SANIDAD
El juzgado obliga a la Junta a internar a una enferma de Huntington de Málaga
Será acogida en un centro del norte de Córdoba, la chica no quiere irse de Málaga y los padres no podrán ir a verla con frecuencia, ni traerla de vuelta
Tuvo que ser el juez el que buscara una solución, aunque no la más deseada. Flores Sánchez de 35 años sufre la enfermedad de Huntington. Está en casa encerrada en una habitación y pedía salir de allí. Desde que su situación se agravara, está bajo el cuidado de sus padres, mayores de 70 años y que viven de su pequeña pensión por jubilación. Pidieron que se le acogiera en un centro donde tratarla, pero ha tenido que ser el juzgado quien dicte el internamiento . La Junta de Andalucía, bajo el alegato de «falta de plazas», no ponía solución. Ante la exigencia de «urgencia» del juez, la Junta la envía al otro lado de Andalucía para descontento de los padres y de la paciente. Será internada por mandato judicial, pero lo van a hacer en un centro de Villanueva de Córdoba, donde la familia y la interna no podrán verse con regularidad. «Se hace allí porque es el único centro que puede acogerla y que tiene plaza en Andalucía», señala Fernando Pérez, abogado de la familia.
Los padres lamentan que vaya a ser trasladada a un lugar que no pueden visitar. « No vamos a poder ir, ni siquiera, todos los meses a verla », explica Encarnación Heredia, madre de Flores. Encarnación sufre problemas de cadera y el padre –Antonio Sánchez– está operado dos veces de cáncer de pulmón. Superan los 70 años y explican que tampoco es posible un traslado. «Nos han dicho que no podemos solicitar que la trasladen hasta los dos años , pero mi hija no va a vivir dos años », apostilla la madre, que explica que Flores Sánchez tampoco quiere alejarse de Málaga «porque va a estar sola».
«Quiere quedarse en Málaga. No se quiere ir tan lejos», explica Encarnación Heredia, quien apunta que en el centro de Villanueva de Córdoba le han dicho que su hija «debe ser internada en San Juan de Dios en Málaga». Pero será en el norte de Córdoba donde finalmente se instale. La enfermedad de Huntington que sufre Flores está haciendo la convivencia en su domicilio insoportable. «Esta mañana me ha llamado mentirosa y me ha insultado. Dice que quiere quedarse en el Clínico y que la mandamos allí arriba », remarca Encarnación Heredia.
El historial médico de Flores Sánchez narra episodios en Urgencias que muestran el calvario de esta enfermedad. Desde hace dos lustros su hija comenzó a presentar movimientos anormales, trastornos del lenguaje, pérdidas de equilibrio, brotes psicóticos y alucinaciones. «Cuando a nosotros nos pidió el colegio en Álora que la acogiéremos, su madre tenía 28 años y comenzaba a presenta los síntomas de la enfermedad. Nos hicimos cargo porque no teníamos hijos y todo fue bien hasta los 31 años, que aparecieron los temblores », apunta la madre.
«Un día llegó a casa y me dijo que le vendiera la moto. Me contó que había sentido que el cerebro se le movía como un flan , que se le fue el cuerpo y dijo que no quería matarse, que quería seguir viviendo», recuerda Encarnación Heredia, sobre los primeros momentos de una enfermedad que ha convertido en un infierno la vida de su hija, que sufre una discapacidad reconocida del 91 por ciento .
Los padres aseguran que no tienen ahorros para hacerse cargo de los tratamientos y tampoco para hacer los viajes al norte de Córdoba a ver a su hija en el nuevo centro. «Nuestros ahorros los hemos destinado a ayudar a mi hija primero y luego a otro niño que adoptamos cuando nos lo dejaron en la puerta. También nos tuvimos que hacer cargo de un sobrino, porque a mi hermana la abandonó su marido y se vio en la calle con cuatro hijos», explica Encarnación Heredia, que denuncia el trato recibido desde algunas instancias de la administración andaluza . «Cuando preguntamos por algo relativo a nuestra hija nos dicen que hablemos con nuestro abogado. Nos tratan con muy mala leche . Al abogado lo respetan, pero a nosotros no», añade la madre, que muestra preocupación por la nueva etapa que comienza Flores lejos de casa.