Hostelería

Los futuros camareros que ya se forman en Andalucía: «Es un trabajo muy digno»

La Junta de Andalucía tiene abiertas once escuelas con 1.339 alumnos que aspiran a trabajar en la hostelería

Ismael y Pedro preparan un servicio en el restaurante de La Cónsula Francis Silva

J.J. Madueño

En la escuela de hostelería de La Cónsula en Málaga, el lugar que en otro tiempo sirvió a Ernest Hemingway en 1959 para encerrarse a escribir 'Un verano peligroso', donde retrató la lucha de poder en la cúspide del toreo entre Ordóñez y Dominguín, se forman 60 nuevos cocineros y personal de sala. Estudiantes dispuestos a paliar ese déficit denunciado de mano obra en la hostelería .

Falta de empleados que se achaca a condiciones laborales indígenas y a un trabajo en condiciones leoninas, pero que estos estudiantes reivindican como «un orgullo». «Es un trabajo muy digno. Disfruto mucho en la hostelería» , señala Pedro García, que se forma para ser jefe de sala en La Cónsula de Málaga. Su labor, cuando esté en un restaurante, marcará en buena parte la experiencia del comensal y le hará volver o no al lugar.

Es algo en lo que coincide su compañero Ismael Cedeias mientras limpian copas para el servicio del medio día. «Claro que es un trabajo digno e importante. Si en un buen restaurante la comida está muy bien, pero el camarero te trata mal, no vuelves . Nosotros ofrecemos sensaciones y una experiencia que haga regresar al comensal», afirma Cedeias.

Julián Corrales prepara una mesa en el restaurante de La Cónsula F. Silva

Sin embargo, no se encuentran profesionales, pese a que es el sector que aporta el 14 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía, donde se han hecho en el último año 144.000 contrataciones por este tipo de negocios . «Hay que tener mucho ilusión, porque es muy sacrificado. Los salarios no están mal, pero cuando todo el mundo está de fiesta tú tienes que trabajar» , afirma Iván Bravo, chef de Rincón K'Naya, un restaurante que abrió después de salir de La Cónsula y después ser uno de los aprendices de Martín Berasategui.

Estas escuelas tienen, en muchos casos, una tasa de inserción laboral del cien por cien , ya sea trabajando en alguna empresa o en una aventura propia. Alejandra Pérez es una de las exalumnas que pidió una excelencia cuando trabajaba en el hotel Kempinski de Estepona. Fundó su propio catering , con el que ha llegado a dar de comer a los Reyes de España.

Iván Bravo cocinando en La Cónsula F. Silva

Ese camino quiere tomar Ismael, que sueña con su propio negocio, en el que poder cumplir sus sueños. Otros como Julián Corrales se dieron cuenta, tras pasar años trabajando de camareros, que debían formarse para poder optar a mejores trabajos .

«Aquí te enseñan para poder trabajar en hoteles de cinco estrellas gran lujo o en restaurantes con estrella Michelin. Es una oportunidad», afirma Corrales, quien explica que no vale con coger una bandeja, sino que hay que saber hacer un servicio para que el cliente quiera volver.

Así, la Junta de Andalucía tiene ya abiertas once escuelas con 1.339 estudiantes . En 2022 se van a destinar ocho millones de euros para poder reactivar estos cursos de formación. La inversión más grande se hará en el CIO Mijas, donde se desembolsarán tres millones para acoger a 255 alumnos el 2022 en un centro catalogado de referencia nacional. «Aquí te enseñan lo básico para poder llevar tu negocio. Es la mejor base que puedes tener para estar en el mundo de la gastronomía» , afirma Bravo.

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