Magna Málaga 2021
La magna regala a Málaga una primavera anticipada en una procesión histórica
El tiempo permitió a las 16 cofradías sacar sus imágenes por las calles de la capital en una jornada con el centro a rebosar de público
Había ganas y, a pesar de que los cofrades se despertaron mirando al cielo por la amenaza de lluvia, el sol se impuso durante la mayor parte del día y la procesión magna hizo brillar Málaga como cualquier día grande de su Semana Santa.
Las 16 cofradías que participaban en el desfile extraordinario pudieron salir según lo previsto y la ciudad vivió una primavera anticipada entre el sonido de cornetas y tambores, el fulgor de los cirios y el olor a incienso que en los dos últimos años solo ha inundado los templos.
Pasadas la una y media de la tarde hizo su salida la Cofradía del Rescate desde su casa hermandad en la calle Agua. El trono del Señor fue el primero en echar a andar, pero fue la Pollinica , con una original cruz guía de palmas rizadas blancas como las que acompañan al cortejo en su procesión del Domingo de Ramos, la que encabezó la procesión desde la Alameda Principal. En este punto arrancaba el recorrido oficial en dirección a la Catedral y atravesando el Paseo de Parque. Una escena poco habitual, pues solo el Descendimiento discurre entre estos exóticos jardines durante la Semana Santa.
El centro fue un ir y venir desde primera hora de la mañana, al igual que los barrios de La Malagueta, La Victoria, El Perchel, la Cruz Verde y la Trinidad , desde donde salieron las cofradías protagonistas de la jornada.
En el ambiente se palpaba en anhelo de volver a oír los toques de campana de los imponentes tronos malagueños y el miedo al Covid parecía esfumarse al paso de las imágenes entre vivas y aplausos. Malagueños y turistas llegados desde números puntos de España y del extranjero se volcaron con las cofradías en su despertar tras el letargo de la pandemia.
La Virgen de los Reyes , patrona del Cabildo Catedralicio, presidió el altar efímero dispuesto en la Puerta del Sol del primer templo de la Diócesis para saludar, uno a uno, a las sagrados titulares, que recibieron una oración antes de iniciar su recorrido de vuelta.
La pequeña imagen de la Virgen, una de las tres tallas que según la tradición regalaron los Reyes Católicos a la ciudad tras la reconquista, ha permanecido intramuros durante medio siglo y en su reencuentro con la ciudad de Málaga estuvo enmarcada por un altar cuajado de lisiantus, orquídeas, alstroemerias y hortensias blancas, junto a eucaliptos y distintos tipos de verde para evocar el momento de la Resurrección.
La magna fue un ensayo de lo que está por venir en la Semana Santa de 2022 y el discurso litúrgico que planteaba el desfile permitió ver en la calle al menos dos imágenes de cada jornada de Pasión, desde el Domingo de Ramos hasta la Pascua de Resurrección.
Algunas cofradías aprovecharon la procesión extraordinaria para innovar en la estética a la que tienen acostumbrados a los cofrades malagueños. Jesús 'El Rico', por ejemplo, lució con una sobriedad sin precedentes; con una cruz lisa y una corona de plata en sustitución de sus habituales potencias.
Sin corona de espinas, pero a los sones del 'Novio de la Muerte' pudo verse al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas de la Congregación de Mena. Más de 200 portadores metieron el hombro en cada turno para llevar al imponente Crucificado de Palma Burgos, cuya silueta se dibujaba en cada esquina. Gracias al sol en el atardecer y a la luz de los hachones al caer la noche.
También el barco de María Santísima de la Esperanza surcó la capital desde su basílica perchelera y los portadores del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor volvieron a cubrirse el rostro con los habituales capillos para llevar al Señor al encuentro con los fieles desde la Parroquia de San Pablo.
Tras dos años sin cultos externos, el mundo cofrade pudo recrearse durante más de catorce horas con tronos en la calle. El Santísimo Cristo Resucitado cerró el recorrido oficial y el último encierro, el de la Virgen de los Dolores de la Expiración, llegó pasadas las tres de la madrugada.
Nadie quiso perderse el gran evento devocional organizado por el centenario de la Agrupación de Cofradías de Málaga. Ni el presidente andaluz, Juanma Moreno , que portó a su Cristo de la Exaltación; ni la Legión , que, sin esperar al próximo Jueves Santo, viajó hasta Málaga para acompañar a su protector.
Noticias relacionadas