Cultura
El imaginario alfabeto de Picasso
La Fundación Picasso. Museo Casa Natal acoge una singular muestra de la faceta de ilustrador del pintor malagueño
«Picasso: el canto de los signos» es el título de la exposición que hasta el 9 de octubre se puede ver en la Fundación Picasso. Museo Casa Natal y que muestra un caso único en la producción del artista malagueño como ilustrador al recurrir a signos que componen un alfabeto imaginario .
El libro «Le chant des Morts», de Pierre Reverdy, poeta y primer teórico del cubismo, fue ilustrado por Picasso en 1948, y el Museo Casa Natal posee un ejemplar donado por Christine Ruiz-Picasso en 1992 y que perteneció al propio artista malagueño.
La concejala de Cultura, Gemma del Corral, y el director de la Agencia Pública para la gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y otros equipamientos museísticos y culturales, José María Luna, presentaron este jueves esta exposición en la que se exhiben 52 piezas provenientes de los fondos propios de la Fundación Picasso.
«A lo largo de 125 litografías realizadas entre enero y marzo de 1948, Picasso se dejó arrastrar por un impulso abstracto raras veces visto en él, y que sólo tenía su precedente en las xilografías con las que llenó varias páginas de guardas del libro “La chef d’oeuvre inconnu” de Balzac en 1931», explicó el Consistorio malagueño en un comunicado, en el que precisó que ambos repertorios de ilustraciones abstractas encuentran en esta exposición su reflejo.
«En un intento de reafirmar su capacidad creativa y no sujeta a dogmas políticos , esas formas elementales con las que ilustró el libro de Reverdy reaparecerán a partir de noviembre de ese mismo año formando parte de diversas litografías en las que las usa para componer imágenes muy diversas que abarcan desde la naturaleza muerta al retrato o el paisaje», relató la citada fuente.
Picasso no sólo retoma las formas de 1948 a lo largo de una década, esa especie de alfabeto imaginario y gestual , sino que también, en una pirueta sorprendente, incluye también, como se aprecia en un retrato de Balzac, o de su hija Paloma, y también en algunos paisajes de Vallauris, los lejanos signos de 1931.
Esta aventura visual picassiana, en la que se han querido ver constelaciones, diseños orientales, caligrafía
Esta exposición de producción propia sirve de nuevo para «poner de manifiesto» la riqueza de la colección artística de la Fundación Picasso, que abarca un conjunto de más de 4.000 piezas de más de 200 artistas diferentes, de las que más de 800 son de Picasso.