CORONAVIRUS ANDALUCÍA
Francisco Martínez y Sebastián Sabariego, los dos agentes caídos en la lucha contra la pandemia en Andalucía
El agente sevillano Francisco Redondo también murió en Madrid cuando estaba destinado en la Delegación de Gobierno
Dos han sido los agentes caídos en la lucha contra el coronavirus en Andalucía. Guardia Civil y Policía Nacional lloran sus bajas a partes iguales . Cada cuerpo cuenta con un fallecido por la enfermedad, los dos en la provincia de Málaga. El ultimo es el inspector Sebastián Sabariego, conocido entre sus compañeros como «Sebas». Nació en Sevilla, pero tiene a su familia afincada en La Línea de la Concepción. Murió a los 54 años, tras semanas de lucha contra el virus en un hospital de Málaga. Su luz de apagó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) dejando hondo pesar en la Comisaría Provincial.
Sabariego era inspector de la Brigada de la Policía Científica de la Comisaría de Málaga, cuando cayó enfermo junto con dos compañeros. Inició su carrera en el Cuerpo Nacional de Policía en 1987 en Cataluña. En 1991 fue destinado a Málaga, desempeñando su trabajo en la Brigada Provincial de Policía Científica.
En 1996 ascendió a inspector de esta brigada, en la que recibió la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco y más de un centenar de felicitaciones públicas por su diligente trabajo. Durante la jornada de jueves, los actos de homenajes se sucedieron, el más emotivo el que se vivió a las puertas de la Comisaría Provincia, lugar desde el que desempeñó una incasable labor contra el crimen.
Este agente es el segundo miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado destinado en Andalucía caído a causa de esta enfermedad. El primero fue Francisco Martínez, que contrajo el coronavirus mientras trabajaba en la patrulla de tráfico de la Guardia Civil en Antequera. Falleció a los 58 años el pasado 9 de abril, cuando acababa de ser abuelo. Sus compañeros fueron a arroparlo esa misma tarde a la puerta del Hospital de Antequera.
Cuarenta años de servicio
Martínez tenían casi cuarenta años de servicio en municipios de Gerona, Ciudad Real, Valencia y luego en las localidades malagueñas de Cuevas Bajas y Antequera, su último destino. Con 16 años entró en la Legión, pero salió a los 18 años para hacerse agente de la Benemérita .
En su puesto de trabajo estuvo hasta que la enfermedad lo apartó, cuando ya los síntomas eran tan graves que no podía continuar con su labor. No fue al médico porque no había cita, pero llevaba tiempo sintiéndose mal. Había presentado la sintomatología compatible con el coronavirus. Hasta dejó de comer por el malestar general del cuerpo y acabó ingresado.
Ellos no son los únicos agentes andaluces fallecidos en servicio activo. También era oriundo de la región el policía Francisco Redondo. Natural de Sevilla, murió a los 40 años cuando estaba destinado desde 2011 en el Departamento de Seguridad de la Delegación del Gobierno en Madrid, después de pasar por varias funciones durante sus años de servicio.
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