MÁLAGA

La suerte de los burro-taxis de Mijas corre peligro

En los últimos tiempos se han multiplicado las protestas contra esta actividad que forma parte de la historia y la imagen del municipio

Imagen de los burritos en un paseo turístico EL CORREO

P.D.A.

Dos denuncias por maltrato animal ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, videos que muestran un comportamiento nada edificante , campañas internacionales encabezadas por los residentes extranjeros y alguna que otra manifestación han reabierto el debate sobre el futuro de los burro-taxis de Mijas. Una atracción que es imagen de este municipio costasoleño, cuyo futuro parece irremediablemente enfrentado ante una sociedad con una creciente conciencia ecológica, que intenta adaptarse a los nuevos tiempos.

El partido animalista Pacma concentró días atrás a unas 200 personas a las puertas del Ayuntamiento de la localidad para exigir la retirada de este servicio turístico. Era el segundo paso que daba el colectivo después de que interpusiera una denuncia ante el Instituto Armado alertando las condiciones en las que se encuentran los equinos.

Esta denuncia está fundamentada, principalmente, en una grabación de la que dio cuenta ABC y en la que se veía cómo un individuo patea en la cabeza al animal y lo arrastra por la calzada para que se ponga en pie. Una secuencia que dura varios minutos.

«Paremos la crueldad animal»

Estas mismas imágenes fueron el soporte de otra denuncia que formularon miembros de la formación Podemos y el punto de partida de una campaña de recogida de firmas en la Red que acumula más de 8.400 apoyos. «Paremos la crueldad animal. ¡Boicot a España!», proponía una firmante sueca ; mientras que un británico pedía que las personas que salían en el video fuesen procesadas.

La situación de estos animales ha calado hondo en la amplia colonia de residentes extranjeros de la Costa del Sol y varios medios extranjeros se han hecho eco de ello. The Sun, por ejemplo, titulaba: «Turistas horrorizados al ver cómo un burro es pateado en la cabeza»; mientras que se ha creado un perfil en una red social con el nombre: «Mijas Pueblo, crueldad animal».

Ante esta creciente contestación ciudadana, la propuesta del Ayuntamiento de la localidad ha sido ofrecer un curso de «reciclaje» a los arrieros, así como la imposición de normas para el cuidado de los equinos.

Esta actividad formativa se dividió en dos partes y fue impartida por trabajadores del Refugio del Burrito los pasados 23 y 24 de noviembre. La primera fue teórica y consistirá en «explicar el cuidado de los burros, el tipo de alimentación beneficiaria para ellos, el cuidado de los cascos, la prevención de heridas, la etología del animal...», explicó la directora de la citada asociación, Verónica Sánchez. La segunda se impartió en el propio refugio, centrada en el manejo de estos animales para saber tratarlos en su día a día «y que resulte un refuerzo positivo».

A los asistentes, al finalizar, se les dio un carné que acredita —según el Consistorio— que posee los conocimientos necesarios para desempeñar el trabajo.

Los animalistas ponen sobre la mesa informes veterinarios que alertan de las lesiones que padecen

Esta iniciativa no ha satisfecho a los colectivos animalistas, que recalcan en cada una de sus intervenciones las supuestamente malas condiciones en las que se encuentran los equinos, Además, frente a los que alegan la tradición de una actividad y la supuesta naturaleza trabajadora de estos animales, los que piensan lo contrario ponen sobre la mesa informes veterinarios que alertan de las lesiones que padecen.

«Con frecuencia se observan procesos de deshidratación severa» , señaló un veterinario del equipo olímpico español de Equitación que analizó la situación de los equinos que son utilizados en muchas ciudades como atracción de feria o para tirar de un coche, a lo que agregó se aprecian casos de falta de alimento que derivan en «anorexia y caquexia que dan lugar a imágenes de equinos extenuados».

Ciclo metabólico

Este profesional explicó que los periodos de trabajo superiores a cuatro horas pueden provocar «una alteración severa del ciclo metabólico» de estos animales. «Las enfermedades del casco también son muy frecuentes y sin la actuación adecuada de un veterinario y un herrador se producen cojeras crónicas que cursan en procesos muy dolorosos para el caballo y que suelen terminar con la muerte del mismo», denunció en un informe.

El Servicio de Cirugía Equina de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba (UCO) recordó en un estudio similar que desde 1977 existe una Declaración de los Derechos de los Animales. En ella se recomienda que el equino sea alimentado dos o tres veces al día, además de tener acceso libre al agua; para después recomendar que, ante cualquier indicio de cansancio, deshidratación sobreesfuerzo, enfermedad o dolor «debe suponer la inmediata suspensión del trabajo».

La asociación de CyD Santa María, dedicada al cuidado de caballos abandonados, se ha mostrado muy crítica con la utilización de equinos en atracciones de cualquier tipo. Su presidenta, Concordia Márquez , ya declaró a este periódico que «estos espectáculos, independientemente de que las actuales leyes ya los condenen por cuestiones de sanidad, seguridad y bienestar animal, son un paso atrás en la educación y desarrollo moral y cultural de toda una generación».

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