Así es el gran centro de refugiados que ha convertido Málaga en la 'pequeña Ucrania' de Andalucía

Pedro Sánchez visitó este miércoles el centro en el Palacio de Ferias, por donde han pasado ya más 2.000 personas

La provincia cuenta con una bolsa de 16.000 residentes de Ucrania que atraen a cientos de familiares

El presidente Sánchez durante la visita al centro en Málaga J.J.M.

J.J. Madueño

Málaga es el principal polo de acogida de refugiados ucranianos del sur de España. Como ha recordado el alcalde, Francisco de la Torre, la provincia tiene 16.000 residentes de este país , que están trayendo a miles de personas que huyen de su patria por la invasión de Rusia. Así, siendo uno de los lugares de preferencia a la hora de recalar para los que se exilian por la guerra, el Gobierno, en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y con la Junta de Andalucía, ha creado el cuarto Centro de Recepción, Atención y Derivación de Refugiados ucranianos de España.

Como en Alicante, Barcelona y Madrid, es un lugar en el que simplificar todos los trámites que tienen que seguir para recibir el asilo. Este miércoles, el presidente Pedro Sánchez lo ha visitado para testar de cerca la labor que se lleva a cabo de forma conjunta con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y las demás administraciones. Ya han pasado más de 2.000 personas por este lugar. Son ya más 4.700 refugiados los que se han recalado en Málaga desde que comenzó la guerra.

A la entrada, junto a la recepción, dos voluntarias de ACNUR, que da información sobre cómo solicitar el asilo . Están detrás de la recepción y una de las voluntarias ayuda a los intérpretes cuando se le necesita. Los exiliados por la guerra entran a un mostrador, donde son recibidos y le dan acceso a un gran salón pasando por delante los colores de la bandera de Ucrania con una llamada de 'urgencia' .

A partir de ese pasillo, varias mujeres –son mayoría–, que hablan ucraniano y español, los esperan para acompañarlos en todo el proceso para arreglar el papeleo. « Suelen estar aquí una hora. No más. Es rápido , aunque se les suele dar un bocadillo o comida, mientras esperan«, remarca Oksana Kovtun, una de las trabajadoras de CEAR, encargada de repartir los turnos para sentarse en las mesas.

El chorreo de personas es constante, pero no se agolpan en la sala de espera. Los turnos van rápido. En este lugar se hacen de una tacada todos los trámites que antes llevaban varias semanas . Primero se pide cita, cuando se tiene, sobre una semana después, se va a este centro, donde, en un primer lugar, se hace una evaluación de la situación.

Entre los que entran no todos son ucranianos. Muchos de ellos son residentes extranjeros en Ucrania , que cuando estalló la guerra se vieron obligados a huir, pero no podían ir su patria de origen por diversos motivos. Esos residentes también tienen derecho a asilo por una ampliación de la orden que ha hecho España con respecto a la directiva Europea.

La Policía Nacional arregla la documentación a un anciana en silla de ruedas J.J.M.

Tras el triaje inicial por parte de CEAR, se pasa con Extranjería, donde la Policía Nacional toma la filiación y con el pasaporte tramita la orden de asilo. En una sala contigua la Policía Científica toma huellas y hace fotos para la documentación, entre los que posan hay muchos niños a los que hay que poner en regla la documentación . 

Una vez que se tienen esta documentación, se pasa a otra sala, donde se les da el número de la Seguridad Social. Con eso reciben el permiso de trabajo y pueden ir a solicitar su médico. Según los datos aportados durante esta visita por el Gobierno, sobre el 72% de las personas que llegan a estos centros en España son mujeres y el 37% son menores. La media de edad de los asistidos es de 28 años. Los hombres no pueden salir del país. Se tienen que quedar allí a luchar para defenderlo.

En el caso de los menores no acompañados, que se han atendido entorno a unos 120 en las últimas semanas en este centro , una vez filiados se hace cargo la Junta de Andalucía con el Servicio de Protección de Menores, que está también presente en este centro. «Hay muchos menores no acompañados o algunos que llegan con un poder notarial o un documento que dice que están a cargo de alguien que no son sus padres«, ha afirmado Carmen Rueda, responsable de CEAR en este centro.

Mientras se espera el turno, para los pequeños, hay una ludoteca . Un lugar donde este niño recuperan la sonrisa jugando. Se encuentran juguetes, cuentos o pinturas, además de monitores que están con ellos mientras les llega el turno para iniciar sus trámites de residencia. «Si necesitan ayuda de los servicios sociales también están aquí» , ha recordado Rueda.

Niños jugando en la ludoteca del centro de refugiados J.J.M.

El centro tiene una enfermería coordinada con el Servicio Andaluz de Salud para cualquier imprevisto. En la sala de espera hay personas mayores, embarazadas y hasta madres con bebé pequeños, que llegan con su carros, tras cruzar miles de kilómetros por Europa para buscar un lugar en el que criar en paz a su descendencia. «Tienen sus maridos, padres, hermanos... Todos defendiendo el país. Muchos tienen una titulación superior y quieren trabajar en su tierra , pero hasta que llegue ese momento contarán con la hospitalidad de España«, ha aseverado Pedro Sánchez.

Es una atención integral en 2.000 metros cuadrados, que ya tienen el compromiso de ampliarse hasta los 5.000 metros cuadrados. En el Palacio de Congresos de Málaga se han dispuesto dos barracones con unas 70 camas para aquellos que no tienen dónde quedarse en sus primeras horas en España.

Son para una primera atención de emergencia para los casos con mayor desamparo, a los que no se les puede dar un lugar de acogida de forma inmediata o no lo traen ya desde Ucrania una familia con la que quedarse. Durante la visita del presidente Sánchez ninguna de las camas habilitadas estaba siendo usada por los usuarios.

Los responsables del centro han explicado que son muy pocos los que se quedan en estas camas y que, los que sí se ven obligados a hacerlo, no están más de 48 horas en estos barracones . CEAR se ocupa de buscarles un lugar donde alojarse con la mayor celeridad posible. Ante esto, el Gobierno tiene un proyecto piloto de familias españolas de acogida para agilizar aún más este proyecto, que en Málaga ya está funcionando.

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