Entrevista

El exgerente del SAS: «Los cambios radicales no existen, y los bruscos pueden generar errores»

En su primera entrevista tras una dimisión estrictamente «personal», Miguel Moreno Verdugo sentencia: la falta de profesionales es el principal déficit del sistema

Miguel Moreno, en su despacho del hospital de la Axarquía en Málaga FRANCIS SILVA

Fernando del Valle

Desde su actual despacho, al frente del Área de Gestión Sanitaria Este de Málaga-Axarquía , se ve el mar. En Sevilla, eso era imposible. El primer director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con el «gobierno del cambio», Miguel Moreno Verdugo , duró sólo diez meses en el cargo. En la primera entrevista que concede tras su cese, niega cualquier otra motivación y asegura que regresar a su tierra fue la razón principal del mismo, una dimisión «por motivos personales». Además, defiende a capa y espada los pasos que se dieron y siguen dando los actuales responsables de la sanidad andaluza para mejorar el delicado estado de salud de la antes llamada «joya de la corona». Mejorar sueldos y condiciones laborales de los profesionales , aduce, es el único lenitivo posible.

¿Por qué se produjo en noviembre su abrupto cese??

—De mis 30 años de vida profesional, más de 10 se han dado fuera de Málaga. Soy malagueño y vivo aquí. Cuando el consejero me llamó a mitad de enero para incorporarme a la dirección-gerencia del SAS, le dije que podría vivir en Sevilla un tiempo no muy largo. Acordé con él realizar un diagnóstico, elaborar un plan estratégico y lanzar las reformas, a partir de lo cual yo tomaría otro destino.

¿Y por qué en noviembre?

Eso son razones familiares en las que no voy a entrar. Pero entendimos que era el momento de hacer el cambio y así se hizo. Tanto el vicepresidente como el consejero de la Presidencia, que sabían de mi situación, lo dijeron claramente:lo mío era una dimisión por razones personales.

Tras cesar, se contó primero que dirigiría el Regional de Málaga, pero acabó en la Axarquía después de las protestas de determinados sectores y profesionales...

Yo fui casi nueve años director económico del Carlos Haya, el Regional de Málaga. Volver no tenía sentido;ni era un reto para mí. Aquí en la Axarquía se incluye la atención primaria, de la que soy un enamorado. Nuestro sistema está muy orientado a pacientes agudos cuando la mayoría hoy en día son crónicos pluripatológicos.

Las protestas sanitarias no cejan. ¿Por qué cree que no se visibiliza el cambio?

Yo creo que sí se está visibilizando. 4.700 personas más se tienen que notar. Hay hospitales como el Virgen de las Nieves que han cuentan con 100 profesionales más. Eso hace que las listas de espera estén bajando poco a poco. En primaria ya se ve a los pacientes cada ocho minutos. Pero en un año no se hace todo; la legislatura dura cuatro. Hay cuestiones como los cambios culturales y de recursos que llevan su tiempo. Los cambios radicales no existen y los bruscos pueden generar errores.

No parece que estén convenciendo a los sindicatos...

Es cuestión de expectativas. Cuando se produjo el cambio se generaron expectativas muy grandes. Cambiar inercias es complicado. Los cambios, poco a poco, pero profundos.

¿No contribuyeron las promesas iniciales a esas altas expectativas?

Yo no he escuchado nunca ni al presidente ni al consejero decir que los cambios se iban a hacer en un año.

De ese primer diagnóstico, ¿cuál fue su primera conclusión?

Tras el sobresalto de encontrarnos con que las listas de espera oficiales dejaban fuera a buena parte de la a gente que estaba esperando una prueba o una intervención, desde luego la convicción de que las plantillas son escasas. Andalucía es la comunidad con menor ratio de médicos y enfermeros por habitante. Y eso no puede ser. Es el principal problema que padece el SAS, la falta de profesionales.

¿Y a qué se debe?

Fundamentalmente a que nuestros médicos y enfermeros tienen un nivel retributivo muy bajo. Somos la comunidad que peor tribuye a sus médicos. Eso ocurre además en un momento en el que hay escasez de médicos en el mundo. Por eso en torno a 4.000 de nuestros médicos se han marchado a otras comunidades o al extranjero. La forma de que no se marchen es mejorar sus condiciones de trabajo.

¿Y se está haciendo realmente?

Se han puesto en marcha las reformas necesarias para mejorar esas condiciones. Ahora la totalidad de los contratos es ya al 100 por cien de la jornada y se está peleando por que tengan un mínimo de un año de duración. Hemos incrementado las sustituciones. Cuando yo empecé en el SAS en 1988 en Primaria se sustituía todo. En 2017 fue menos del 10%, En 2019 hemos llegado casi al 30%. Luego, las guardias. Andalucía paga 18 euros la hora cuando la media española es de 24. Este año incrementamos dos euros la hora del médico de guardia con el horizonte de llegar durante la legislatura a una media de entre 24 y 25 euros. Y después, que todos los médicos han de cobrar lo mismo, trabajen en la pública solo o si lo hacen también en la privada. Sólo hay dos comunidades que pagan el complemento específico por dedicación exclusiva y tenemos que ir hacia lo que hace la mayoría. Eso hará que muchos que sólo trabajan en la privada, que hay muchos, se piensen volver. Son casi 900 euros mensuales. Hay que captar médicos.

Pero, tiene Andalucía pulmón financiero para todo eso?

Sé que hay un compromiso del Gobierno de que el porcentaje que se decica a la sanidad pública sea del 7% del PIB. Empezamos con un 6,1 y en 2020 será un 6,3. Si llegamos a ese 7% el incremento será de 2.000 millones. Eso es un esfuerzo muy importante, pero necesario, porque si no nuetra salud se verá perjudicada.

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