Sucesos

Investigan una trama que espió a varios concejales de la localidad malagueña de Mijas

Se instalaron cámaras e intervinieron teléfonos y ordenadores desde la empresa que gestiona los medios de comunicación del Ayuntamiento

El perito judicial entrando este martes a Mijas Comunicación, donde sigue trabajando ABC

J.J. Madueño

Había rumores y sospechas. Los trabajadores de la empresa Mijas Comunicación decían que el director sabía lo que imprimían o lo que hablaban entre ellos. Era un «runrún» que ha terminado por destapar un caso de espionaje del que han sido víctimas varios concejales del Ayuntamiento de Mijas. «En ese mueble de ahí hay información de todos vosotros» , explicó el pasado viernes ante el consejo de administración el perito judicial contratado por la empresa para investigar este caso de espionaje.

En esta reunión se puso de manifiesto que la única persona del consejo —órgano formado por ediles de los diferentes partidos— de la que no había «ni una sola tilde» era de María del Carmen Carmona, de Ciudadanos.

Conversaciones de WhatsApp archivadas en cientos de gigas de información bajo llave en el despacho del antiguo director de la compañía y muchas dudas. «¿Han podido acceder a nuestro móvil personal?» , preguntó en ese encuentro uno de los presuntamente espiados. «Seguro», afirmó rotundo el perito, que dijo que sólo con abrir una foto en el terminal, éste pasaba a ser controlado por otra persona, lo que podía haber sucedido.

« Me han dicho que puedo tener el móvil pinchado . No te puedo contar nada. Se escucha un eco raro y puede ser eso», señalaba a ABC uno de los consejeros cuando ese mismo viernes, tras la reunión, era cuestionado por este caso de espionaje. Los consejeros están sujetos al deber de sigilo, por lo que no pueden filtrar información sobre este asunto, y la empresa ha firmado un contrato de confidencialidad con la empresa informática que realiza la auditoría, por lo que ni siquiera puede confirmar ni desmentir nada de lo investigado, que parece sacado de una película de espías en plena Guerra Fría.

Información clasificada

Los hechos se han conocido tras mandar recuperar una cuenta de correo electrónico de la dirección de la empresa, tras el cese el pasado 13 de febrero del que había sido mandamás en los últimos años del ente local, que gestiona los medios de comunicación municipales de Mijas. Cuando se tuvo que hacer el relevo de poder, la nueva directora encontró que no existía el mail de dirección y que había sido borrado. Se encargó una auditoría para recuperarlo y se detectaron ordenadores bajo llave y formateos de información. La recuperación arrojó que se habían intentado eliminar 831 gigabytes de información.

Al poder acceder a todo ese volumen de datos se destapó un caso masivo de espionaje a todos los trabajadores de la compañía y a los concejales del Consejo de Administración. «La información sobre vosotros está perfectamente clasificada» , les especificó el perito judicial en la reunión. Se tenía control sobre todo lo que se hacía desde los ordenadores y los móviles pirateados.

Documento en el que la empresa expresa la necesidad de una auditoría ante un posible espionaje ABC

El ingeniero informático ha pedido una ampliación de la auditoría al encontrar programas espías en los ordenadores de los trabajadores para almacenar cuentas y mensajes de correos electrónicos. En la reunión del pasado viernes se llegó a decir que seguían produciéndose conexiones en los terminales y que el espionaje seguía activo con nuevas conexiones desde el exterior detectadas. De ahí las precauciones de los diferentes concejales supuestamente monitorizados a la hora de hablar del tema. «No sé si me están escuchando» , aseguraba otro de los contactados por ABC.

Incluso se ha llegado a colocar un programa que convertía los ordenadores en una ventana para estar en las diferentes salas de trabajo. El perito ha detectado que con una clave de súper administrador de la empresa se podía llegar a ver lo que estaba haciendo el usuario por la cámara de la computadora, sus conversaciones a través del micrófono o detectar las pulsaciones en el teclado para lo que escribía —dejando al descubierto claves de acceso a cuantas corrientes, por ejemplo—. Con esos programas se podía hacer un seguimiento de todo lo que veía en pantalla, donde entraban y cuál era su trabajo.

Sí se ha encontrado un ordenador de un trabajador de la empresa que tenía todo «muteado» . Este empleado por precaución o por conocimiento de lo que estaba sucediendo —según explicó el perito judicial— tenía deshabilitadas todas aquellas partes que podían dar pie a ser espiado.

En los ordenadores de las dos administrativas de la empresa se instaló hasta un dispositivo para poder arrancarlos por control remoto y poder operar a horas en las que las instalaciones de la empresa estaban vacías. Es aquí donde surgen las sospechas en la reunión de participación de concejales de Mijas. Pues el perito apunta a que miembros del consejo de administración y del gobierno local conocían aspectos de estas dos trabajadoras que nunca habían sidos revelados a nadie.

Cámara en el armario

Y es que el espionaje ha llegado profundo. Hasta el punto de encontrarse en la zona donde se reúne el consejo una sofisticada cámara espía oculta en un armario. El hallazgo se hizo tras el precinto del lugar por parte del perito judicial. Se trata de una minúscula cámara con un altavoz que hacía un plano panorámico de la habitación o de donde se colocara. Se podía ver toda la actividad que había en ese lugar y escuchar las conversaciones.

Incluso se ha acreditado una supuesta destrucción de pruebas . El perito informó a los presentes de que una noche a las 22.54 horas, el anterior director de Mijas Comunicación habría entrado «a llevarse cosas» y que, para evitar ser descubierto, «manipuló el video de las cámaras». Este técnico explica a los administradores de la empresa pública, perteneciente al Ayuntamiento de Mijas, que hay un cambio en los horarios de las cámaras con un desfase superior a las 7 horas para colocar la acción en otro momento.

En las imágenes, según el perito, se vería como el antiguo director abre la puerta y «sustrae» cosas en cajoneras cerradas de la empresa por el único punto en el que la cámara de vigilancia «misteriosamente» está desconectada. El perito avisó a los consejeros de que, si todo este caso ve la luz, cabe la posibilidad de que se aireen trapos sucios sobre ellos.

Consultado por ABC, el antiguo director de la empresa negó todas las acusaciones vertidas por el profesional . Ni sustrajo nada de la empresa, ni colocó programas ni espió a nadie, afirmó. Este trabajador enmarcó el caso en una campaña para desacreditarle y así poder despedirle, pues demandó a la empresa por acoso.

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