La familia del joven fallecido por una paliza en Málaga dona sus órganos

El joven Pablo P . murió, tras mediar en una pelea, el pasado fin de semana en Málaga. Estaba celebrando su cumpleaños a las puertas de uno de los locales del centro de la capital, intentó poner paz en una gresca juvenil y encontró el negro final. Las imágenes de la investigación reseñan como dos varones de origen español se abalanzaron sobre él. Era la madrugada del viernes, sobre las 4.30 horas. Le golpearon en la nuca y se desplomó. Le siguieron dando patadas . Quedó inconsciente, recuperó el pulso y fue trasladado al Hospital Clínico. Tras dos paradas cardiorrespiratorias, falleció. Se certificó su muerte cerebral el sábado 22 de abril y su familia decidió donar sus órganos. Pablo aún vive. Lo hará en aquellos que reciban esos órganos , dentro de aquellos a los que va a salvar la vida tras la fatídica paliza que recibió.

La Policía lo encontró tendido en el suelo, el primer aviso a Emergencias dice que en la puerta de la sala Theatro –en la esquina entre calle Lazcano y Convalecientes–. Los servicios sanitarios intentaron reanimarlo, recuperó el pulso y se le trasladó al hospital para intentar salvarle la vida . Se temía lo peor. Entró en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado crítico. Para aquel entonces sus agresores habían desaparecido entre la multitud . Nada se sabía de ellos. Huyeron tras la fatídica tunda. Se refugiaron en una oscuridad que se ha vuelto luz por las cámaras que se encontraban en la zona y que grabaron la escena. La Policía no precisa si es por la cámara de seguridad del local o por las de los móviles de los que asistieron impávidos a la paliza. 

La Policía Nacional detuvo, en la tarde del pasado lunes, a uno de los presuntos agresores de Pablo. Los agentes arrestaron a tres personas. El primero fue a un varón de 25 años como presunto responsable de un delito de homicidio . Durante el trascurso de la investigación, que continúa abierta, también fueron detenidas dos personas por un supuesto delito de encubrimiento . Se trata de dos hombres, de 31 y 21 años, que fueron puestos en libertad con cargos tras tomarles declaración. Los arrestos no paran ahí. Habrá más detenidos, al menos uno más. El grupo de Homicidios de la Policía Nacional dirige ahora sus pesquisas para la localización y detención de otro varón, considerado también presunto autor material de la muerte del joven.

En la mañana del pasado lunes, la Subdelegación del Gobierno informaba de la intención de los supuestos agresores de entregarse a las autoridades. «Los presuntos autores han manifestado, a través de su entorno familiar, la intención de entregarse a la Policía Nacional», explicó Miguel Briones, subdelegado del Gobierno en Málaga. Pero no les ha dado tiempo. Las autoridades les tenían identificados por las imágenes aportadas a la investigación de la brutal paliza. «Hay una identificación clara de las personas que intervinieron y están implicadas», reseñó Briones. Pensaron en entregarse cuatro días después de aquella tunda de muerte, cuando la Policía les tuvo identificados. Ahora se les tomará declaración y, tras las diligencias pertinentes, pasarán a disposición judicial, donde se enfrentan a un supuesto delito de homicidio.