TURISMO
Marbella recoge tras el Ramadán el turismo árabe que huye de las zonas de conflicto
El visitante musulmán busca en la ciudad un destino seguro donde pasar sus vacaciones familiares
![Musulmanes esperan en la mezquita de Marbella al rezo / J.J.M.](https://s2.abcstatics.com/media/2016/07/11/s/dsc-1982-copia--940x250.jpg)
Acabó el Ramadán y los árabes comenzaron a llegar a Marbella. «Esperan a que acabe el Ramadán para venir, porque en sus países es más fácil cumplirlo que aquí de vacaciones», explicaba el imán de Marbella, Allal Bachar El Hosri, durante la celebración del mes santo musulmán. Pero después del 6 de julio comenzó el aluvión de turistas musulmanes, en su mayoría árabes, a los hoteles de la ciudad. « Las reservas estaban hechas a partir del 7 de julio », remarca Jorge Manzur, director de Puente Romano. Una masa de turistas que tiene gran tradición en la zona y que comienza a marcar una tendencia al alza. «Hay un repunte del cliente musulmán, sobre todo del norte de África», señala Fernando Al-Farkh, director de Los Monteros. «También hay un incremento del turismo árabe procedente de Oriente Medio, que dejó de elegir Marbella y que ahora se recupera», añade Al-Farkh.
Hubo un tiempo en el que este tipo de turista se asentó en otros lugares del mundo. «Tras la muerte del Rey Fahd de Arabia Saudí muchos cambiaron de destino y se fueron a Líbano , que se adaptaba mejor a sus gustos. Ahora han vuelto porque Marbella es un destino más seguro », remarca Al-Farkh. Los expertos coinciden en la lectura y aseguran que el turismo árabe y musulmán se recupera gracias a la inestabilidad de otros destinos, que años atrás fueron de preferencia como Turquía, Túnez o Egipto.
Los datos de Visita la Costa del Sol –antiguo Patronato de Turismo– tasan la representación del turismo árabe en un 10 por ciento del total de la zona y con estancias que están en los 15 días de media . Por su parte, la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía retrata a un turista con un elevado gasto medio y en los estudios de mercado los sitúa como «los que más gastan» . Turismo asegura que mayoritariamente se trata de viajes motivados por el ocio y en los que la tecnología juega un papel muy importante, tanto en sus hábitos de consumo como a la hora de hacer sus reservas.
«Suelen tener estancias más largas y tienen un poder adquisitivo muy alto . En nuestro caso nos eligen por tradición y por la oferta de ocio. Vienen en familia y a nuestro favor juega la cercanía con el palacio real saudí», añade Manzur. «Es un cliente muy occidental, que suelen vivir en muchos casos en Inglaterra o Francia. Ocupan las mejores suites y tienen un nivel de gasto elevado», remarca Rocío Galán, directora del Gran Meliá Don Pepe, quien sitúa el gasto en alojamiento por noche en torno a los 1.000 euros. Los directores de hotel coinciden en que suelen hacerse con las mejores suites del hotel, incluso alquilan plantas completas dependiendo de la familia, los guardaespaldas que vengan con ellos o el séquito que traigan. Aunque también los hay que no precisan tanto espacio.
Por nacionalidades suelen proceder de Líbano, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Kuwait o Catar. «En los últimos años crece el cliente marroquí» , añade Galán. La gran mayoría no exigen excesivas adaptaciones de las habitaciones y de los hoteles para desarrollar sus vacaciones. «Usan las instalaciones de forma habitual y pasan desapercibidos», remarca Galán. «La única diferencia que observamos es en los horarios. Les gusta disfrutar de la noche y se despiertan más tarde , por esto acuden menos al desayuno y son habituales en el almuerzo y la cena», añade Manzur. «No exigen nada fuera de lo común más allá del sello Halal en la alimentación, que tiene todo el mundo. Eligen Marbella por la oferta de lujo que hay y no porque haya una especialización en el turista musulmán», sentencia Al-Farkh.
Sin embargo, sí que hay algunos establecimientos con una oferta especializada . Es el caso del Hotel Alanda en la Milla de Oro de Marbella. Se trata de un resort donde no se sirven bebidas alcohólicas, no se encuentran derivados del cerdo, se reseña la dirección de La Meca en las habitaciones –algo que suelen hacer todos los hoteles por deferencia hacia el cliente–, se ponen más juegos de toallas de lo habitual para las abluciones o se entregan alfombras para el rezo.