CÁNCER

Un piso digno que no llegó a tiempo para el niño con cáncer de Marbella

Benjamín murió el pasado viernes esperando una vivienda que le permitiera salir a la calle sin ayuda

Los bomberos portando a Benjamín por las escaleras ABC

J.J. Madueño

Benjamín murió el pasado viernes esperando una vivienda digna. El pequeño de siete años falleció a la espera del alquiler de una casa en un edificio con ascensor , pero los precios que maneja el mercado en Marbella lo hicieron imposible. El dinero de las donaciones anónimas que llegaban al Parque de Bomberos de Marbella no era suficiente para poder trasladarse a un nuevo domicilio. Irse con su hermana y su madre a un lugar que le diera plena accesibilidad a la calle. Vivió encerrado en su casa de la que sólo lograba salir gracias a la ayuda de los bomberos y los vecinos del gimnasio Sho-Dan, que cargaban con su silla por las escaleras.

El niño tenía un tumor cerebral , que le produjo un sangrado que lo postró en una silla de ruedas. Confinado en un cuarto piso sin ascensor, no podía ir al colegio ni salir a la calle. Fue la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil (Avoi) la que se puso en contacto con los bomberos de Marbella para que le ayudaran. Durante meses, acudían cada mañana al domicilio para bajar al niño por las escaleras , luego lo recogían para volver a subirlo a casa. Por las tardes, eran los chicos del gimnasio los que lo bajaban. Así Benjamín volvió a sonreír y a vivir el fútbol, la gran pasión que quería volver a practicar.

Fue el tiempo en el que el tumor se estabilizó. Meses en los que con el logopeda y las sesiones de rehabilitación trataba de remontar. Mientras el niño luchaba junto a su familia por recuperarse, las muestras de solidaridad hacia su situación se iban sucediendo. Muchas personas anónimas se acercaban para dejar donaciones que sirvieran para dar un nuevo domicilio al niño . Los bomberos, con ese dinero, iban mejorando su calidad vida poco a poco. Hacían pequeñas reformas para adaptar aquel cuarto piso a la silla de ruedas, cambiaban pequeñas cosas para facilitar la vida del niño o le instalaban aire acondicionado para sofocar el calor.

Sin ayudas sociales

Pero antes de que esa soñada vivienda fuera una realidad, el tumor se reactivó y una parada cardiorrespiratoria se llevó a Benjamín agarrado a la mano de su madre. Falleció en el hospital Materno Infantil de Málaga sin seguro, ni póliza que cubriera los gastos fúnebres del niño. Su madre debía hacerse cargo de los gastos, pese a que sus ingresos son limitados y a que las ayudas sociales tramitadas se habían topado con la burocracia durante meses.

El temor era que Benjamín fuera entregado a su madre, sin que esta pudiera darle un reposo en paz. Entonces volvieron a aparecer los bomberos de Marbella, cogieron los 6.000 euros que había guardados para darle una vivienda digna a Benjamín y pagaron todos los gastos fúnebres. Este lunes, los restos del niño fueron entregados a su madre para que les dé descanso eterno, entre los recuerdos de aquellos que le trataron y a los que arrancó una sonrisa con sus ocurrencias.

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