ESTADO DE ALARMA

«Pagar el caché de Julio Iglesias o Lenny Kravitz para que lo vean 400 personas es inviable»

Marenostrum y Starlite están evaluando las medidas de restricción del Gobierno, así como las consecuencias que pueden acarrear

Lenny Kravitz tenía previsto volver a la Costa del Sol este verano en el Marenostrum de Fuengirola, después de su éxito en 2015 en Starlite Festival en Marbella J.J.M.

J.J. Madueño

Los festivales veraniegos de la Costa del Sol están en una complicada situación. Las celebraciones están en el aire tal como las conocemos. El plan de desescalada anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha aportado soluciones a la organización de conciertos masivos , que se ven al borde de la cancelación, midiendo consecuencias, ajustando pérdidas y buscando fórmulas de viabilidad. Y es que hay problemas que se antojan insalvables para este verano, como el caché de los artistas, los desembolsos de cánones a franquicias o la devolución de las entradas vendidas si hay que suspender. Los dos principales festivales del verano en Andalucía, como son Starlite Festival en Marbella con 200.000 visitantes cada edición y Marenostrum en Fuengirola con 127.000 personas el pasado verano, tienen sus ediciones en el aire.

Pese a esto, los organizadores siguen buscando soluciones para poder llevar a cabo las celebraciones. «Estamos viendo la evolución de todo esto y las consecuencias de cada decisión que podamos tomar» , aseguran en Starlite Festival con un aforo superior a las 2.000 personas en la Cantera de Nagüeles y un montaje de cuarenta días de conciertos con figuras programadas esta edición como Bonnie Tyler, Aitana, Estopa, Ara Malikian, Rodger Hodson o Tom Jones. Sólo Lionel Richie ha anunciado que pospone su llegada a Marbella a 2021 .

«No sabemos qué pasará, estamos esperando a ver cómo evoluciona la desescalada» , remarcan con cautela también en Marenostrum de Fuengirola, que este año ha ampliado el aforo a 18.000 personas en la loma del Castillo Sohail, que en su página web tiene colgado un comunicado en el que explica que «este verano s erá inviable la realización de conciertos de gran formato por el riesgo que suponen». En este caso, el Ayuntamiento de Fuengirola sí ha anunciado que maneja, al menos, cuatro alternativas para celebrar el evento.

El propio festival explicaba en un comunicado que se espera al Consejo de Ministros del 8 de mayo para saber qué opciones se pueden adoptar para no afrontar una cancelación de este evento, que en los últimos años se ha consolidado como un referente en la Costa del Sol con artistas como Bob Dylan, Sting o Rod Steward, a los que se sumaban en esta edición los nombres de Marc Anthony, Julio Iglesias, Alejandro Sanz o Lenny Kravitz.

Sin embargo, las celebraciones programadas están en jaque. «Pagar el caché de Julio Iglesias, Marc Anthony o Tom Jones para que lo vean 400 personas es inviable» , explican fuentes de la organización de uno de estos festivales, a los que en los últimos años le han salido competidores como La Cueva de Nerja o experiencias en La Cañada de Marbella y en Estepona. Todos en la picota por la reducción de aforos. Los grandes conciertos, uno de los polos de atracción de visitantes a la Costa del Sol, como ocurrió el año pasado con Jennifer López en Fuengirola, se pueden quedar en el dique seco. Ya no sólo porque las promotoras no harán la caja necesaria para pagar cachés, si no por un compendio de problemas.

Lionel Rochie ha anunciado que pospone su concierto en Marbella al verano de 2021 J.J.M.

Las organizaciones están negociando con artistas y patrocinadores para reservar fechas en 2021 . Tratan de amortiguar el golpe a la caja de las empresas que supondría la cancelación. Aplazar artistas, renegociar cachés, fórmulas para conservar patrocinios o incluso para hacer ediciones más modestas. La última opción es la cancelación sin alternativas, porque eso supondría afrontar una devolución de entradas que puede ser inasumible en muchos de los casos. «En estas empresas no hay dinero y tampoco tienen forma de hacerlo », remarcan las fuentes consultadas, que señalan que sin unas medidas de apoyo muchas pueden acabar en concurso de acreedores.

El problema es más profundo en aquellos que organizan eventos con franquicias. En el propio Marenostrum hay una internacional potente como es Ultra Beach. Uno de los festivales de música electrónica más importantes del mundo, que lleva a pie de playa a algunos de los DJ más destacados del momento. En estos casos, el destrozo económico es mayor. Este tipo de eventos tienen que abonar un canon que puede llegar a los 200.000 euros .

Las fuentes aseguran que a eso se suma una fianza al Ministerio de Hacienda que puede rondar el mismo montante. «Con 400.000 euros que son prácticamente irrecuperables, la cancelación deja muy mal las arcas de las empresas, porque se quedan sin liquidez para asumir una posible devolución », explican desde la organización de estos eventos, que añaden que el dinero que se va haciendo con la venta de entradas es el que se usa como adelanto para pagar el montaje del festival y que «no hay margen económico» si se producen cancelaciones que obliguen a la devolución de esos importes.

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