ASESINATO

El sangriento crimen de La Viñuela: 21 años de cárcel por matar a su novia asestándole 105 puñaladas

El asesino llevaba cuatro meses de relación con la víctima a la que asaltó en su casa con un cuchillo de 1,5 centímetros de ancho por ocho de longitud

La Guardia Civil durante la custodia de la vivienda el día del asesinato J.J.M.

J.J. Madueño

José Manuel aprovechó que María Adela estaba sola en su casa de Los Romanes, pedanía de La Viñuela en Málaga. Un pequeño núcleo de viviendas desde el que se divisan las montañas con el pantano a sus pies. La defensa de la mujer ante el asesino era «nula», ya que debido a su historia de amor nada le hacía esperar el «súbito ataque» del que se suponía era su príncipe azul. El pasado 12 de febrero de 2018, el asesino se había desplazado con su Citroën Saxo hasta el domicilio de su pareja, como había hecho tantas otras veces. La diferencia es que esta vez iba a matarla, después de cuatro meses de relación .

María Adela se había enamorado a sus 44 años, después de una trágica historia familiar, que sumó su propio asesinato, que ha sido penado con 21 años y seis meses de prisión por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), tras un recurso de la defensa del condenado. Dejó en el mundo un hijo, que vio como al novio de su madre se le condenaba por un  delito de asesinato con alevosía y ensañamiento , tal y como declaró el jurado por unanimidad. «Estaba en clara desventaja por hallarse sola en la vivienda y portar el acusado un cuchillo, por lo que ella sólo pudo protegerse del ataque ». Además, se le aplicó el agravante de parentesco para una pena de 23 años, que se ha visto rebajada.

Condena por un brutal asesinato machista. Cuando el hombre llegó a la casa de María Adela nada hacía suponer la sangrienta tarde que tenía pensado culminar. Una vez dentro de la casa, se hizo con un cuchillo de cocina que, conforme al examen forense, debía ser de al menos de 1,5 centímetros de anchura y ocho centímetros de longitud. Se acercó a ella y c omenzó a apuñalarla, hasta asestarle 105 cuchilladas con aquella arma, sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo.

María Adela trató de defenderse, como demostrarían los cortes superficiales en las manos. Pero nada hizo parar aquel brutal ataque. José Manuel no paraba de pinchar el cuerpo. Los forenses contaron en aquel cuerpo sin vida recogido sobre un enorme charco sangre 45 heridas inciso-punzantes monocortantes, 13 de ellas heridas incisas, 47 heridas punzantes y erosiones o contusiones. Había dirigido el cuchillo hacia el tórax, abdomen, cara, oído y extremidades.

Las primeras heridas que sufrió María Adela no fueron mortales. Sin embargo, las proferidas al final del ataque, dirigidas al tórax y al abdomen, causaron directa e inmediatamente su muerte. En consecuencia, la víctima tuvo que sentir el dolor provocado por el primer centenar de heridas , recibidas antes de perder de la vida sobre una estancia ensangrentada.

Luego el asesino huyó del lugar. No era la primera vez que atacaba a una mujer . Ya había sido condenado a nueve meses de prisión por golpear a otra pareja, pero la pena se le había conmutado. Al mismo tiempo, en su historial rezaban hasta siete denuncias por malos tratos impuestas por dos parejas anteriores a la asesinada y tenía algún juicio pendiente por pegar a otra mujer.

El culmen fue el brutal asesinato María Adela, por el que fue detenido en Marbella por un policía local fuera de servicio, que conoció el coche, pidió apoyo y lo interceptó con la ropa manchada de la sangre de la que era su novia unas horas antes.

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