El PP acusa al PSOE de Marbella de encarnar el «neogilismo»

Los populares recuerdan los lazos con el GIL del portavoz de los socialistas, así como la contratación como asesor de un letrado muy vinculado a Isabel García Marcos

P.D.A.

Nuevo cruce de acusaciones entre los grupos municipales de PP y PSOE en el ayuntamiento de Marbella. El último rifirrafe tiene como origen la denuncia efectuada ayer por los populares acusando al alcalde del municipio, el socialista José Bernal, de contratar como asesor a su «amigo» Jaime Olcina, un letrado al que recuerdan sus nexos con el «gilismo» y que ha sido ariete judicial en los últimos escándalos que han afectado a ediles de esta formación.

La portavoz del PP, María Francisca Caracuel, subrayó que los servicios jurídicos de su partido están estudiando una posible incompatibilidadjurídica de Olcina como asesor municipal, aunque destacó que lo que está fuera de toda duda es la incompatibilidad ética y deontológica.

Relató que desde que se constituyó el nuevo equipo de gobierno, la figura y el nombre de Jaime Olcina ha planeado en el día a día municipal, aunque el propio regidor desmintiera el pasado julio que estuviera trabajando para el Consistorio cuando aseguró que únicamente era «amigo suyo personal ».

«En julio solo era amigo de Bernal, pero en septiembre ya se le contrata, aunque no sabemos si por su amistad con el regidor o en pago de los trabajos realizados como abogado del PSOE», dijo Caracuel, quien recordó que además mantiene un despacho profesional en ejercicio y en la ciudad.

«De asesores en Marbella sabemos algo, y de conseguidores mucho más», precisó Caracuel, quien insistió en que el nuevo fichaje del alcalde tiene un curriculum que genera bastante inquietud y muy poca tranquilidad.

Acusó a Olcina además de haber sido defensor del «gilismo» y mano derecha y asesor de Isabel García Marcos, «que todos sabemos cuando tuvo responsabilidades de gobierno a qué se dedicaba».

En su opinión, el nuevo asesor lidera la corriente «neogilista» del equipo de gobierno, junto al portavoz municipal Javier Porcuna, entonces jefe de prensa de la Mancomunidad que presidía Jesús Gil, lo que da una idea de lo «poco adecuado y preocupante» de esta contratación.

Caracuel ha dicho que Olcina debe dar explicaciones, y también el alcalde Jose Bernal, que mintió cuando negó que tuviera relación alguna con el ayuntamiento y aseguraba que el abogado le asesoraba como amigo personal.

Fue el propio Porcuna quien, vía comunicado, respondió a la dirigente popular afirmado que el letrado es «un profesional que ha velado siempre por el interés general de esta ciudad».

«Desconocemos si la preocupación del PP es por la contratación de este profesional, como asesor externo y con todos los parabienes de los departamentos municipales, o por el hecho de que haya sido el impulsor de la imputación y procesamiento del anterior concejal de Urbanismo, Pablo Moro, por el “caso Funky Buddha”», señaló.

El edil defendió que el trabajo de Olcina ha posibilitado «la imputación, por el “caso de La Juanita ”, de Antonio Espada, concejal también del Partido Popular durante las dos legislaturas que ha gobernado esta formación».

Porcuna, además, ha asegurado que pese a los «intentos torpes del PP de vincular a este Equipo de Gobierno con el GIL, los únicos hechos probados son que estas dos formaciones pactaron en Benahavís cuando Ángeles Muñoz era concejala del municipio vecino y donde probablemente se inició el proceso frustrado por esta nueva Corporación de regalar casi 200.000 metros cuadrados de Marbella».

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