MÚSICA

Marenostrum Fuengirola cierra el verano con 43.500 asistentes y sin contagios de coronavirus

La medidas contra la pandemia han funcionado en este recinto de conciertos, tanto en el castillo sohail como en La Terraza

Vista general del interior del Castillo Sohail en un concierto Juan Sierra / Marenostrum Fuengirola

J.J. Madueno

No fue fácil organizar el Marenostrum Fuengirola este verano. La pandemia se llevó a las estrellas internacionales. Se tuvo que renunciar a nombres como Lenny Kravitz, Marc Anthony, Julio Iglesias o Alejandro Sanz, que seguían la estela de Sting, Jennifer López o Bob Dylan. La apuesta fue hacer algo seguro frente al coronavirus y con aforos reducidos, para evitar contagios, que imposibilitaban el pago de grandes cachés. La edición limitada de Marenostrum ha conseguido congregar a 43.500 personas sin brote del virus .

Desde el pasado 2 de julio, cuando arrancara la temporada con un concierto reducido de Efecto Mariposa, hasta este fin de semana con El Kanka sobre las tablas y con un homenaje a los asistentes que han respetado todas las medidas de seguridad, ha sido un espacio seguro, que ha contado con un emotivo momento de cierre .

Tras el concierto que clausuraba de este concierto, los trabajadores de Marenostrum rodearon a los asistentes para brindarles un aplauso. Lo hicieron para agradecer la actitud ejemplar de responsabilidad estos dos meses de los 13.000 espectadores del castillo Sohail y de los 30.500 visitantes de La Terraza, el espacio de ocio junto al mar donde antes de la pandemia se iba a situar un escenario para acoger a 18.000 personas en las grandes noches.

Han sido 33 conciertos en La Terraza y 26 en el castillo con estrictas medidas de seguridad , donde se ha podido disfrutar de grupos como Los Secretos, Loquillo, Revolver, M Clan o Miss Caffeina, que se hizo en homenaje a los sanitarios que luchan en jornadas interminables contra el coronavirus, salvando vidas de pacientes. En ese volumen de eventos musicales se incluyen los 20 grupos locales, que han tenido la oportunidad de estar sobre las tablas de este prestiogoso festival.

Estricto protocolo

Todos los espectadores de estos conciertos han tenido que pasar un estricto protocolo de seguridad sanitaria. Antes de acceder, la cola se guardaba manteniendo distancia de seguridad de dos metros, que estaba marcada en el suelo. La mascarilla era obligatoria desde la llegaba a la cola , hasta que se abandonaba el recinto. Solo se autorizaba a no tenerla puesta cuando se estaba comiendo o bebiendo. Al entrar, se pasaba por alfombras de desinfección, a la vez que se esterilizaban las manos con los geles hidroalcohólicos ubicados en el punto para validar el ticket de acceso.

Aseos con control de acceso, gel para las manos y desinfectados cada vez que alguien los usaba, previo permiso de una axuliar que vigilaba que aforo fuera el adecuado en esta zona y que se cumpliera la ruta circular de entrada y salida. Prohibido deambular por los pasillos o zonas comunes . Personal de seguridad armados con gel y evitando que los asistentes abandonaran sus lugares o se pusieran a bailar, rompiendo el orden y la distancia de seguridad que se garantizaba entre butacas en el conciertos o entre mesas en La Terraza. Esos mismos que trataban de impedir que se fumara en todo el recinto .

Los camareros se ocupaban de coger comandas y atender en los lugares, evitando las aglomeraciones en las barras o las colas para poder pedir una bebida o comida , puesto que la zona de ocio contaba con un espacio de restaurantes. El color de la indumentaria diferenciaba a los que tomaban el listado de bebida con los que se ocupaban de la comida. Todo pensado para que el entorno cultural y musical que es Marenostrum no fuera un foco veraniego de coronavirus.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación