Caso Julen

La madre de Julen ante la juez: «Si llego a saber que hay pozos abiertos, cojo a mi hijo y me voy»

Aseguran que David Serrano no avisó del peligro de los pozos a sus acompañantes en el coche como dijo a la juez y que no saben si el sondeo estaba tapado

Los padres de Julen en una imagen de archivo ABC

J.J. Madueño

Las declaraciones de los testigos en el caso Julen c ontradicen algunas de las líneas principales de defensa del dueño de la finca, David Serrano. Según fuentes del caso consultadas por ABC, ninguno de los presentes en el momento de la caída del niño de dos años en el pozo de Totalán conocía el peligro, salvo el propietario.

Serrano aseguró ante la juez que antes de bajarse del coche aquel domingo 13 de enero avisó a Adriana Jiménez, su pareja, a José Roselló y Victoria García, padres de Julen, de que había unos pozos peligrosos en la finca y que debían tener cuidado con los niños.

Sin embargo, en sus declaraciones ante la juez todos remarcaron que desconocían la existencia de estas prospecciones . Los tres afirmaron que no se dijo nada en el coche y sólo José Roselló explicó a la magistrada que conocía que había pozos en la parcela.

Un pozo sellado

David Serrano, mientras cogían la leña para hacer el fuego para cocinar, le habría dicho al padre el Julen que había pozos en la zona, señalando a uno cercano al punto donde se encontraban. Sin embargo, José afirmó que el que había visto en esa ocasión «estaba bien tapado» y que no supuso que el resto estuvieran abiertos.

En el caso de Adriana y Victoria, según las declaraciones, no conocerían el peligro al no ser advertidas, hasta el punto de que la madre de Julen le dijo a la juez: «Si llego a saber que hay pozos abiertos, cojo a mi niño y me voy andando» . La pareja de David, por su parte, reconoció que «no lo advirtió», pero que no descartaba que Serrano tapara aquel pozo porque es muy perfeccionista.

No es la única parte en la que los testigos no coincidieron con la declaración de Serrano. Es cierto que había varios bloques de hormigón en la finca, como los que dijo el propietario que había usado para tapar el agujero, pero ninguno de los testigos corrobora que estuvieran tapando la boca de pozo .

«Se coló»

José le dijo en su declaración que «bien tapado no debía de estar» cuando su hijo se cayó. Estos testigos incluso afirmaron que no conocían la ubicación del pozo, que se encontraba al final de una zanja con pendiente.

En el caso de Adriana, que narró como vio la caída del niño al pozo, llegó a decir que Julen iba andando por la zanja y desapareció . «Se coló», afirmó en su declaración. Los senderistas que llegaron al socorro de la familia al escuchar los gritos tampoco vieron el pozo, ni los bloques con los que David dijo que había tapado el pozo.

El próximo 12 de marzo testifica el pocero que hizo la prospección, su ayudante y el maquinista que abrió la zanja por la que corrió Julen. Al día siguiente, será el turno de los dos guardias civiles que llegaron a socorrer a la familia, así como los agentes que llevaron la investigación y Ángel García Vidal, coordinador del equipo técnico en los 13 días que duró el rescate de Julen en el Cerro de la Corona.

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