Consejera delegada de Turismo Costa del Sol

Margarita del Cid: «El turismo es la industria de la seguridad; la improvisación del Gobierno le va fatal»

La dirigente de la empresa de turismo de Málaga cree que las reservas irán a mejor pero advierte: «hemos de remar todos»

Margarita del Cid, en su despacho ABC

Fernando del Valle

La Costa del Sol se enfrenta a su verano más complicado, con caídas de ingresos turísticos que pueden ser superiores al 50%. Pero viniendo de donde venimos, todo hay que relativizarlo. «Será simplemente distinto, sobre todo en la playa; habrá que pasarlo y ya está», dice la máxima representante de la empresa de promoción provincial, recordando los momentos «extraordinariamente duros» que ha dejado la pandemia y especialmente a todos aquellos que ya no están y a sus familias. «Ellos sí que lo han pasado verdaderamente mal».

Su último informe habla de hasta un 50% de ocupación hotelera en agosto. ¿Son ganas de dar buenas noticias o la realidad del sector?

En Turismo Costa del Sol hablamos de las previsiones que nos dan nuestros profesionales después de analizar dos factores: reservas y búsquedas. De repente, al abrirse el tránsito interprovincial y tener (parece) al fin que una fecha para la apertura de fronteras, los buscadores se han disparado. Ésa es una buena noticia que denota que la gente tiene ganas de viajar y que el destino Málaga sigue siendo de los favoritos.

Pero habrá prácticamente sólo turismo nacional. ¿Hasta dónde llegará la brecha con un verano así?

Hemos de acordarnos de dónde creíamos que íbamos a estar hace sólo dos meses y ver dónde estamos ahora. El turismo nacional por sí solo es importante. No lo es todo, pero el año pasado representó cinco millones de los 13 que recibió la Costa del Sol. Estoy convencida de que cuando se avance en la desescalada y se recupere la confianza las perspectivas irán a más. Pero para eso tenemos que remar todos en la misma dirección. Y he decir que las administraciones locales nos hemos sentido bastante solas.

¿A qué se refiere?

A la gran improvisación que ha demostrado el Gobierno central. Pongo cuarentenas, cierro fronteras la misma tarde del día en que la ministra ha anunciado que se abren... El turismo es la industria de la seguridad; la improvisación del Gobierno le sienta fatal. La gente viene porque quiere pasar días tranquilos con la familia, y alguien parece que no entiende eso.

¿Cree que un gobierno de España puede no entender la importancia del turismo?

Cuesta creer que sólo sea eso. Un ministro —alguno que es malagueño es además economista— ha de conocer seguro cuáles son los sectores que más aportan al PIB de su país. Así que tiene que haber necesariamente algo más. Se llama ideología, que les hace tener prejuicios que les llevan a no mostrar el respeto que merecen los empresarios y los trabajadores del turismo.

¿Qué le manifiestan los empresarios?

Los empresarios no sólo han tenido que preocuparse por el futuro de su sector. ¡Es que han tenido que salir a defenderlo ante declaraciones, ninguneos e insultos que les han indignado!

España puede ser la excepción cuando el lunes se abran las fronteras del territorio Schengen como aconseja la UE. ¿Qué le parece?

No se comprende cómo no se está, desde el primer momento, en sintonía con la Unión Europea, que debe ser el faro que nos guíe. Para que todos fuéramos a una. ¿Dónde está el presidente del Gobierno para defender al sector internacionalmente cuando se le necesita? Es que vivimos de esto.

¿Cree que las dudas y los retrasos afectan a la imagen de España como destino seguro?

No proyecta una imagen buena, eso seguro. Afortunadamente en la Costa del Sol las cosas se están haciendo bien y la percepción de destino seguro es ahora según los medidores la misma que antes de la pandemia. Eso ha sido fruto del esfuerzo de todos, pero no ayuda que haya 22 ministros queriendo opinar todos sobre turismo, incurriendo en permanentes contradicciones y cuestionando la riqueza que deja.

¿Qué le parece que a Baleares llegue un corredor sanitario para 11.000 alemanes?

A mí me hubiera encantado que ese corredor estuviera en los principales destinos turísticos de nuestro país. En todos. Ya pasó con la desescalada. Decisiones así significan un agravio a la Costa del Sol, que tanto ha trabajado antes y durante la pandemia. Tenemos el tercer aeropuerto más importante de la Península, ¿no se merece? Está claro que el Gobierno quiere castigar a una provincia, y a una autonomía, a la que por estar regida por el PP le quiere impedir que sea referente turístico.

Pero, ¿cómo conjugar la seguridad sanitaria con la necesidad de traer turistas?

Hay que hacerlo y sin dar pasos atrás. Desde la Junta de Andalucía se ha pedido un pasaporte sanitario, que no es otra cosa que medidas y protocolos que aporten certezas y seguridad para los que vienen pero también para los que estamos aquí. Que permitan que los que vengan sigan hablando bien del destino cuando regresen a su país.

¿Qué significaría un rebrote?

Sería una piedra en el camino. Pero hay que estar preparados por si se produce y reaccionar muy bien. El sistema sanitario ha demostrado lo bien que lo ha hecho, hay planes de contingencia preparados y por eso tengo confianza en que si eso pasara, Dios no lo quiera, estaremos preparados. Pero aquí hay que llamar a la responsabilidad de todos. Y que todos cumplan las normas de seguridad que han dictado las autoridades.

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