INUNDACIONES EN MÁLAGA

El pillaje emerge en medio de la tragedia en Campillos

Las muestras de solidaridad tienen su contrapunto en aquellos que aprovechan para intentar robar, estafar a los vecinos o tratan de sacar beneficio de los repartos

Uno de los coches retirados tras la riadas en Campillos F. SILVA

J.J. Madueño

En el barrio de «La rana» en Campillos, la legión reparte en las calles más estrechas agua con una pequeña cuba de 2.500 litros. Con ellos va a el alcalde del municipio, que va guiando en qué viviendas se debe dar abastecimiento, según las demandas. Se revisan las reservas de los aljibes y se llena cuando hay necesidad. Algunos vecinos piden a pesar de tener agua en los tanques . Se da prioridad a otros. Es una de las medidas que ha tomado el Ayuntamiento para que algunos vecinos no se aprovechen de la solidaridad. En el parque, cerca del Consistorio, un hombre comenta que hay gente que está retirando más material del que necesita. «Se aprovechan. Eso no está bien» , concluye.

No es el único caso. La solidaridad hizo que empresas, como Procavi y Aquadeus, hayan donado 48.000 litros de agua a los damnificados o que llegaran patrullas en autobuses para limpiar las calles y las casas de los vecinos. En un bar en el parque céntrico, un camarero avisa de que en algunas casas han entrado a robar . «Se han aprovechado de la situación», lamenta antes de decir que le consta que han desaparecido tres coches que no aparecen por ningún lado. «Esos están por ahí para vender las piezas que valgan» , explica este camarero.

Versión que corrobora otro vecino al decir que hay coches que están en zonas públicas. Allí los dejaron tras sacarlos de la zona afectada. «En sitios como junto al colegio San José es fácil que te quiten algo del coche y nadie se entere », dice este vecino. En este lugar, en lo que parece un intento de polígono industrial, hay varios coches. Algunos están destrozados y, en otros casos, tienen piezas separadas en el suelo.

El mismo vecino también confirma que hay quien entra en la casa para intentar llevarse cosas. «Aquí el agua se llevó la puerta de la cochera. Cuando vinimos el primer día había huellas en la entrada, marcadas en el barro , eran de gente que entró dentro, pero la casa está cerrada con llave», explica.

«Peritos» estafadores

Junto al centro de salud, una cuadrilla de mujeres limpia una vivienda afectada. El barro lo inundó todo. El propietario dice que ha estado con el perito del seguro, que han estado contabilizando daños en dos domicilios que tiene afectados. Remarca que le ha pedido la identificación, ya que se han detectado falsos peritos en la «zona cero» de las riadas.

«Eran tres hombres, llegaban a la casa, decían que iban a hacer el peritaje de los daños, pedían 50 o 100 euros y se marchaban », explica este vecino, que asegura que se han marchado del pueblo cuando han comenzado a pedirle la identificación al correrse la voz sobre la estafa. «La gente quiere arreglar sus cosas y dar parte al seguro para volver a la normalidad, pero hay quien ve una oportunidad en eso», remarca este vecino.

En la calle, donde siguen con la limpieza de este domicilio, parte de los 225 efectivos del Infoca, que siguen trabajando por toda la provincia, recuperan la única calle de Campillos que sigue cortada al tráfico cuatro días después de la tragedia.

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