Tensión en el PP
El PP de Málaga admite que buscará «alternativas» ante el veto frontal de Génova a su «número dos»
Los populares defienden la gestión de Patricia Navarro pero tratan de reconducir el conflicto con la dirección nacional
El Partido Popular de Málaga nunca había tenido una resaca de congreso tan amarga como la de ayer lunes en los más de doce años en que Elías Bendodo lleva liderando la formación. Y no porque la borrachera incontestable de votos que se llevó el domingo el reelegido presidente provincial (98%) generara mareos precisamente.
El culpable fue el conflicto con la dirección nacional en torno al mantenimiento de su «número dos» , que dejó los ánimos de los populares hechos unos zorros ante lo que se entiende como una «injerencia» con poco sentido . En un partido que puede presumir de estar unido y que atesora unas cotas de poder institucional como en muy pocos otros lugares.
A las pocas horas de que el domingo Bendodo tratara de mantener a Patricia Navarro como secretaria general desoyendo los avisos de Génova —que alude al régimen de incompatibilidades de la formación— desde el equipo de Pablo Casado se trasladó el veto expreso al nombramiento . Una clara muestra de autoridad que adelanta cómo se pueden solucionar las tensiones que haya en los congresos provinciales pendientes (sólo se han celebrado los de Granada y Málaga).
Y no hay vuelta atrás. Fuentes de Génova consultadas por este periódico mantenían ayer su rechazo a Navarro —que es también delegada de la Junta en Málaga—. Pero lanzaban además nuevas andanadas contra Elías Bendodo , a quien sí concedieron la dispensa para presentar de nuevo su candidatura a presidente provincial (como consejero en la Junta también incurre en la misma incompatibilidad que su colaboradora) y al que amenazaban directamente con una impugnación de su reelección de seguir en sus trece.
« Bendodo hizo un anuncio que no debería haberse producido, porque había habido avisos suficientes, y se ha de corregir », remachaban, recordando además que el «órdago» se materializó delante de dos colaboradores directos de Casado presentes en el congreso, Pablo Montesinos y Ana Beltrán.
«Esto no puede ocurrir -añadían-. Si nos pasamos el día hablando de unidad, unidad y unidad no puedes lanzar un órdago rompiendo el tablero y obligando a la dirección nacional a reaccionar«.
Ante una posición tan tajante, en Málaga ayer ya se comenzaba a templar gaitas . Y aunque la defensa de Navarro era unánime, desde la ejecutiva provincial ya se hablaba claramente de «buscar alternativas» en el caso de que Génova siga sin aceptarla, como todo hace indicar. No se descartaba, con todo, la posibilidad de agotar todas las vías de diálogo para negociar su continuidad.
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