La Guardia Civil de Málaga advierte del peligro de ir a hacer senderismo «como el que va al paseo marítimo»

En el último año, los equipos de montaña de la Guardia Civil se han empleado a fondo para rescatar a senderistas. Cada vez son más los que salen al campo sin formación

Agentes de la Guardia Civil ante el helicóptero que ayuda en los rescates. ABC

J. J. Madueño

Lo primero que hace Nicolás Rando, agente del Equipo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil cuando se topa con un senderista es entregarle un pequeño folleto con las normas básicas que se deben cumplir cuando se sube a la sierra a practicar algún tipo de deporte. «Esto, guárdatelo», aconseja afable el agente, de la unidad del municipio malagueño de Álora. El pequeño manual, que se puede llevar en la cartera, reseña normas tan básicas como llevar un móvil, una linterna, elegir una actividad acorde al nivel físico o no saltar a las pozas en los barrancos.

« Hay gente que está en Marbella y decide subir a la montaña de La Concha sin preparación . Luego hay que subir a buscarla», afirma este agente, que precisamente este lunes recibió la cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco por un rescate en La Concha de Marbella. Rando señala que la mayoría de los rescatados mandan la ubicación de dónde están por mensaje para que vayan a rescatarlos

Una consulta rápida a esta guía arroja nociones para evitar accidentes o no quedarse atrapado tanto en la sierra como a la hora de adentrarse en barrancos. «Nunca hay que ir solo y sin avisar de dónde se va a estar», puntualiza. Recordado es el caso de Juan Antonio Gómez Alarcón, un montañero de Mijas que lleva desaparecido desde el 20 de julio de 2010. La familia de este joven cree que entró solo en una cueva en la sierra para explorarla y se quedó allí atrapado.

Aumento

Rescate llevado a cabo por la Guardia Civil en un barranco ABC

Los equipos de montaña piden que se reparta la guía en hoteles o en puntos de interés, ante el aluvión de salvamentos que están llevando a cabo en este 2021. La pandemia ha hecho que muchos huyan al campo cuando tienen momentos de ocio y que lo hagan sin un mínimo de formación. «Antes dábamos talleres en colegios, asociaciones… Eso se canceló. Sería bueno que al menos los folletos estuvieran en los hoteles para los turistas», explica Rando, que contabiliza ya 51 rescates hechos por su equipo en lo que va de 2021 . «Normalmente podemos hacer unos 60 en un año», reseña el agente, que pide poner especial atención a la hora de hacer espeleología para explorar cuevas, donde siempre hay que informar a alguien cuando se entra.

Además, llega el otoño y comienza la ‘temporada alta’ del turismo de interior. Es la época del año cuando más salidas se producen a la sierra. Eso multiplica los rescates que tienen que llevar a cabo tanto de este equipo como del resto de agentes especialistas en toda Andalucía. «La mayoría son por imprudencias», afirma Adolfo Ceballos, el cabo de este equipo, que explica cómo hay gente que sube sin la ropa adecuada y tiene problemas. «Les cambia el tiempo y tienen problemas», señala, enumerando desde grupos que se dividen y algunos miembros se pierden en los senderos a turistas que suben solos sin conocer la montaña y tienen accidentes o se desorientan.

Conocer el medio es importante. Este equipo de Málaga es el que llevó a cabo el r escate del cadáver de una mujer en El Saltillo . Allí una señora subió a ver el paso restaurado entre los acantilados, pero desconocía que aquello era un sendero de alta montaña y, en una distracción, se despeñó por un barranco. «No todo el mundo puede hacer todas las rutas. Hay que ser conscientes de la preparación física de cada uno», explica Rando. «La gente va a la sierra como quien va al paseo marítimo», apostilla José Miguel Jiménez, otro de los agentes de este grupo, que recuerda también accidentes, pese a ser expertos montañeros y hay que sacarlos en helicóptero.

Ante todas estas situaciones, estos agentes y los que van en helicóptero ponen su vida en riesgo para salvar a la persona que está en la montaña. «La mayoría de rescates que llevamos a cabo los hacemos desde el aire», remarca Jiménez.

Fuegos, inundaciones, barrancos… Sus competencias son todas las que tiene asignadas la Guardia Civil, pero en entornos de difícil acceso. Es por eso que fue este equipo el que tuvo que bajar a una mina a más de 70 metros de profundidad para sacar el cadáver del pequeño Julen en Totalán . Para todo ello deben estar preparados. Además, de sacar una especialización de nueve meses en Candanchú, en el Pirineo aragonés, todos los años tienen dos especies de reválidas llamados ‘planes anuales’. Uno de ellos se hace en verano y el otro el invierno, donde en Sierra Nevada el entrenamiento se lleva a cabo con hielo y nieve.

Siempre dispuestos y en guardia. El equipo, bajo el mando del cabo Ceballos está operativo las 24 horas del día los 365 días del año. Listos para actuar en caso de que se le requiera. «Mínimo hay dos personas de guardia para salir donde haga falta», asegura Rando, que al abrir el maletero del coche oficial muestra un complejo equipo de actuación. «Hay que estar preparado para todo», reseña el agente, que comienza a sacar material, mostrando desde los neoprenos para los barrancos, todo lo necesario para escalada, así como un botiquín de primeros auxilios, una camilla o los sacos para trasladar cadáveres, si se diera el caso.

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