MÁLAGA

¿Hubo una violación en La Malagueta? Las dudas que han dejado libres a los dos acusados

El Juzgado de Instrucción 5 de Málaga está practicando nuevas diligencias para saber qué ocurrió aquella noche

La mujer cambió de versión tres veces y habría reconocido en unos audios que lo hizo para tener la residencia en España

El Juzgado de Instrucción 5 está en la Ciudad de la Justicia de Málaga Archivo

J.J. Madueño

La magistrada del Juzgado de Instrucción 5 de Málaga tiene dudas más que razonables sobre si hubo una violación el pasado 9 de mayo en la playa de La Malagueta. Por esta razón, ha dejado en libertad a los dos detenidos que llevaban desde entonces en prisión. Unos audios de Whatsapp enviados por la supuesta víctima a un amigo han desvelado que la mujer no habría sido forzada, tal y como hizo creer a la Policía, a la Justicia... y a los medios de comunicación.

En la denuncia aquella noche dijo que conoció a un hombre en una sala de fiestas y, que después de conversar, fue conducida hasta una zona apartada de la playa. Allí el hombre se aprovechó de ella, mientras otro esperaba y un tercero le robaba el bolso.

Dos mujeres siguieron a la victima y su supuesto agresor , narrando a la Policía por teléfono todo lo que estaba pasando. Así, cuando comenzó la supuesta violación, ahora puesta en solfa, los agentes se echaron sobre los presuntos agresores. Uno en pleno acto y los otros dos esperando. Según dijo la mujer a los agentes, se evitó una presunta violacion grupal .

Sin embargo, según el auto de libertad emitido el pasado 20 de mayo por la magistrada, en los audios remitidos al juzgado se muestra de manera «clara y rotunda» que la victima «niega haber sido agredida por los investigados» . Los mensajes estaban en el móvil de un amigo de la víctima, que después de conocer la agresión sexual contactó con ella para saber qué le había sucedido y si estaba bien.

En ese momento, la mujer mandó varios mensajes y audios en los que decía que no había sido violada. Además, le explicaba a su amigo que la denuncia «obedecía a la necesidad de solucionar sus problemas de residencia en España».

La supuesta víctima, original de Guatemala, llegó a decir que podría haber sido una violación múltiple, si no interviene la Policía, para lograr ese fin. Pero en los mensajes contaba –según el auto– que denunciar la violación era la forma más rápida de conseguir la residencia , además de poder obtener alguna ayuda económica .

Y con dos personas en la cárcel , este amigo de la denunciante no se mantuvo callado. Llamó a la Policía Local de Málaga para decir que tenía mensajes y audios de la mujer en los que negaba la agresión sexual. El Grupo de Investigación lo citó para evaluar las pruebas. Éste les entregó el móvil para que pudieran analizar las conversaciones .

Así, los mensajes enviados entre ambos llegaron al grupo de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de Málaga, que llevaba el caso de esta supuesta violación. La transcripción de los audios fue recogida en un atestado ampliatorio de la causa . Una vez registrado en el juzgado, fue también a la Fiscalía, que pidió nuevas diligencias.

«Los audios deben ser verificados por los peritos para certificar que son sus voces y que no están manipulados», explica prudente Raúl Olivares, abogado de uno de los acusados. Hasta que se terminen esas periciales, los dos acuasados están fuera de prisión. La propia Fiscalía ha pedido la liberación, además de las defensas.

Tres versiones

Pese a esto, a los dos acusados se les han impuesto como medidas cautelares la obligación de personarse periódicamente en sede judicial, la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar el país. La causa tiene un tercer investigado que fue puesto en libertad provisional por el Juzgado de Guardia. Pese a las dudas, los tres siguen bajo investigación judicial por lo denunciado . El caso no está archivado.

El abogado defensor recuerda que   el caso era «raro» desde el principio, sobre todo por los cambios de versión que fue arrojando la víctima a lo largo del proceso de investigación. Tanto que pidió la libertad de su cliente, entre otras cosas, porque no se sostenía al versión de la chica y porque no había riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas.

El letrado de la defensa asegura que la mujer hizo tres declaraciones diferentes . Primero dijo a la Policía que había ido fuera del local de forma consentida, pero luego no estaba dispuesta a mantener relaciones. En una segunda versión en el hospital, donde le practicaron las pruebas para ver si había sido violada –siempre según el letrado–, la mujer dijo que estaba inconsciente.

Más tarde, ante la juez, señaló que no se acordaba de nada desde la discoteca hasta que le hicieron la analítica en el hospital. Sin embargo, como remarca Olivares, no ha salido ninguna sustancia ni droga en su sangre en las analíticas. «Sólo tomó cerveza. Dio negativo en todas las drogas que se le rastrearon» , señala el abogado.

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