en la que los empleados de la banda estuvieron a punto de morir asfixiados. «Cuando les hemos rescatado sus caras eran de gratitud, nadie de la organización nos había dicho que había seis personas aquí enterradas », explica el comandante de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil Carlos Gallego, que confirmó que los trabajadores también fueron detenidos.
Llegaban de Ucrania como turistas, aprovechando el trasiego que hay en la Costa del Sol, para luego desplazarse hasta la finca. Eran trabajadores expertos de fábricas de tabaco en los países del Este. Había desde operarios a técnicos o ingenieros, que manejaban la maquinara extraída de fábricas de Polonia o República Checa. Los «curritos» llegaban para sacarse un dinero trabajando un mes enterrados. La recompensa era de 3.000 euros , después de vivir en un zulo que generaba, según estimación de los investigadores, casi 1,5 millones de euros de beneficios mensuales a una banda que distribuía el producto en Reino Unido.
Sepultados, su vida transcurría sin contacto con el exterior en jorandas de 12 horas, para no parar las máquinas en todo el día. Allí tenían sus literas, baños, cocina y el lugar de trabajo, que estaba completamente insonorizado para que el ruido en el exterior no alertara de la producción. En el «búnker» había una zona de acceso por una estrecha escalera, que llegaba a la maquinaria de fabricación de los cigarrillos y otra en la que se hacía una simulación perfecta de la marca británica Cartel. «Tiene hasta su control de calidad» , remarcaba una agente, mientras otro compañero enseñaba en otra sala todo el tabaco «defectuoso» desechado.
Finalmente, la operación «Hannibal» se ha saldado con 20 personas detenidas, de las que doce han sido enviadas a prisión por el Juzgado de Instrucción 1 de Coín, que se ha hecho cargo de la causa. Se han realizado trece registros domiciliarios y de varias naves industriales.
Entre ellos están las dos viviendas de los cabecillas de la banda . Un británico en Málaga capital y un lituano en Marbella, que ya tenía causas abiertas en Holanda por hechos similares. Finalmente, se han intervenido 153.000 cajetillas de tabaco listas para su venta, 17.600 kilogramos de picadura de tabaco, 20 kilogramos de hachís y 144 kilogramos de marihuana. A su vez, se ha procedido al desmantelamiento de una plantación «indoor» de marihuana.