ERE en Unicaja
Moreno se une al resto de instituciones y promete «beligerancia» si Unicaja saca su sede de Málaga
Éxito en la primera jornada de huelga de los empleados para protestar por el ERE: paró el 90% de la plantilla
«Me parecería una traición a lo que se acordó en el proceso de fusión ». Hasta ahora no había hablado, pero ayer viernes el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, fue absolutamente diáfano.
El gobierno que preside está en «desacuerdo» con la posible salida de la sede social de Unicaja Banco de Málaga , como teme buena parte de la sociedad civil y económica de la ciudad. Y ante cualquier atisbo de que eso pueda ocurrir, afirmó, será « contundentemente beligerante » y utilizará «todos los instrumentos que tengamos a nuestro alcance» para que no se produzca.
Las declaraciones de Moreno, realizadas en su visita a las obras de ampliación del hospital de Marbella, llegaban en el clima más enrarecido que ha vivido la antigua caja de ahorros desde que fue fundada en 1991.
Con un ERE encima de la mesa que puede suponer la salida de 1.513 trabajadores y con la sensación de que la fusión con Liberbank , que en principio no podía constituir otra cosa que un balón de oxígeno, puede terminar siendo el fin definitivo del 'modelo Unicaja' .
El mismo que le permitió capear en solitario la crisis que se llevó a buena parte de sus competidores. Todas las fuerzas políticas e instituciones públicas —ayer le tocó al Ayuntamiento de la capital— se han posicionado ya en torno al temor de que todo cambie con respecto a Unicaja .
No se trata de perder unas oficinas, ni una ficha bancaria: es el miedo a que los nuevos gestores que están tomando mando en plaza puedan aceptar la primera operación corporativa que llegue y el banco acabe engullido.
Seguimiento masivo de la huelga
Después de dos movilizaciones callejeras que sorprendieron a la dirección del banco por lo cuantioso de la participación, ayer la primera jornada de huelga convocada por los sindicatos para protestar contra el ERE fue todo un éxito . Más del 90 por ciento de los empleados secundaron la llamada . En Málaga, prácticamente todas las oficinas del banco estaban cerradas.
En Castilla-La Mancha cerraron hasta el 85% de las oficinas y el 80% en Extremadura y Cantabria . El parón afectó al 50% en Madrid y al 60% en Asturias , todo según las cifras ofrecidas por los sindicatos. «En la sede central han ido a trabajar los jefes y sus secretarias, pero porque no podían decir que no», afirmaban fuentes sindicales. «A ver si esto les hace recapacitar» , señalaba a este periódico Alicia Dominguez, de Comisiones Obreras.
A primera hora de la mañana, los piquetes habían tomado posiciones en las oficinas principales del banco en Málaga, en la avenida de Andalucía. Una decena de sindicalistas entregaba folletos, consignas y un llamamiento a luchar contra un ERE que ha roto la paz social de una entidad que lleva estos asuntos siempre con discreción.
Más tarde, el acto central de la protesta se trasladó a Sevilla . ¿A dónde? A la sede de la Fundación Unicaja , máxima accionista de la entidad, en la avenida de La Palmera. Desde el comienzo de las protestas, los sindicatos vienen responsabilizando a la Fundación y a su presidente, Braulio Medel, de la incierta situación actual. Esta institución se desmarcó el jueves descartando un cambio de sede y sacudiéndose cualquier responsabilidad con respecto al ERE.
Pero la pelea continúa. Las discrepancias entre ambas partes están en casi todos los puntos de la negociación , desde la edad para acogerse al ERE a las indemnizaciones que se han planteado, a los criterios de movilidad o a los ajustes de horarios que se van a hacer para los empleados que no se vean afectados. Y el tiempo se agota. El próximo viernes 3 de diciembre es el día tope para poder negociar el ajuste .
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