Rescate de Julen
Parejas de mineros y bomberos, el as en la manga contra la dureza «extrema» de la roca del pozo de Totalán
Los rescatistas esperan encontrar piedras que no sean fácil de romper y se buscan fórmulas para «no reventar» a los mineros en el túnel que llevará hasta Julen
Es roca de «extrema» dureza. Las máquinas se toparon con vetas de piedra de gran espesor y los mineros de Asturias podrían encontrarse también con este tipo de macizos rocosos, mientras se abren paso a través de las entrañas de la montaña para llegar al pequeño Julen. Los geólogos ya llamaron a los mineros para mostrar el tipo de piedra que deben perforar con herramientas manuales. En los ensayos del operativo de rescate se les muestran este tipo de rocas y se idean planes para que no paren el progreso hacia el pozo donde está el pequeño de dos años.
Se han hecho varios estudios del terreno , pero nadie sabe con certeza qué se van a encontrar. Ante eso se barajan varias posibilidades para llevar la excavación a buen término. «Lo mismo los bomberos también deben bajar a picar en turnos mixtos , porque el terreno sea demasiado duro», apunta una fuente de los rescatistas, que dice que el plan inicial es que los ocho mineros de Asturias sean los que hagan el túnel. La Brigada de Salvamento Minero será la que entre para ir hasta Julen, pero si el trabajo se eterniza por culpa de la dureza del terreno , se harán parejas de un minero y un bombero para que los efectivos llegados del Principado «no revienten».
«Los bomberos están preparados por si tienen que bajar a picar» , confirmó Francisco Delgado, presidente del Consorcio de Bomberos de Málaga, que apuntó a que todos los efectivos que tienen que participar en el rescate de Julen fueron replegados para descansar, ante la dura misión que les queda por delante cuando se acaben los trabajos de acondicionamientos del pozo de rescate.
Entonces se producirá la intervención de los mineros de Asturias, a los que esperan un material «muy duro» a 72 metros bajo tierra . Se han hecho varios estudios geológicos para saber la inclinación y la dirección de la galería para llegar hasta el punto donde se desea abrir la ventana de tres metros sin topar con excesiva dureza. Sin embargo, los geólogos que forman parte del equipo técnico avisan de que no saben el tipo material y que son ellos, cuando estén en el pozo, los que van a tener que batallar con las rocas.
El tiempo estimado de intervención es de 24 horas y se han planteado parejas mixtas de bomberos de montaña y mineros, para «no quemar» a los ocho efectivos de la Brigada de Salvamento Minero, que se han desplazado a Totalán para sacar a Julen de agujero. Ante la larga espera, los equipos de rescate se replegaron a sus bases a la espera de una llamada que les diga que el pozo de rescate está listo para intervenir. «Nos vamos para poder estar descansados cuando nos toque actuar» , confirmó uno de estos efectivos.
Las parejas mixtas no son el único as en la manga de los rescatadores para llegar hasta el niño de dos años, que lleva atrapado en el pozo de 25 centímetros por 110 metros de profundidad desde el pasado 13 de enero. En caso de necesidad se pueden usar micro voladuras controladas por parte de los Tedax de la Guardia Civil.
Esto retrasaría el rescate , ya que cada vez que se tuviera que hacer deberían salir los mineros, entrar los especialistas en explosivos, preparar la carga, detonar y luego regresar los mineros, comprobar las estructuras, limpiar el escombro y seguir cavando. Está contemplado, pero no se espera que tengan que usarse explosivos .
Pese a que no han podido actuar hasta ahora, los equipos de rescate están repasando todas las posibilidades en varios simulacros realizados. «Todas las variantes posibles están señaladas», explicó Francisco Delgado, que dijo que «no hay nada dejado al azar» en Totalán, ya que va a haber personas en el interior del pozo que se están jugando la vida .
Desde que llegaron los mineros asturianos el plan de acción se repasa una y otra vez. La programación de rescate es tan minuciosa, que en estos días se ha probado la cápsula para bajar o la ventilación de la mina por medio de potentes ventiladores. «Cada cosa que sea previsible que pueda ser usada se ha probado. Se han montado hasta los tubos necesarios. Antes de bajar tiene que estar todo visualizado en la superficie », explicó Delgado, que espera una pronta solución final a esta compleja situación donde la principal premisa es sacar a Julen lo antes posible del agujero, pero sin producirle daños.
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