ARTE
Museo Carmen Thyssen de Málaga : La recuperación del realismo español
El espacio museístico rescata obras de los autores que en los últimos 50 años se han adentrado en esta corriente pictórica
La realidad sobre todas las cosas. La muestra «La apariencia de lo real» juega en el Museo Carmen Thyssen de Málaga con la contraposición de las obras de los principales autores realistas de los últimos 50 años y con la de algunos de los grandes maestros de la pintura nacional, como Zurbarán, que abre la exposición con uno de sus bodegones. Por las salas de esta nueva exposición temporal pasan Miguel De Pret, Pedro Borrell o Jacob Vrel, cuyo «Interior con una mujer sentada junto al hogar» de 1654 es una de las dos obras de la colección personal de la Baronesa Thyssen, que asistió a la inauguración de esta exhibición. «Siempre me ha gustado el realismo por su trabajo minucioso», ha destacado Carmen Thyssen, ante algunos de los protagonistas de la muestra.
La exposición aborda esta corriente pictórica desde cuatro puntos de vista. El primero es el bodegón . Donde los antiguos maestros contraponen su discurso a obras de Claudio Bravo o Isabel Quintanilla. «Es una muestra de la evolución y la presencia de este tipo de cuadros a lo largo de la historia de España», ha explicado Lourdes Moreno, directora artística del museo y comisaria de la exposición, quien remarcaba como la sección la cierra Antonio López con su «Frigorífico», donde el artista enseña no sólo parte de su vida cotidiana, sino también algunas de las fases de creación del cuadr, como las pruebas de colores, las cuadrículas o las anotaciones. Obra que contrasta con Juan Van der Hamen y su «cesta y caja de dulces» de 1622.
El segundo capítulo es un engaño o « un trampantojo ». El niño que huye del cuadro de Borrell se mezcla con la imagen hiperrealista del boxeador de César Galicia. En una parte de la exposición donde cobra fuerza la escultura de Julio López con el reflejo de su hija Marcela cuando está comiendo. Es el lugar donde Eduardo Naranjo impone el desnudo de «Vanesa» . «Es el cuadro de mayor dimensión de la exposición. Demuestra la calidad del pintor y también un homenaje a la tradición de las Venus o de las majas desnudas», ha señalado Moreno, quien explicaba como el autor se inspira en la historia de Velázquez y Goya para crear un cuadro que debería estar en exponiéndose en China, pero que por decisión del pintor recaló en Málaga.
La exposición desvela un lugar de luces interiores con obras en las que cobra relevancia la ventana. «Un cuadro dentro de un cuadro», ha reseñado Lourdes Moreno, quien aseguró que esta parte se inspira en la reflexión de Ortega y Gasset que decía: « El marco es como una ventana y la ventana tiene mucho de cuadro ». Destaca el Jacob Vrel de 1654, que se contrapone con obras de Amelia Avia o el grabado de Julio López «Juzgado de guardia» de 1972. «Es la recreación de espacios cotidianos », ha abundado la comisaria de la exposición.
Por último, todo se cierra con un canto a la luz. El paisajismo, que según Antonio López, no ha tenido gran tradición en España por la influencia de la moral cristiana , que centró a los artista en el ser humano, arranca con «A pleno sol» del propio Antonio López. Destaca Amalia Avia y su descripción «como lo haría Baroja», que definió Cela, de Madrid. También la vista de la capital del reino que hace Gerardo Pita, pintada durante tres veranos a la misma hora para no variar la luz. Y todo se contrapone con el segundo cuadro de la baronesa en esta exposición: la «vista de la Ópera de Berlín» de Eduard Gaertner de 1945.
Es un paseo por la pintura realista de los siglos XVII al XXI de la mano de 10 maestros antiguos y 22 actuales , que dejan en Málaga un discurso, a través de 54 obras , basado en la academia, la formalidad y el diálogo con aquellos intergeneracional. Donde Antonio López con nueve obras es el que más aporta a disertación sobre esta corriente pictórica.