José Ángel Narváez: El «aire fresco» estaba dentro del Rectorado

El flamante rector de la Universidad de Málaga (UMA) , José Ángel Narváez, ante todo es «un buen compañero». Así al menos lo califica buena parte de los miembros del Rectorado. Con pinta de bonachón y bromista en las distancias cortas, salta rápido cuando se le pregunta por su vinculación con Adelaida de la Calle. «Cada uno tiene su forma de hacer las cosas ». Define a su predecesora como una «buena amiga de la que aprendió mucho», pero deja entre ver que no representa el continuismo en la institución cuando pide «aire fresco» para la misma. Curioso entonces que lo considere «viciado» cuando ha sido pilar fundamental del equipo saliente.

Nárvaez defiende como filosofía de vida el «ser buena persona» , capaz de sacar tiempo en plena campaña para preocuparse por el bienestar familiar de un compañero. Quizá esto es lo que le hiciera levantar ilusión en el Rectorado cuando acabaron los recuentos. Dice que a su familia la ve «menos de lo que le gustaría» y proclama que ha comenzado «un tiempo nuevo para universidad». A pesar de ello, dice que mantendrá su equipo y no prevé nuevas incorporaciones.

Protege la amistad por encima de todo y presume de tener muchos amigos entre sus compañeros. «Tengo una buena relación con los otros candidatos. No estoy dispuesto a perder una amistad por una tontería», señala Narváez. No se considera el heredero de nada, aunque muchos lo hayan proclamado. «Cada uno tiene su forma de hacer las cosas», señala Narváez cuando se le pregunta si va a seguir la ruta marcada por De la Calle para la institución . En este aspecto, en la comunidad universitaria malagueña se recibió con cierta estupefacción su promesa electoral de convertir en pública la controvertida Fundación General de la Universidad. Un estamento que ha generado notables polémicas durante el mandato de De la Calle por servir de lugar de contratación de familiares, atendiendo a su naturaleza privada.

Este catedrático de Fisiología es exalumno de la universidad de la que ahora es máximo representante. Ha pasado por casi todos los estamentos de la comunidad universitaria malagueña y conoce la institución desde abajo. «Es un orgullo ser rector de esta universidad que tanto me ha dado», añade. Desde 2004 pertenece al equipo de gobierno de la UMA y con la marcha de Adelaida de la Calle en junio de 2015 a la Consejería de Educación de Andalucía heredó el cargo. «Me había tocado» , concluye el nuevo rector.

«Puedo servir a la universidad que tanto me ha dado», señala tras ganar el cargo en la urnas por el apoyo de sus compañeros doctores, que dicen de él que «es un buen tipo y con una amplia experiencia en la gestión». «Es un honor y una responsabilidad haber recibido ese apoyo», explica Narváez, quien se impuso en segunda ronda con el 52,52 por ciento de los votos ponderados , pese a perder entre los alumnos y entre el personal administrativo. Ganó donde había que ganar. En los sectores con los que tiene las relaciones más estrechas, donde le conocen y consideran amigo antes que jefe.