Caso Julen

Niegan que la Guardia Civil se infiltrara en la familia de Julen para investigarla

Los padres ya pidieron respeto ante los bulos que se estaban levantando sobre el caso y anunciaron medidas legales

Los agentes que participaron en el rescate de Julen Francis Silva

J.J. Madueño

La Guardia Civil no se infiltró en la familia de Julen para investigarlos. El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, dijo el jueves que «no es verdad» que esto sucediera y recordó que hay declarado, por parte de la autoridad judicial, secreto de las actuaciones sobre todas las diligencias que se están llevando a cabo en el caso de Julen.

Este sería uno de los rumores , que circulan sobre la familia, desde que agentes de la Guardia Civil custodiaran el domicilio donde se hospedaron los padres de Julen a la espera de que les fuera devuelto el cuerpo de su hijo.

Los propios padres de Julen, José Roselló y Victoria García, pidieron durante los días de búsqueda respeto y que no se difundieran bulos . Lo comunicó Juan José Cortés, el padre de la pequeña Mari Luz, que durante la espera en Totalán se convirtió en un intermediario entre la familia del niño y la prensa.

En una comparecencia elevó el tono anunciando medidas legales contra todos aquellos que difundieran bulos sobre la situación del niño o hicieron mofas. Medidas de las que, según fuentes consultadas, no se tiene aún conocimiento.

A la espera de informes

La investigación sigue su curso a la espera de que la Guardia Civil siga instruyendo diligencias sobre lo ocurrido y lleguen los informes pendientes. Por un lado, se aguarda al documento completo de la autopsia del pequeño. Los datos preliminares apuntaron a que Julen había fallecido de un golpe en la cabeza el día que se lo tragó el pozo en la parcela familiar en Totalán.

Por otro lado, en el Juzgado de Instrucción 9 de Málaga se esperan a los análisis de las muestras tomadas en la zona , tanto en el pozo, como en el tapón que había sobre Julen, como en los materiales que había debajo del pequeño, que se encontraba de pie, sin vida y a 71 metros de profundidad en un pozo de 25 centímetros anchura.

El delegado del Gobierno admitió que saber qué ocurrió el pasado 13 de enero «es una necesidad» y dejó claro que «se sabrá», pero será con «los tiempos de la Justicia, que son distintos, más pausados, sin prisa, pero sin pausa»

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