PATRONES DE MÁLAGA

San Ciriaco y Santa Paula, patronos de Málaga por designio papal

La ciudad celebra cada 18 de junio la festividad de los Santos Mártires, que murieron en el 303 por no renunciar a ser cristianos ante el imperio romano

San Ciriaco y Santa Paula en procesión SUR

J.J. MADUEÑO

Málaga celebra a sus patrones. San Ciriaco y Santa Paula se visten de gala para salir a encontrarse con la ciudad cada 18 de junio. Una tradición que se remonta a 1487, año de la conquista de la capital por los Reyes Católicos. Tras la hazaña, sus majestades se dirigieron al Papa Inocencio VIII para comunicarle que la fe cristiana seguía avanzando por el sur de la península y que Al-Ándalus iba cayendo con el paso de los años. En la respuesta a aquella misiva, el pontífice no sólo agradeció el empeño de los reyes por asentar los territorios como cristianos, sino que proclamó como patronos de la ciudad a dos jóvenes martirizados en Málaga durante la persecución del Imperio Romano a los cristianos. Se trataba de San Ciriaco y Santa Paula , que desde entonces son patronos de la ciudad.

Es la historia de dos jóvenes que pertenecían a la entonces creciente comunidad cristiana de la ciudad y que presidía el obispo San Patricio –primero del que se tiene constancia en la diócesis–. San Ciriaco y Santa Paula fueron apresados en la Gran Persecución del emperador Diocleciano –Del 303 al 313– y sometidos a dolorosos tormentos con el propósito de obligarles a que renunciaran a su fe y adorasen a las divinidades paganas romanas.

Nada consiguieron los torturadores con aquello. Fueron condenados a muerte y lapidados atados a sendos árboles , según la historia, junto al río Guadalmedina el 18 de junio del año 303, en lo que ahora se conoce como Paseo de Martiricos. Cuenta la leyenda que, tras la ejecución de los dos jóvenes, cayó un fuerte aguacero que impidió que sus cuerpos fuesen quemados y que fueron finalmente los cristianos de la comunidad los que recogieron y procedieron a darle cristiana sepultura a San Ciriaco y Santa Paula. Desde entonces y hasta el siglo XI, los mártires malagueños fueron venerados tanto en la ciudad como en toda la antigua bética .

En 1548 los Reyes Católicos erigieron un templo dedicado a estos dos mártires y en 1582 se declaró como jornada festiva en Málaga el día 18 de junio. Con el paso del tiempo se fueron perdiendo las actividades en honor a los mártires malagueños, hasta que la Real Congregación de los Santos Mártires recuperó la fiesta. Ahora cada 18 de junio una verbena recuerda el sacrificio de aquellos dos jóvenes 1.700 años atrás, que dio alas a la Fe cristiana en esta parte del imperio de Romano. Los cultos se suceden tanto en la Iglesia de Los Santos Mártires como en la Catedral y en el día de su festividad salen a la calle sobre un lecho de claveles para recordar aquellos viejos sucesos .

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