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Javier Calle, el «capitán» que ha enamorado a Alba Díaz, hija de «El Cordobés» y Martín Berrocal
Es un conocido empresario de Marbella, promotor de conciertos y gerente de varios locales de fiesta desde hace una década
A Javier Calle sus amigos en Marbella le conocen como «Capitán». Es el apodo con el que tiene bautizada su empresa de promoción de conciertos. «The Captain» es la compañía mediante la que llegó a cantar en la ciudad Marc Anthony o con la que se colapsó la A-7 cuando actuaron David Guetta o Armin van Buuren . Su exesposa, Coki Prieto Pareja-Obregón , escribió una de esas noches triunfales de verano: «¡Dónde manda ‘The Captain’, no manda marinero! Cañona mi niña bonita Alba Díaz ». Nada le hacía presagiar que la amiga de aquella foto sería la razón de su divorcio, apenas un año después de casarse.
Coki Prieto Pareja-Obregón es una decoradora sevillana, sobrina del músico Manuel Pareja-Obregón . Su hermana Triana está casada con Germán Cabeza de Vaca , hijo adoptivo de la fallecida Soledad Cabeza de Vaca y Leighton , marquesa de Moratalla. El hermano de Germán, Forester Laboruche –hijo biológico de la marquesa–, le acusó de secuestrar a su madre para hacerse con el control de la fortuna familiar, estimada en unos 150 millones de euros y con la mejor cuadra de caballos de Francia.
La Justicia falló en favor de Germán, que tiene una residencia en Biarritz fruto de este noble legado. Allí estuvo este verano Coki de vacaciones. Fue a la vuelta a Marbella de esta visita a su hermana cuando se enteró del romance de su marido y la hija de Manuel Benítez «El Cordobés» y Vicky Martín Berrocal .
«Divorcio express»
El entorno de Coki confirma a ABC que «ella sabía que, tarde o temprano, acabaría apareciendo su divorcio en la prensa». Primero comenzó a escuchar que Javier Calle tonteaba con Alba Díaz, a quien había invitado a la boda de ambos en octubre de 2017 en la sevillana Casa de Pilatos, propiedad de los Medinaceli , boda a la que acudieron Felipe de Marichalar o el torero Gonzalo Caballero .
Al final, Javier terminó confesando a Coki que estaba con Alba. Un divorciado por la «vía express», al no tener hijos ni bienes en común, abrió paso al amor entre Javier y Alba. Los dos nuevos tortolitos comparten afición por el flamenco en el tablado que el empresario tiene en Puerto Banús y ella fue una de sus empleadas en una de sus discotecas este verano.
«Un buen amigo»
Javier es deportista y atlético, ahora se prepara para participar en el próximo Ironman de Marbella, para lo que entrena a diario. Le gusta navegar en un barco que tiene atracado en la ciudad y «es un buen amigo» . Los que le conocen le definen como «un chico educado con un grupo de amistades muy cerrado». «Es una persona a la que no le hace falta el dinero. Un niño bien, muy querido y que tiene mucha influencia en la juventud de Marbella», recuerdan quienes le conocen, que también señalan que está «agobiado» tras la noticia de su noviazgo. «No está acostumbrado a que lo persiga la prensa del corazón», señalan sus amistades.
Sus allegados dicen que tiene un «alto nivel de vida» y hacen referencia a que su llegada a la ciudad desde Estados Unidos, donde trabajaba en el sector financiero, fue una de las cosas que revolucionó la noche de Marbella hace casi una década.
Amante de los caballos, la caza o los toros, se le atribuye la instalación de los primeros reservados para los «vips» en las discotecas de Marbella, entre otro tipo de apuestas para elevar el nivel de cliente. «Son ideas que se trajo de Estados Unidos . Las puso en marcha y funcionaron. Ahora todo el mundo las tiene, como las bengalas en las botellas». Dirige The Group, que tiene bajo su mando nueve discotecas, entre ellas la afamada «Funky Buddha» o el reconocido club de playa «Opium».
Buena reputación empresarial
Recientemente el grupo empresarial reconoció que quieren vender uno de los establecimientos . Se trata de Kube. Una de las discotecas en Puerto Banús. La razón, según reconoció el grupo a ABC, era que están teniendo muchos problemas por la llegada de personas vinculadas con el narcotráfico a sus reservados para fiestas.
En esta discoteca cuatro porteros fueron detenidos el mes pasado después de una pelea con varios clientes tras agresiones cruzadas. Al día siguiente la Policía tuvo que desalojar a un grupo que se negaba a irse. El grupo está harto de este tipo de sucesos y está decidido a desprenderse para que no salpique la buena reputación del resto de negocios.
Es solo un borrón en la vida de éxito de Javier Calle, que incluye el alquiler de inmuebles entre sus acciones profesiones, como la vivienda de su familia materna que arrienda por 700 euros la noche en La Pera. Lugar en el que Julián Muñoz e Isabel Pantoja compraron la desaparecida «Mi Gitana».
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