POLÉMICA
Guerra entre Fuengirola y Benalmádena por 74.000 metros cuadrados de lujo
La Junta ha reconocido una linde entre los dos municipios del siglo XIX, que contradice todos los planeamientos urbanísticos conocidos

Hay tensión entre municipios. Después de décadas con una frontera, una alegación de Benalmádena ha hecho que Fuengirola pierda 74.000 metros cuadrados de territorio en El Higuerón, una de las zonas más potentadas del municipio. Hotel de lujo y urbanización con domicilios que superan los 600.000 euros pueden cambiar de domicilio fiscal y de localidad por una decisión administrativa. Si se consolida el último arbitraje de la Junta de Andalucía, la pérdida es cuantiosa para Fuengirola y las ganancias sustanciosas para Benalmádena. Hecho que ha abierto una guerra entre municipios que se prevé larga y complicada en los tribunales.
Y es que la Dirección General de Administración Local de la Junta de Andalucía comunicó hace unas semanas al Ayuntamiento de Benalmádena su propuesta de resolución sobre los límites entre los dos términos municipales. La orden ratificaba la vigencia del acta de deslinde de 1874 como criterio oficial y definitivo para marcar la separación entre ambas localidades. En virtud de esta resolución, Benalmádena recuperaría 74.000 metros cuadrados en El Higuerón , que Fuengirola incorporaba –según los informes del Consistorio– ya en el Plan Parcial de 1974, aprobado por el Ministerio de Vivienda.
El terreno era un erial en el que nadie se fijó hasta 1992, cuando Fuengirola comenzó a desarrollar urbanísticamente la zona aprovechando la construcción de la autovía del Mediterráneo. El terreno era un atractivo nudo de comunicación y allí comenzó a desarrollarse una de las urbanizaciones más exclusivas de Fuengirola, que consiguió potenciar la zona e instalar unas 200 viviendas a las que dotó de todos los servicios municipales.
También un hotel del lujo. La cadena Hilton se fijó en este enclave para instalar un resort con restaurante de estrella Michelin. El hotel ahora quedaría partido en dos a lo largo de su estructura . La entrada de este establecimiento que alojó el descanso de Jennifer López tras su concierto en Fuengirola estaría en Benalmádena, pero otra parte del hotel, como la zona deportiva o de piscinas, se quedaría en Fuengirola.
El área ha ido adquiriendo importancia y Benalmádena también desarrollaba el entorno dentro de su término municipal, aprovechando todo este tirón. Pese al volumen de viviendas que tiene la zona, solo hay unas 200 personas censadas en la parte de Fuengirola, según datos municipales. El resto son segundas residencias que pagan Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y también de basuras. El agua está delegada y Fuengirola es la que ofrece la limpieza de viales, dejando los jardines a las comunidades. Ahora todo eso podría cambiar con los extravíos lógicos de un cambio de domicilio y varias incógnitas, como a quién debe pagar los impuestos el hotel de lujo .
Benalmádena reclama en 2006
Lo cierto es que la zona es buena fuente de ingresos para los consistorios y de ahí que Benalmádena abriera la guerra en 2006. Según este Ayuntamiento, fue el exalcalde Enrique Bolín quien inició las hostilidades con la primera reclamación, que no se reactivó hasta 2015. El cambio de gobierno de 2007, la moción de censura de 2009, el nuevo gobierno en 2011, seguido de otra moción de censura en 2012 crearon una inestabilidad que no ayudó a esta lucha por el territorio. Sin embargo, en 2015 el socialista Victoriano Navas volvió a darle impulso , para que ahora la Junta mueva la linde y abra la guerra definitiva, que prometerse alargarse durante años.
Y es que la propia Benalmádena por «un error administrativo» dejó fuera de su término municipal esta parcela de 74.000 metros en 1982. La suculenta «pastilla» de terreno ahora pertenecería a Benalmádena, pero Fuengirola anuncia que no se va a estar quieta viendo como pierde un territorio que ha desarrollado al cien por cien. El Consistorio ya tramita la petición de una modificación de la orden, mientras que el gobierno de Ana Mula evalúa otras acciones.
La batalla por este territorio está servida. Si bien Benalmádena defiende la linde del siglo XIX, pese a dejarla fuera de sus Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) desde que se desarrollan, Fuengirola esgrime sus derechos adquiridos y las inversiones que ha hecho en este territorio para convertirlo en lo que es. Todo apunta a que será un largo proceso judicial entre ambas ciudades el que aclare a quién pertenece este pequeño y lujoso terreno de la Costa del Sol.