, EX DIPUTADA DE CIUDADANOS
María del Carmen Prieto: «No suelto el acta porque temo que venga otro palmero de Juan Marín»
La parlamentaria díscola de Cs, ahora en el grupo de no adscritos, denuncia una «caza de brujas» contra ella y el entreguismo de su expartido ante el PSOE
Ha dado el portazo un segundo antes de que la echaran. Después de múltiples desencuentros y un expediente de suspensión cautelar abierto que pronto sería definitivo, la parlamentaria andaluza de Ciudadanos María del Carmen Prieto ha abandonado el partido por el que concurrió a las últimas elecciones autonómicas. Pero mantiene su acta de diputada por Málaga y pasa al grupo de no adscritos. Ella argumenta todo lo ocurrido en una «caza de brujas», dice que se queda en el Parlamento porque son los cuadros de la formación naranja los que han «subvertido el ideario de C's» y hace duras críticas al «entreguismo» de Juan Marín para con el Gobierno de Susana Díaz.
—Como todos los miembros de Ciudadanos, se comprometió a dejar su acta de diputada si abandonaba el partido. ¿Por qué conculca ese compromiso? ¿Se considera tránsfuga?
—Yo entré en Ciudadanos porque era un partido que luchaba por la regeneración, la democracia interna o las primarias. Pero como el propio partido ha sido quien ha subvertido su ideario y yo sigo teniendo los mismos principios, creo que tengo más derecho que ellos a estar ahí. No suelto el acta porque temo que el siguiente que venga es que sea uno de sus palmeros y no quiero darles más cancha.
—El propio Albert Rivera le acusa de robar el escaño a sus votantes.
—Rivera es quien ha robado la ilusión de mucha gente.
-Se ha ido un rato antes de que la expulsaran. Habrá quien lo tache de oportunismo...
-Yo ya tenía pensado hace tiempo dejar Ciudadanos. Si no lo he hecho antes, es porque muchos compañeros me han pedido que esperase. Me frenaron porque tenían esperanza en que esto podía cambiar. Pero no, y es un hecho que desde el comgreso de febrero están siendo decenas de afiliados los que se están dando de baja.
—¿No teme que le digan que quiere dos años más de sueldo?
—Que digan lo que quieran, Yo estoy en excedencia forzosa de mi empresa. En el acto de apoyo que tuve el domingo, mi propio jefe me pidió que volviera. Le he dicho que en dos años. Seamos serios, a ver quiénes están ahí sólo por el sueldo.
—El partido basó su suspensión cautelar de militancia en su incapacidad para trabajar en equipo, faltas de asistencia a reuniones y comisiones…
—Lo mío ha sido una caza de brujas desde hace mucho tiempo. Un equipo es gente que trabaja conjuntamente, que lanza ideas, que vota… En sus reuniones sólo dicen «toca esto y hay que votar esto». Las cosas delicadas ni se discuten, especialmente las que afectan al gobierno de la Junta. En realidad, sí. En ese grupo soy incapaz de trabajar. He discutido muchísimo y no he tenido más que disgustos. Sobre la falta de asistencia, ¿dónde están las actas? He sido una ‘pringá’ del grupo.
—¿A qué achaca usted entonces los desencuentros?
—A que no toleran la discrepancia. Han sido muchas cosas. Mi adscripción a TranC’sparencia (movimiento crítico en Ciudadanos). Me acusaron de dar una «puñalada trapera»a los compañeros cuando anuncié que donaba a Cáritas mis dietas de agosto. Me quisieron abrir el primer expediente cuando en una comisión se repudió a iniciativa del PP al nuevo director general de Empleo, condenado por injuriar a un funcionario siendo alcalde de Huévar. Quise votar a favor; el partido se abstuvo. La segunda vez, con el decreto del enchufismo. Me dijeron, «hay que regañar al PSOE pero luego votamos a favor». Al final también nos abstuvimos. Si no hubiera sido por mi empecinamiento, el voto hubiera sido otro...
—¿Trató usted de hablar con Juan Marín de los encontronazos que iban surgiendo?
—Marín sólo va a la alta política. Sí que lo llamé y cuando le amenacé con irme me dijo que hiciera lo que me diera la gana. Ha sido topar contra un muro.
—Y, con la dirección nacional, ¿se ha puesto en contacto?
—No. En mi ámbito más cercano, el del Parlamento, sólo he sufrido acoso y arrinconamiento. Y ellos forman parte de la dirección nacional. Así que para qué.
—¿Qué sugiere cuando habla de falta de transparencia en la gestión de los fondos del grupo?
—No sugiero, afirmo. Yo he querido saber en qué se gastaba el dinero desglosado y siempre he obtenido la callada por respuesta.
—¿Tiene alguna acusación concreta?
—Sí. Al subdelegado territorial de Málaga, Vicente Sánchez, se le paga desde el Parlamento Andaluz. Confío plenamente en mi fuente.
—Usted se califica como socialdemócrata, pero critica cómo C’s sostiene aquí al PSOE...
—Si el PSOE es socialdemócrata, lo olvidó hace tiempo. Apoyarle aquí es respaldar la corrupción. Y no me parece mal secundar iniciativas del PP cuando se trata de sacar cosas interesantes para la gente. Eso se me ha impedido. Tú puedes dar estabilidad a un gobierno, pero a cambio de que éste revierta a la sociedad lo que se ha llevado. ¿Qué ha conseguido Marín? Migajas del impuesto de sucesiones, bajada ridícula del IRPF, alpiste para la dependencia, los entes instrumentales siguen intactos...
—¿Aqué cree que se debe ese «entreguismo»?
—Dicen que espera algo más en el futuro. Ha pasado ya por cuatro partidos; no creo que pusiera pegas a nada.
—Dice que todo esto ha llegado a afectarle a su salud
—He engordado mucho por culpa de la ansiedad y he tenido que tomar pastillas para poder dormir. Ahora el gimnasio me está viniendo fenomenal.
—¿Por dónde pasan sus planes a partir de ahora en el grupo de los no adscritos?
—Tendré que esperar a ver qué decide la mesa del Parlamento. Hoy me ha llamado el presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán. Espero poder seguir luchando desde mi nuevo grupo y tener la voz suficiente para trabajar. Porque a mí no me echan precisamente por vaga.
—¿Se afiliará a otro partido?
—Eso sí que no. nunca. Cuando termine la legislatura vuelvo a mi trabajo. Pero sí seguiré en plataformas cívicas que es desde donde se pueden hacer cosas. El sistema de partidos está laminando la voluntad de la gente. Se está demostrando que sólo desde abajo podemos eliminar parte del poder omnímodo de esta partitocracia en la que, pese a lo que tanto prometieron, se han metido de lleno Ciudadanos y Podemos.
Noticias relacionadas