Caso Julen
Padres de Julen: «Me cuesta ir al cementerio, es una forma de protegerme, pero Vicky no sale de allí»
Los padres de Julen narran cómo tratan de sobrevivir a la tragedia cuando la juez ha decretado la apertura de juicio oral contra el dueño de la finca donde murió el pequeño de dos años
Los padres de Julen esperan un nuevo hijo
Ocho meses después de la muerte del pequeño Julen, el niño de dos años que murió al precipitarse por un pozo en una finca de Totalán (Málaga), la juez de Instrucción 9 de Málaga ha decretado la apertura de juicio oral contra el dueño de la parcela, David Serrano, por un homicidio por imprudencia grave . En este punto, José Roselló y Victoria García, padres de Julen, se han sentado con ABC para dar su visión de este caso.
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Habla José, mientras Vicky, como se le conoce en el barrio, aporta matizaciones. En una mesa de un pequeño salón cuentan como sobreviven al dolor medicados y recibiendo muestras de cariño de todo el mundo. Visitas para conocerlos, cartas, regalos que inundan su casa de la barriada de El Palo en Málaga, un piso social en un antiguo acuartelamiento de la Guardia Civil. Las estancias son un santuario en honor al pequeño Julen y a su hermano Óliver , también malogrado antes que el niño que levantó la esperanza y solidaridad de medio mundo en un rescate eterno de 13 días luchando contra una montaña.
¿Cómo se encuentran?
Tenemos momentos de bajón y otros que intentamos estar más tranquilos. Tratamos de asilarnos lo máximo posible. Pasamos de tenerlo todo a no tener nada. Nosotros por desgracia ese dolor lo conocíamos, pero no estábamos acostumbrados a todo lo que se produjo alrededor. Sin embargo, buscamos las cosas positivas de todo lo que ha pasado, como que he conocido a gente buena de todos lados. Siempre intento quedarme con lo positivo y no machacarme. En el barrio estamos un poco más tranquilos. La gente nos conoce, nos saludan, están con nosotros… La hermandad de la Virgen del Carmen, por ejemplo, en la muerte de los dos niños se han portado de una forma impresionante. Este año la vi desde el balcón y para mí es un día bonito, pero está ese sentimiento…
¿Qué recuerdos tienen de los niños?
Los mejores de mi vida. Mis regalos eran ropa de fútbol, botas, pelotas… No me gusta que los niños jueguen con el móvil o la tablet. Me gustaba que estuvieran en la calle con la pelota, como se ha hecho toda la vida. A mí me cuesta ir al cementerio, es una forma de protegerme. No me hago a tener que ir allí a ver a mis hijos. A no ser que esté muy mal, intento no ir. Aquí en mi casa tengo recuerdos de ellos en todos lados donde miro. Sin embargo, Vicky no sale de allí. Ella es diferente, pero yo entro, miro y no me entra en la cabeza que mis hijos estén allí. [Resopla y niega con la cabeza] No le deseo esto ni a mi peor enemigo. Ojalá nunca nadie en el mundo tuviera que pasar por esta situación. Es verdad que un padre nunca está preparado para enterrar a un hijo.
¿Y qué recuerdan de aquellos días de rescate?
Intentamos no recordar, porque nos machaca. No queremos ver imágenes y cuando salen hacen daño, como el otro día que un informativo sacó un video del rescate en el que lo comentaron como una jugada de un partido de futbol. Sufrimos ataques de ansiedad. Al final nos apoyamos con la familia y los amigos, que la tenemos ahí. He conocido de todo, mucha gente buena y gente que no. Que Julen cayera por allí es inexplicable. Ese pozo intento no verlo. No puedo. Lo escuchamos llorar, pero a los pocos segundos solo escuchaba mi eco diciendo «Julen tranquilo que papá está aquí y el hermanito nos va a ayudar». En el rescate se hizo todo lo que se pudo y lo que tuvieron en sus manos. Estoy agradecido a todo el mundo en Bomberos, Guardia Civil, Salvamento Minero… Aunque hubo personas que no nos dijeron la verdad.
«Escuchaba mi eco diciendo "Julen tranquilo que papá está aquí y el hermanito nos va a ayudar"»
¿Les mintieron?
Allí arriba el 99 por ciento de la gente que estaba se merece la medalla, pero hubo gente que mintió y me enteraba de muchas cosas por la prensa. No teníamos información sobre lo que estaba ocurriendo. Nuestro apoyo fueron los psicólogos y los guardias civiles que estaban más cerca de nosotros. No nos llegaba la información.
[Interviene Victoria] Al principio no nos creían. El rescate no comenzó en serio hasta los dos días, cuando encontraron el pelo y comprobaron el ADN. Hasta entonces nos interrogaban y nos decían que si estábamos seguros de que el niño estaba allí. Les mostramos fotos y todo, pero los perros buscaban por el campo. Llegué a decirles que no había matado a mi hijo.
¿Se hizo todo lo posible para rescatar a Julen?
Se dejaron la piel para sacar a Julen. Se trabajaba al 200 por ciento. Hubo gente que estuvo una semana sin ir a su casa. Trabajaban con lo que tenían. Escuchaba los problemas y aguantaba. «Tenemos una máquina que no vale para nada, pero es lo que tenemos», esa frase la tengo clavada aquí [señala a la cabeza]. Se ofreció ayuda de todo tipo y estamos muy agradecidos a todos, pero los bomberos nos pedían a nosotros desesperados una cámara Go-Pro para ver el pozo porque no tenían ni eso, que es algo tan sencillo.
¿Cuándo asumieron que Julen estaba muerto?
Nosotros intentábamos mantener la esperanza, pero conforme pasaban los días y las noticias que nos daban era difícil. No se puede describir. Nos sirvió mucho, pese a las críticas, el apoyo de Juan José Cortés. Ese hombre sabía cuándo te miraba a la cara lo que estabas pasando. Verlo como lucha es algo que admiro, igual que al padre de Marta del Castillo. No son casos comparables con el de Julen, pero esa forma de tirar para adelante la admiro.
¿Y cuando suben las autoridades a comunicarles que el niño está muerto?
A nosotros la noticia nos la dijeron los psicólogos. Ellos nos comunicaron primero que llegaron al niño y luego que sale muerto. Las autoridades no.
¿Se pudo evitar la muerte de Julen?
Siempre he dicho que fue un accidente. Nadie quería que pasara eso, pero se podría haber evitado no estando ese agujero ahí.
Como acusación particular, le piden tres años y medio de cárcel a David Serrano…
Es algo que lleva nuestra abogada y vamos a respetar lo que diga la justicia, pero si yo sé que eso está ahí no subimos. El niño estaba en la zanja porque no podía salir de allí. Era la forma más segura de estar en la parcela. El peligro visible era un barranco, no un pozo. Si sé que el agujero está allí el niño no estaría jugando en la zanja. Julen estaba conmigo. Cuando se separa de mí, yo iba corriendo para que no se saliera de la zanja, no para que no se cayera al pozo. Mi preocupación era el terraplén. Si sé que el pozo está ahí no hubiéramos estado jugando en esa zanja.
«La zanja era el lugar más seguro de la finca. El peligro visible era un barranco, no un pozo»
¿Cómo es la relación con Serrano?
No tenemos relación. Ahora mismo las puertas están cerradas. No ha venido porque no ha querido. Amigos suyos se han querido poner en contacto conmigo, pero él nunca. Éramos amigos porque es el novio de mi prima Adriana, que hasta ese momento era como mi hermana. A mí me ha molestado más la postura de mi prima que la suya. David se tenía que defender, pero lo que ha hecho ha sido atacar.
¿Y cómo llevan que haya dicho que tendría que haber cuidado de su hijo?
No le quedaba otra, pero él sabe lo recelosos que éramos con Julen, sobre todo tras perder a Óliver. Empezó por el pocero, luego el equipo de rescate y ya no le quedaba otra que ir a por nosotros. Esperábamos que nos echara la culpa. Creo que por eso se distanció. Nos apoyó hasta cierto punto. Hasta que nos negamos a apoyar el informe de la piqueta. Tuvo oportunidad de hablar con nosotros, pero dejó de hacerlo.
¿Qué hubiera hecho si usted fuera David?
Al revés, le habría pedido disculpas y nunca lo habría dejado solo. Me sorprende que haya dicho que le hemos cerrado las puertas. Es mentira. Sabe dónde vivo y tiene mi número de teléfono, pero cada uno es como es. Solo ha intentado contactar a través de amigos. Espero que el juicio sirva para pasar página. A mí, de todo, lo que más me duele es la pérdida de mi hijo.