Semana Santa 2022

Antonio Banderas vuelve a sacar la Virgen de Lágrimas y Favores en Málaga tras dos años sin salir

El actor deseó que la Semana Santa tenga un trasfondo solidario para estar donde las instituciones no llegan

«Se va a notar en las calles la cantidad de gente que ha buscado consuelo en la espiritualidad este tiempo»

Antonio Banderas junta al trono antes de comenzar la procesión Francis Silva

J.J. Madueño

Volvió. La Semana Santa regresó a las calles de Málaga. El Domingo de Ramos se desplegó en todo su esplendor. Temperatura de 24 grados, cielo azul y una muchedumbre con ganas de ver los tronos en las calles. La Pollinica sacó a los niños vestidos de hebreos a las 10.00 horas, las palmas, las ramitas de olivo, la alegría y la devoción, como la de Antonio Banderas , que un año más volvió a cumplir con la Virgen de Lágrimas y Favores. La única capaz de darle algo que nadie más puede: el anonimato.

A las 15.15 horas se abrieron las puertas de la Iglesia de San Juan en el centro. Las columnas de nazarenos tomaron las calles y dentro los sones de la banda hacían mecerse a la 'Niña de San Juan' bajo su palio. Durante las ocho horas que dura el desfile por las calles de Málaga, tapado frente al trono, el actor vuelve a ser José Antonio Domínguez Banderas , el que se bautizó en esa misma parroquia, desde donde sale con esta 'Virgencita' desde hace ya 16 años.

Es la iglesia donde se casaron sus padres, donde fueron bautizados su hermano y él, así como el lugar donde ellos despidieron sus progenitores para siempre rodeados de amigos. En ese templo del centro de Málaga, Antonio Banderas vuelve a ser un desconocido, uno más entre la multitud. Solo, mirando a la Virgen a los ojos, rezándole, hablando con ella y guiando a los hermanos no biológicos por las calles de la ciudad. Lo hace martillo en mano, con los toques de campana que marcan las órdenes, bajo la nube de incienso y en devota penitencia .

Y ahí en esa intimidad, en la que se sumerge cuando s e pone la capucha verde tras un beso de Nicole Kimpel , es donde Antonio Banderas se entrega a la tierra que le vio nacer, como pudo ver desde cerca María Casado, disfrutado de un momento tan íntimo como es el himno de Lágrimas y Favores, que no consiguió despertar la pequeño Juan Carlos de siete meses, dormido en brazos de su padre.

Instantes antes de salir la procesión, los hombres de trono se abrazan formando una sola unidad. Suena la banda desde el corazón de San Juan y cantan todos con un solo pecho «entre los varales los malacitanos». Es el momento más íntimo, donde hasta el más curtido suelta la lágrima de emoción. Es la Semana Santa. Inexplicable sentimiento de quien encomienda su vida un Virgen o un Cristo . Muchos han sido lo que lo han hecho en estos dos años en blanco. Cuando la pandemia impidió este brote amor público.

La Virgen de Lágrimas y Favores saliendo de San Juan J.J.M.

Una unión espiritual entorno a la Virgen de las Reales Cofradías Fusionadas que ha cumplido ya 18 años desde su recuperación, como recordaba el mismo Antonio Banderas, que haciendo historia de las de este hermandad explicó como en los 80 la imagen se quemó y hace ahora 18 años la 'Virgencita' volvió a esta Iglesia, para dos años después conquistar las calles vestida de verde con su trono de lágrimas de plata .

No es para Antonio Banderas una simple imagen, sino el vehículo por el que se vuelca con una tierra que le duele en los más profundo. Así lo demuestra cada vez que reivindica que no hay Semana Santa sin la 'S' de solidaridad . «Son tiempos difíciles y las cofradías colaboramos de una forma directa allí donde las instituciones públicas no pueden llegar», ha explicado antes de salir en procesión.

Para Banderas no hay devoción sin caridad, tampoco para la parroquia de San Juan, que mantiene una activa acción de Cáritas en este barrio céntrico de la capital. Desde donde cada año se lanza un mensaje de esperanza y en cuyas puertas la multitud se agolpa para ver salir a sus Sagrados Titulares. «Este año se va a notar en las calles la cantidad de gente que ha buscado consuelo en la espiritualidad este tiempo», ha vaticinado Antonio Banderas, que tras dos años sin seguir este rito volvió a San Juan para sacar a la Virgen de Lágrimas de Favores y deseó que «todo se normalice», después de la pandemia y la guerra a las puertas de Europa.

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