Superación

La lucha de Sarah por volver a cabalgar las olas

La joven de Marbella Sarah Almagro lucha por recuperar su vida desde la cama de un hospital, donde lleva meses por culpa de una bacteria que se ha llevado sus brazos y piernas

Sarah recuperándose de sus secuelas ABC

J.J. Madueño

Sarah Almagro lucha por volver a la normalidad. Quiere poder estudiar Derecho, como soñaba, volver a hacer surf o curtirse en las sesiones de «crossfit». Tiene 18 años , vive en Marbella y es una superviviente. Sarah lucha por poder planear los viajes familiares o disfrutar de las tardes en la playa junto a su familia. Pelea contra las secuelas que le ha dejado un meningococo , que le provocó una meningitis que acabó en una septicemia . Infección que derivó en una parada general de órganos. Solo el corazón y el cerebro funcionaba.

Tenía complicado volver a esos pequeños momentos que pasa en familia. Regresar a esos sueños que quiere volver a recuperar. Lucha como una gladiadora contra la enfermedad , que ya se ha llevado por delante sus extremidades. El pasado 22 de julio, Sarah comenzó a sentirse mal. Tenía vómitos y dolor de cabeza. En el centro de salud le dijeron que era una gastroenteritis. La mandaron para casa, pero no mejoró. Al día siguiente apareció la fiebre y se marcharon al hospital Costa del Sol de Marbella . Le detectaron una infección en la sangre .

A las 11.00 horas entró en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) . Su padre, Ismael Almagro, relata que a las 13.00 horas les dijeron que se marcharan a casa, que los avisarían cuando pudieran verla. Sin embargo, a las 13.30 horas tuvo un fallo multiorgánico y su estado pasó a crítico . Esa madrugada quedó estable y los médicos dijeron a la familia que debía aguantar 72 horas. Vivía gracias a las máquinas, entubada y en coma inducido . «Estuvo 9 días. Se hizo para que no sufriera los dolores de lo que estaba pasando y para que estuviera tranquila», recuerda Ismael.

Salió del coma y comenzó a remontar , pero una necrosis había afectado a sus extremidades . Sus brazos y sus piernas estaban dañados. A las tres semanas se le trasladó a la Unidad de Quemados del hospital Regional «Carlos Haya» de Málaga. Las escaras eran demasiado graves. Tuvieron que amputarle los brazos por debajo del codo y las piernas por debajo de la rodilla . Sus padres, Ismael Almagro y Silvia Vallejo, le prometieron que volvería a hacer lo que hacía antes de que el meningococo intentara arrasar sus sueños.

La fundación «Somos tu ola» recaba fondos para conseguir las caras prótesis que necesita Sarah, de 210.000 euros

Es por lo que empezaron una recaudación de fondos para unas prótesis especiales que le permitan hacer una vida normalizada. Las que pone la seguridad social no sirven para hacer deporte. Se ha comenzado una colecta que se ha convertido en una ola de solidaridad imparable . Pruebas deportivas en su beneficio, eventos especiales de Navidad y un aluvión de muestras anónimas por toda la Costa del Sol. «Nos llega ayuda desde toda España» , explica Ismael, quien señala que la Federación de Atletas Paralímpicos se ha interesado por Sarah Almagro para brindarle la oportunidad de competir en triatlón paralímpico, otra de sus pasiones, porque Sarah quiere ser deportista de élite y no pierde la esperanza, pese a los reveses.

Contratiempos que se siguen produciendo . En su recuperación ha sufrido algunas demoras . Neumonías y una infección de un catéter han hecho que tenga que ser reingresada en la UCI. «Esto va a retrasar su recuperación», lamenta su padre, que sigue luchando por conseguir las deseadas prótesis.

No será fácil. El precio de las cuatro piezas está cercano a los 210.000 euros y se tienen que renovar cada cinco o seis años, dependiendo del peso de la niña. Son prótesis especiales que le van a permitir hacer deporte o pasar horas estudiando para ingresar en el Cuerpo de Hacienda, otro de sus objetivos. Con ellas podrá volver a hacer surf y hasta podrá hacer «crossfit» con algunas reservas. Es para lo que se ha creado una fundación llamada «Somos tu ola» . Entidad que recoge los donativos para ayudar a Sarah a volver a vivir tras la enfermedad.

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