Sucesos

El hijo del millonario que no esquivó la prisión... otra vez

El polémico Wetley Capper, «carne» de tabloide e investigado por la desaparición de un joven en Marbella, ingresa en prisión tras atropellar en estado ebrio a una mujer y darse a la fuga

La desaparecida Agnese Klavina / ABC

Pablo D. Almoguera

Circulaban a gran velocidad con su coche de lujo por un bulevar transitado por muchos vecinos. Atropelló a una mujer a la que arrastró durante unos 40 metros y aceleró para huir del lugar. No sólo superó ampliamente la tasa de alcoholemia, sino que los agentes lo encontraron junto a su acompañante en un bar. Mientras era arrestado y llevado a dependencias policiales, su víctima fallecía en el hospital como consecuencia de las graves heridas que presentaba. Sufrió hasta tres paradas cardiorrespiratorias.

Unos hechos que ocurrieron la tarde del lunes en Marbella y que trascienden a un accidente mortal provocado por un inconsciente. ¿Por qué? Por el hecho de que detrás del volante estaba Westley George Capper , el hijo del multimillonario británico John Capper, que en la actualidad está procesado por la desaparición de una bella letona que trabajaba como camarera en una discoteca de la localidad, a la que se da por muerta y cuyo cuerpo no ha sido encontrado.

Distintas fuentes consultadas por este periódico identificaron a Capper como el conductor del Bentley implicado en el siniestro, ocurrido sobre las 20:30 en el bulevar de San Pedro Alcántara.

El británico, de 37 años, circulaba a gran velocidad, como se desprende de las primeras indagaciones realizadas por la Policía Local de Marbella y del hecho de que la víctima fuese desplazada a una distancia de unos 40 metros del lugar de impacto.

En vez de detenerse y auxiliar a la mujer –que en esos momentos permanecía con vida-, el conductor aceleró y se dio a la fuga . Aunque no por mucho tiempo. El dispositivo de búsqueda desplegado por los agentes del citado cuerpo permitió localizarlo en el interior de un bar junto a su acompañante.

Westley George Capper no superó la prueba de alcoholemia y superó la tasa de alcohol permitida . Las fuentes consultadas se preguntaron si el hecho de detenerse en un bar y pedir una consumición no era una estrategia para tratar de encubrir que había bebido antes y hablar con su abogado para comenzar a trazar una estrategia de defensa.

Y es que este hijo de un multimillonario que ha hecho fortuna con la compraventa de propiedades de lujo conoce a la perfección el sistema judicial español. No en vano, pesa sobre él una orden de prohibición judicial de abandonar el país . Una de las medidas cautelares aún vigentes después de que hace algo más de dos semanas fuese procesado por la detención ilegal agravada de la joven y bella camarera letona Agnese Klavina, que en la actualidad figura como desaparecida, pero a la que los investigadores dan por muerta. Una historia de novela negra que está inundando los tabloides británicos y que se puede considerar un prólogo de la personalidad de Capper.

El último episodio de este caso de película se escribió días atrás, cuando el juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, que lleva el caso, le imponía una fianza de 300.000 euros ; aunque arrancó hace aproximadamente un año y medio.

La investigación del Grupo de Homicidios y de los especialistas de la Comisaría de Marbella tiene marcada en rojo una fecha: el 6 de septiembre de 2014. Este es el día en el que el paradero de Agnese se pierde tras una noche de fiesta en compañía de Westley Capper y su inseparable amigo Craig Porter , también procesado por detención ilegal agravada.

Las cámaras de seguridad de la discoteca Aqwa Mist y el puerto de La Duquesa muestran dos escenas muy sospechosas para los agentes. La primera, captó como la joven letona se montaba en el Mercedes de Capper y cómo los británicos le cierran la puerta cuando la chica supuestamente intenta bajarse. La segunda grabó cómo unos individuos arrastraban una maleta , la introducían en el yate de la familia del joven millonario y zarpaban mar adentro. El GPS , que fue posteriormente requisado e inspeccionado por los responsables del caso, reveló una ruta inusual.

La embarcación fue localizada por la Policía Nacional en Murcia y, a pesar de que había sido limpiada concienzudamente, durante la inspección ocular se hallaron restos de sangre y cabellos que se mandaron a analizar. Los agentes estaban convencidos de que eran de Agnese y que sería la prueba clave para tumbar la defensa de Capper, que dijo que minutos después de subirla al coche dejó a la desaparecida en una carretera cercana, y de Porter, que afirmó que se quedó dormido en el asiento de atrás.

Pero el examen de los restos no fue concluyente , y la acusación inicial de homicidio y detención ilegal que inicialmente se imputó a los acusados, se redujo al segundo cargo pero agravado.

Capper, tras pasar la madrugada de este martes en los calabozos, fue puesto a disposición judicial durante la tarde. Y esta vez sí, ha pisado la cárcel. La juez del juzgado de Instrucción número 2 de Marbella decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por homicidio imprudente, omisión del deber de socorro, conducción bajo los efectos de alcohol y drogas y falsedad documental. Ya ha pasado su primera noche entre rejas.

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