Referéndum en un colegio de Málaga: Papa Noel vence a los pastorcitos

Cómo llevar vestidos a sus hijos el día de la fiesta de Navidad se ha convertido casi en una cuestión de Estado en un colegio público malagueño después de que algunos padres expresaran su disconformidad por el hecho de que otros fuesen a llevar a sus hijos con trajes. Una situación que derivó en una reunión «contrarreloj» y una especie de referéndum en el que se acordó que todos los pequeños debían ir disfrazados de Papa Noel para evitar herir sensibilidades. Circunstancia que, como era previsible, ha generado malestar en los otros padres al ver atacada su libertad, algo que desmiente la Delegación de Educación a pesar de la existencia de una carta enviada por una tutora del centro.

Esta circunstancia se ha producido en el CEIP Parque Clavero y tiene como protagonistas involuntarios a pequeños de tres años que asisten a las dos clases de primero de Primaria.

«Cuando se anunció la fiesta, algunos expresamos el deseo de que nuestros hijos pudiesen ir vestidos de pastorcilla o algún otro motivo relacionado con el Portal de Belén, pero parece que eso no gustó a otros padres, que se dirigieron a los educadores», explicó a ABC uno de los progenitores molestos.

Al enquistarse la situación con opiniones contrapuestas, la tutora de la clase remitió a los padres una carta instándoles a un cónclave el pasado día 30 de noviembre. A pesar de que la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía negó cualquier tipo de problema en la celebración de la fiesta, en la misiva de la docente —a la que tuvo acceso este periódico— se explica que, «debido a la variedad de opiniones acerca de la fiesta de Navidad […] hemos pensado hacer una reunión conjunta […] donde se intente llegar a un acuerdo».

«El único objetivo es que los niños disfruten de este día y sus familias lo compartan. Lo demás es secundario», se señala en la nota, que concluye con la concreción del lugar y hora de la cita.

Uno de los padres consultados por este periódico señaló que en esa cita, «para evitar más problemas», se decidió que los niños fuesen vestidos de Papa Noel. «Al intermedio», ironizó la citada fuente, que se preguntó con cierta sorna si alguien protestaría porque se estuviese fomentando un personaje cuya imagen fue redefinida por una marca de refrescos.