URBANISMO

El marqués de Larios vuelve a acercarse a su calle en Málaga

La semipeatonalización de la Alameda ennoblecerá el emplazamiento de su escultura, que fue arrojada al mar en 1931

Estatua del marqués de Larios rodeada de tráfico; a la izquierda se abre la calle que lleva su nombre FRANCIS SILVA

F. DEL VALLE

Uno de los grandes beneficiados de la reforma de la Alameda anunciada este viernes por el Ayuntamiento de Málaga será precisamente uno de sus antiguos inquilinos, el segundo marqués de Larios, que tuviera vivienda en esta ajardianda avenida a finales del siglo XIX. La estatua que rinde honores a Manuel Domingo Larios se integrará en la zona peatonal que da entrada a la calle que lleva su nombre.

Será ésta una forma de volver a dar lustre al conjunto escultórico realizado por Mariano Benlliure en 1899. Con él, se homenajeaba al noble industrial que permitió con su pecunio acabar las obras para construir la calle que debía comunicar la actual plaza de la Constitución y la Alameda , después de que los trabajos se pararan durante años por culpa de la crisis económica que padeció Málaga entonces.

Benlliure cobró 75.000 pesetas por la obra , realizada en mármol y bronce, y que además incluía otras figuras, representando las alegorías de «La caridad» y «el trabajo».

Desde hacía ya décadas situada en una rotonda, hace 28 años la construcción del aparcamiento subterráneo de la plaza de la Marina requirió trasladar el monumento de su emplazamiento original. Desde entonces, junto a una salida peatonal de ese párking, la estatua ha estado rodeada de un incesante tráfico que apenas ha permitido que sea bien apreciada, lo que cambiará a partir de ahora con su nueva ubicación.

Peor lo pasó, con todo, cuando en 1931 la estatua del marqués fue derribada y arrojada a una dársena del Puerto por una masa ciudadana enfervorecida por el advenimiento de la República. En su lugar se dejó una de las figuras que completaban el conjunto, la alegoría del trabajo. Larios tuvo que esperar al final de la Guerra Civil para ser recuperado de las aguas y mirar a su calle.

La reforma de la Alameda Principal que comenzará a desarrollarse este mismo año y podría estar lista para principios del próximo o principios de 2019 tiene como objeto devolver a esta singular avenida de la nobleza con que se concibió cuando empezó a ser habitada por la oligarquía local.

Familias como los Larios, los Heredia, los Oyarzábal o los Loring la establecieron como lugar de residencia en bellos edificios, lo que hizo que terminara convirtiéndose en el gran sitio de paseo de buena parte de la ciudadanía. Algo que se quiere rescatar con el proyecto de semipeatonalización que emprenderá el Ayuntamiento con la colaboración de la Junta de Andalucía, que hará su parte cuando cierre las zanjas del metro.

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