Paro del transporte
Los hosteleros denuncian el daño a la imagen de Málaga como destino turístico por el desabastecimiento
Consideran «nefasta» la gestión del Gobierno del paro en el transporte y ven «imposible» esperar al 29 de marzo para que se alcance un acuerdo
Los empresarios del sector turístico de la Costa del Sol ya están notando en sus negocios los efectos del paro general en el transporte. Las principales patronales de la provincia han denunciado este miércoles el perjuicio que supone el desabastecimiento de productos para prestar servicio y sobre la propia imagen de la provincia de Málaga como destino.
«Somos un sector de servicios. Invertimos muchísimo en promoción y este tipo de situaciones no ayudan», ha explicado el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Luque, quien tacha al Gobierno central por no haber replicado en España la rebaja de combustibles que ya han adoptado en países como Francia o Italia.
Según Luque, no es sostenible para los negocios esperar al 29 de marzo para un acuerdo del Ejecutivo con los transportistas, sobre todo porque el sector ya está notando «los daños colaterales de estos 15 días que llevamos de paro».
Un panorama más pesimista es el que ven desde la Asociación de Empresarios de Playas (Aeplayas), que consideran «nefasta» la gestión del Gobierno de esta crisis en el transporte. «Si esto dura una semana más va a tener que cerrar absolutamente todo el mundo, porque es imposible aguantar», ha apuntado su presidente Manuel Villafaina, «o el Gobierno se pone las pilas o hasta el 29 es imposible que podamos aguantar».
Por el momento, el cierre de negocios de hostelería a causa del desabastecimiento es «residual», tal y como ha señalado el presidente de la patronal andaluza y malagueña, Javier Frutos. Aun así, ha denunciado que la inflación está ahogando a muchas empresas y que la escasez de productos va a ir a más de no adoptarse medidas urgentes.
«Tiene que imperar la agilidad y la responsabilidad en las decisiones que se tengan que tomar para solventar el problema porque nos jugamos mucho», ha subrayado, « el contexto del que venimos -en referencia a la pandemia- no es el más adecuado desde luego para afrontar una crisis como la que estamos sufriendo».
El enquistamiento del conflicto con los transportistas supone un lastre para las perspectivas de recuperación del sector turístico en la provincia de Málaga. Precisamente, las tres patronales han mostrado su preocupación durante la presentación de una jornada que se celebrará el próximo 29 de marzo en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga para captar profesionales para el sector .
Buscan desde camareros y cocineros a directivos y mandos intermedios para hoteles y establecimientos de hostelería de toda la Costa del Sol. Con la jornada esperan cubrir alrededor de 500 puestos de trabajo de cara a la temporada alta en las 40 empresas que se han registrado para el evento, para el que confían en reunir a unos 1.500 demandantes.
En el apartado de hoteles, son fundamentalmente los establecimientos de tres y cuatros estrellas , así como los apartamentos de tres llaves los que están sufriendo en mayor medida la carestía de personal. Con la pandemia, la industria turística ha vivido una fuga de profesionales a otros sectores como el de la logística o la construcción a los que ahora espera recuperar.
«Queremos animar a esta jornada a profesionales en desempleo, en activo y a gente joven que pueda iniciar su carrera profesional en el sector turístico», ha apuntado Javier Frutos. Según el presidente de la patronal hostelera los principales perfiles que necesitan en bares y restaurantes son camareros, ayudantes y jefes de sala, personal de cocina y cocteleros, pero también directivos y profesionales del marketing.
En 2019, las tres patronales daban empleo a 100.000 profesionales en la provincia de Málaga, un dato que la pandemia redujo en 2021 a 74.000 . También en los chiringuitos sufren la falta de todos estos perfiles, así como de espeteros y personal para la zona de hamacas. Según Manuel Villafaina, muchos de los empleados que abandonaron la hostelería eran «buenos profesionales que han conseguido consolidarse en sus nuevas tareas», lo que dificulta aún más su regreso al sector.
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